You and me. - Duamila ; G!P

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Veía aquellas hermosas letras escritas por mi mejor amiga. Eso no iba a durar mucho, era una simple tinta en mi piel. Pero me gustó que hiciera eso por mi, fue muy especial.

Me dirigí hasta la habitación de Dua, observé y todo estaba desordenado, y mas la cama, obviamente era ahí donde habían tenido sexo.

Caminé rápido hasta mi equipaje ya que quería salir rápido de esa habitación.

Busqué mi celular, fue fácil porque no tenía casi ropa. Lo encendí y me encontré con muchas llamadas y mensajes, eran de mi hermana.

Me sentí muy mal porque yo le había dicho que iba a regresar y lo no hice, solo me olvidé de ella.

Ella fue la única persona que siempre me apoyó y me hizo sentir bien cuando no lo estaba, y yo solo le vengo con mierda, seguro me esta odiando.

-Cabello ¿Que haces?. -voltee a verla. -¿Porque lloras?. -se acercó a mi.

Y si, lágrimas resbalaban por mis mejillas.

-no es nada. -trate de sonreír pero salió una mueca.

-vamos cuentame, a veces es bueno desahogarse con extraños. -se sentó a mi lado.

-es que.... Prácticamente abandoné a mi hermana. -frunció el ceño.

-¿Por qué lo dices?.

-ella siempre me apoyo, siempre estuvo conmigo, trabajaba literalmente todo el tiempo para que no me faltara nada, cuando me enteré que tenía leucemia no tenía opción, sin más le dije, ella se devastó pero trato de hacerme sentir bien, una vez ella salió de casa y yo simplemente me vine para acá sin avisarle ni nada, ella me llamaba y me mandaba mensajes como loca pero. -tape mi cara con mis manos. Sentí que Rosie me abrazaba. -pero yo no le presté atención. -sollocé. -yo solo vine porque quería cumplir mis sueños antes de morir, solo eso.... Seguro ella me debe de estar odiando.

-no Camila, ella no te odia. -sobó mi espalda. -ella debe de entender que tu querías cumplir tus sueños.

-no lo se. -la miré. -¿Tu crees?.

-yo soy pésima dando consejos pero, si.

-¿Eso fue un consejo?. -bromeé.

-¿No lo pareció?. -negué.

-tus consejos son raros.

-muchos dicen que soy rara pero, lo raro es lo mejor. -sonrió.

-piensas igual que Dua. -fingió indignación.

-ella quiere ser como yo, pero no lo logra.

-¿Puedo preguntarte algo?. -asintió.

-¿Porque las inglesas son tan hermosas?. -

-¿Por quien lo dices?. -entrecerró los ojos.

-conozco a tres inglesas muy hermosas. -asentí.

-¿Como se llaman?. -hizo una mueca de confusión.

-Dua, Lauren y tu. -sentí mis mejillas arder.

-¿Dua?.

-si, sabes que estoy enamorada de ella. -susurre. Uno no sabía si alguien pudiera estar escuchando por ahí.

-¿Lauren?. -asentí.

-esa chica es demasiado sexy. -asintió.

-debo admitir que tienes razón.

-la tengo. -admití.

-¿Y yo?. -nuevamente sentí mis mejillas arder.

-eres muy hermosa, tus ojos son muy hermosos. -sonreí.