Daddy Issues (Kookmin) Editando

02

Nobody does it like you do

-¡LLEGUÉ~!- doy por avisado mi llegada. Me quito el blazer negro y dejo mi bolso por ahí junto a la bolsa de la tienda «Level up».

-Por fín llegas amor- dijo ella al venir hacia mí. Con su vestido lila se inclina hacia mis labios; se juntan en un beso casto.

-¿Tienes hambre?- le pregunto.

-Claro que sí- me da una sensual mirada -¿Qué trajiste a aparte de aquellos?- sus ojos van hacia abajo.

-Golosinas; entre ellas una muy deliciosas de fresa- le dije animado.

-JungKook... Sabes que odio los dulces. Debiste traer algo decente- fui algo idiota al pensar en que le gustaría.

Se da media vuelta y va hacia la habitación; su humor es tan cambiante que me atormenta a mí.
Con un suspiro observo la bolsa; la forma en la que vienen es tan tierna que me recuerda a aquél chico.

Camino hasta el gran ventanal con vista a la cuidad. Me quito la camisa blanca dejando mi torso desnudo a la vista de los demás pero no importa.
También miro hacia abajo donde ninguna tienda con luces neón junto con un chico pensativo llama mi atención.

-Perdóname, no encontré algo para comer durante mi tiempo libre- le dije al entrar a la habitación.

-¡Claro que te perdono! Ven aquí cariño- arrodillada en la gran cama me señala el espacio a su lado.

Gateando voy hasta allí: desde que me fui de aquí deseé llegar rápido a la cama pero no precisamente a esta.
Se sube encima de mi regazo pero no desaprovecha para quitar su vestido; me deja su escultural cuerpo a mi completa disposición.

-Come esto- dijo mientras pasa sus manos por sus senos -sé que esto si te gusta.

Tal vez algo de sexo con Minjung me llene de alguna manera. De pronto sea lo que estaba buscando.

...

-¿Tienes de otros?- me preguntó MinSoo - Estos me aburren ya- hace referencia a los cigarrillos.

-No compré de menta, sabes que estos me gustan más, además hoy no había fumado- le digo mientras busco algo cómodo para ponerme en mi parte inferior.

-¿Y?-alza su ceja derecha - hubieras podido comprarme de menta.

-No me acordé- me olvidaba de lo complicada que puede llegar a ser.

-Ah pero sí de comprar comida chatarra, comida de porquería-Dijo antes de yo poder salir hacia el balcón.

Sacando de la caja oscura un cigarrillo y de mi bolsillo un encendedor, coloco el cigarro en mis labios, lo enciendo, acto seguido envío el humo hasta mis pulmones para luego botarlo por la nariz.
Hace bastante tiempo que no teníamos sexo; sigue igual de placentero pero su actitud arruina todo en un abrir y cerrar de ojos.

La noche está presente con una luna resplandeciente junto con estrellas, también hay un frío que cala hasta los huesos pero no me importa porque lo único que quiero es que el dolor tan penetrante de cabeza se pase de una vez por todas; tal vez sea por no haber comido nada decente hasta ahora.

Acabo mi cigarro antes de entrar de nuevo ya que si no lo hago ella me estrangularia, literal.
Camino hasta la sala de estar donde con mis manos en los bolsillos de mi pantalón observo la bolsa de aquella tienda, me siento en el sillón para tomarla entre mis manos y sacar el último paquete de gomas de fresa junto con las papas de limón.
Miro la cocina a oscuras y las ollas frías; la comida chatarra es lo único que hay para comer, igual no me quejo.

-Lo haces tan bien- susurra en mi oido mientras sus manos ahora frías recorren mi cuello. No le contesto y dejo que camine hasta el refrigerador con mi camisa azul claro en su cuerpo. -¿Quiéres ensalda?- me preguntó mientras sacaba un caja de plástico con ensalada dentro.

-No, gracias cariño- le contesto amable ya que no quiero que su actitud cambie de nuevo. Además unas ensalada no me hará bien para este dolor de cabeza, una hamburguesa estaría bien pero está muy tarde.

-¿Te molesta que me siente aquí?- me preguntó. Niego con mi cabeza para luego sentir como posaba sus largas piernas sobre mis muslos. Todo estaba normal hasta que empezó a hablar sobre las calorías que ganaría comiéndome las papas junto las gomas.