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Dante.

Estaba en mi oficina realizando las finanzas de mi distrito cuando entra mi jefe. -Señor Francesco- dije levantándome de la silla. -Esta bien Dante, te puedes sentar, soy yo quien viene ahora de visita- dijo y obedecí. -Gusta beber algo? Café, agua?- -Estoy bien, gracias- respondió. El señor Francesco es la cabeza de la organización, es el jefe en pocas palabras, y encima de eso es un señor ya de 85 años, y muy corajudo. -A que debo su visita?- -Mira Dante... Pueden dejarnos a solas?- dijo a sus guardaespaldas y ellos salieron. -Cómo te ha ido?- -Muy bien, las ganancias subieron aún más desde el ultimo mes, justo ahora estaba verificando las finanzas-
-Muy bien, esas son buenas noticias, escucha Dante, yo ya estoy muy viejo, es un milagro que siga vivo, y es hora de escoger un sucesor, y pensé en ti- dijo. Me sentía feliz por dentro al escuchar esas palabras, al saber que me está dando la oportunidad de ocupar su lugar porque he demostrado ser eficiente. -Sé que no eres mi hijo, y no tenemos ningún lazo familiar, pero me has demostrado más que toda esta bola de incompetentes, por esa razón quiero que seas tu quien ocupe mi lugar- -Señor, es un gran honor hacerlo, siento crecer mi ego y mi seguridad en mi, le doy las gracias- -Que bueno que aceptes, debes de saber que es una gran responsabilidad, y sobre todo, debes de tener "principios"- dijo y se puso muy serio. -Se ha esparcido el rumor de que, vives con alguien- -Si, así es- confirmé. -Cuando escuche eso, me pareció bien, el saber que estas formando mejor tu camino y la posibilidad de que vivas una vida plena, pero cuando me di cuenta de que no era lo que imaginé, me decepcionó- dijo en seco, yo ya sabía a donde iba esto. -Esta claro que vivo con un hombre- -Si Dante, un hombre. Pero no una mujer- -Siento no poder cumplir con sus espectativas en ese sentido...- -Iré directo al grano, o dejas a ese muchacho y te vas a Toscana, o nosotros nos desharemos de él? Tu eliges Dante- -Ese es el precio de su oferta?- -Si- respondió.

Othello.

Regresé al departamento después de la universidad y entré. -Siento llegar tarde, me quedé a terminar un trabajo- dije dejando mi suéter en la entrada, pero nadie contestó, caminé hacia la sala principal y no estaba Dante, y fui a nuestra habitación. -Dante estás aquí? O tomando un baño?- Y no escuche respuesta, miré a un lado de la cama y sus zapatos no estaban, abrí el clóset y su ropa tampoco estaba allí. Mi corazón comenzó a latir fuerte, los nervios y el miedo me invadían, y al mismo tiempo me sentía confundido. Tomé mi celular y llamé a Dante, pero su celular se escuchaba en la habitación, lo dejó en medio de la cama, me acerqué e incluso había una nota a lado de él.
"Lo lamento, Othello. Atte. Dante"
Miré su celular y solo me tenía a mi de contacto. Entonces un sentimiento ante mí abría sus fauces un abismo sombrío que comunicaba directamente con el corazón de la tristeza. Allí, en lo más hondo, sedivisaba un vacío que giraba en espiral, convertido en nube sólida, y se oía un profundo silencio que oprimía los tímpanos. Comencé a llorar sentado en el suelo, Dante me había dejado. La primera vez que pude poseer este sentimiento que me hace sentir vivo y a la vez me mata, un corazón roto.

Dos personas, dos colores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora