Me desperté y sentí que alguien me estaba abrazando por detrás, miré y era ella. Se veía muy hermosa durmiendo.
Me separé de ella con cuidado para que no se despertara, miré un reloj que había en su mesa de noche y noté que eran las once y media de la tarde.
Ese descanso me había dado muy bien, yo me sentía bien.
Me dirigí al baño, quería ducharme, me sentía sudada y asquerosa.
Noté que había una bañera, lo cual me agradó bastante, nunca me había aseado en una bañera. Siempre quise hacerlo.
Me dirigí a la llave y me di cuenta que habían dos, uno de ellos era azul y el otro rojo. Supuse que el azul era para agua fría y el rojo para el agua caliente.
Abrí el chorro rojo y empezó a salir agua.
-¡Mierda!. -exclamé, solo pude sentir mis dedos arder.
Toqué el agua y estaba hirviendo, salía hasta vapor de ésta. Decidí abrir el de agua fría para que quedara tibia.
Espere un momento para que se llenará la bañera, mientras tanto me empecé a desnudar. Miré la bañera y todavía le faltaba un poco, decidí cepillarme los dientes, lo hice rápidamente y cuando termine cerré las llaves
Me metí en la bañera, el agua estaba perfectamente tibia, me encantaba.
Me estaba quedando dormida, cualquiera lo hacía en una de estas bañeras.
-¡Camila!. -me tape rápidamente mis partes íntimas al escuchar su voz. -discúlpame no pensé que estuvieras aquí.
Ella se quedó con los ojos tapados esperando a que yo hablará.
La miré de arriba bajo, observé que ella traía un boxer puesto y pude notar un enorme bulto. Eso me había dejado confundida.
Acaso ella era ¿Una mujer con pene?.
-tranquila...-logre decir. -no pasa nada.
-lo siento. -salio rápidamente del baño.
No pude terminar de darme mi relajante baño, me pase el jabón rápidamente por todo el cuerpo, luego me lo quité y salí de la bañera.
Lo que ví me había dejado desconcertada.
Salí del baño y busqué mi maleta para encontrar algo que ponerme.
Me coloque una camisa larga transparente, obviamente con ropa interior.
Después de terminar salí, caminé hasta la cocina, y ella se encontraba de espaldas a mi.
-buenos días. -se volteó a mirarme.
-en realidad son buenas tardes. -observe el enorme reloj que había colgado en la pared.
-buenas tardes. -sonreí.
-estoy preparando el desayuno. -me acerque a ella.
-si quieres te ayudo. -me ofrecí.
-no, tú siéntate. -hice lo que me pidió, me fui a sentar en una de las sillas del mesón.
Ella después de un rato termino el desayunó, lo coloco en la mesa y se sentó al frente mío.
-sandwiches con jamón y queso. -mire el desayunó y debo admitir que se veía rico.
Tome uno y le di un mordisco, y si, estaban como se veían, muy ricos.
-eres muy buena cocinera. -le di otro mordisco.
-no exageres, solo es un desayuno. -nego.
-si tú lo dices.
Seguimos desayunando en silencio. Yo ya me había comido tres sandwiches, simplemente estaban demasiado ricos.
-discúlpame...-la observé con confusión. -por lo del baño.
-tranquila, si no viste nada esta bien. -no le tome importancia. -no viste nada ¿Cierto?. -ella negó rotundamente.
-para nada. -sonrió algo ¿Incómoda?. -¿Qué quieres hacer hoy?. -cambio de tema.
-no sé. -dije con simpleza. -sorprendeme. -termine de comer.
-tengo una idea. -se levantó. -ven conmigo. -me tomo de la mano para que la siguiera.
Caminamos a una de las puertas que habían, entramos y luego ella cerro la puerta.
Observé la habitación y noté que era un pequeño estudio. Habían muchos dibujos, eran paisajes, mujeres, animales. Simplemente era arte.
-¿Qué es esto?. -pregunte.
-es mi secreto, no digas nada. -asentí. -eres la primera en entrar aquí.
-¿Porque me muestras esto?. -seguí observando la habitación.
-¿Sabes?. -se acerco a mi. -siento que puedo confiar en ti.
-¿Porque lo sientes?. -hice mi tercera pregunta.
-solo lo siento. -se alejo de mi, y empezó a buscar algo.
-¿eso lo haces tú?. -me referí a los dibujos.
-poco a poco vas a saber más de mi Camila. -mire y tenía una hoja y un lápiz en sus manos.
-¿Para que es eso?. -volví a preguntar.
-son muchas preguntas ¿No crees?. -me alce de hombros. -ven conmigo.
Nos sentamos en el suelo.
Esta habitación se veía tan misteriosa pero a la ves no, todo era oscuro, todo era bonito, como ella.
-vamos a hacer una lista de las cosas que quieres hacer aquí. -hablo.
-¿no es como de niña?. -la miré.
-para mí no, Camila.
Empecé a pensar que me gustaría hacer aquí en londres, y no miento, eran muchas cosas.
Tenía un poco de pena decirle lo que quería hacer porque era patético.
-¿Ya pensaste?. -dijo luego de un momento de silencio.
-es un poco patético todo lo que te voy a decir. -estaba segura que mi vergüenza se notaba.
-son tus sueños. -me tomo de las manos. -no tengas vergüenza conmigo.
-quiero ver las calles de londres. -ella empezó a anotar en el papel.
-eso no es patético. -me sonrió.
Esa chica era increíble, era única, era hermosa en todos los sentidos.
-Dua...-me miró. -¿Puedo hacer la lista yo?.
-no tienes que tener vergüenza, Camila.
-no es eso, solo que quiero sorprenderte, quiero hacer esto contigo.
-¿Segura?. -asentí. -lo que tú quieras. -la abracé.
-gracias amiga. -le di un beso en la mejilla.
-de nada amiga. -nos separamos. -¿Quieres hacerla en estos momentos? O ¿Salimos?.
-me gustaría salir. -asintió.
-vamos entonces.
Fuimos a la habitación,yo busque algo apropiado para ponerme.
-me voy a vestir al baño. -la miré confundida.
-¿Por qué? Las dos somos chicas.
Me quite la camisa larga quedando solo en ropa interior.
Noté que Dua agarró una almohada y se tapó su parte íntima.
No entendía lo que pasaba con ella.
-no tengo lo mismo que tú, Camila. -se rasco la nuca.
-no entiendo. -me acerque a ella. -¿Porque te tapas ahí?. -señale su parte.
-tengo pene Camila.
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You and me. - Duamila ; G!P
FanfictionLamentablemente Camila recibe la noticia de que padece leucemia, así que ella decide vivir su vida al máximo. Y no sabrá que la persona menos esperada se volverá muy importante para ella. Terminado y editando.