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Ya era 31 de Diciembre, celebraba una fiesta con Adolfo y Carlo, y algunos compañeros de la universidad, estábamos en un bar que habíamos rentado. Pero unas horas antes había tenido una pequeña discusión con Dante. Teníamos la música en alto volumen, teníamos cerveza y a lo que llaman tequila. La fiesta iba bien, eran a penas las seis de la tarde.

-Seguro que quieres beber?-     -Si, cien por ciento seguro- respondí.     -La última vez que bebiste, te pusiste muy mal- dijo Adolfo.    -Esta vez es diferente- dije. Comencé a beber, me sentía más feliz de lo normal, incluso ya se me había olvidado la razón por la que Dante y yo nos enojamos. Reíamos y me quité la camisa, algunos fumaban.     -Oye, vas a resfriarte-     -Que importa-     -Que tal si le tomamos una foto y luego se la mostramos?-      -Se ve muy animado-    -Y si hacemos bromas telefónica?- dijo Carlo.      -Seguro- dije y saqué mi celular, nos sentamos en los sillones.    -Marca el primer número que te aparezca- dijo.   -No, mejor marca ese, tiene el nombre de una mujer, debe de ser de una chica candente-     -Idiotas, es el nombre de mi madre- dije y seguí bebiendo. Adolfo tomó mi celular y marcó.

-Hola, habla Adolfo. Feliz año nuevo... Eh? Un hombre?-     -A quien llamaste?- pregunté.     -A la persona que está al principio de la lista, y se llama Dante- respondió, escupí la cerveza.    -Qué pasa Othello? Eso es asqueroso-      -Quien es Dante?- dijo y le arrebaté el celular.     -Hola, perdone, nos equivocamos de número- dije y colgué.      -Eres un tonto Adolfo? Cómo se te ocurrió?- volví a decir alterado.     -Por qué está mal?-     -No quiero volver a marcar ese número, y menos para desear feliz año nuevo- dije y me recosté en el suelo. Pasaron dos horas y seguíamos divirtiéndonos, bueno, yo me sentía algo mal, no quería terminar así con Dante.      -Por que tendría que preocuparme por esto? Él es quien siempre...-        -De qué hablas Othello?-      -El siempre me trata como a un... Qué pasa con los derechos humanos? Sólo pensar en eso, me hace enojar de nuevo. Esta vez sabrá con quien se mete cada vez que me molesta- dije tomando el celular.    -Que rudo-       Marqué de nuevo a su número y contestó.     -Habla Dante-    -Ya sé que tu estómago es, quiero decir, tus pulmones son negros y malignos, pero tu te lo buscas, me hiciste enojar esta mañana tanto que tu también te enojaste, incluso me culpaste a mi por algo que no hice. Y déjame decirte que cuando lo hacemos, te veo...-     ...    ¿Me colgó?  Escuché como cortó la llamada.      -Qué rayos haces Othello?- preguntó Carlo.    -Él... me colgó, cortó la llamada- respondí. Me molesté más y le volví a marcar.      -Qué quieres?- contestó.     -Escúchame hasta que termine. Tú siempre eres así, y...-      Carlo me quitó el celular.      -Hola? Perdone, parece que Othello está muy ebrio, lo sentimos- dijo y colgó.

Ya eran las diez y media de la noche, ellos estaban aún más animados, y yo sólo tenía mi celular en las manos.      -Yo estaba equivocado pero, pero estaba enojado. Solo tengo que pedir perdón, no? Lo haré- dije a mi mismo y marqué su número una vez más.      -Déjalo ya...-      -Todo es tu culpa. Que los ovnis vengan a la tierra, que la forma de Italia sea una bota, que Iron man muera en Infinity War, ¡Es tu culpa! Pero, lo de esta mañana fue mi culpa, ¿Sí? Lo admito- dije y colgué. Me sentía más tranquilo, incluso me sentí como si se me hubiese quitado un gran peso de encima, así que me uní a mis amigos para seguir bebiendo más.

Eran ya las once, todo era aún más divertido, incluso Adolfo se quitó la camisa también. Reíamos más y cantábamos, así que decidí llamarle otra vez.       -¿En dónde estás bebiendo? Fastidioso- dijo.     -Recuerdas aquel bar?-

Salimos del bar, Adolfo y Carlo me ayudaban a caminar.     -Vamos, camina-     -No te duermas, te morirás del frío-    -Lo llevaré en mi espalda-      Mis piernas se estaban debilitando. Un auto se detuvo frente a nosotros.      -Yo lo llevaré a casa-   Era Dante.     -Gracias-    -Te llamo después Othello-  De alguna manera, caí dormido.

En cuanto desperté, me sorprendí al ver a Dante, estábamos en nuestra habitación.       -Dante, qué es todo esto?- pregunté. Se estaba aprovechando de mi, de hecho, él ya estaba dentro de mi.      -Parece una manera interesante de iniciar el año-      -Qué clase de año nuevo es este?- dije

Dos personas, dos colores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora