Capítulo 31

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            Esta vez tengo que saber

Al otro día me levanto con dolor de cabeza, más tarde de lo normal pero me baño y me pongo ropa cómoda para ir a recoger a JiMin a su apartamento.
Anoche lo llevé tarde porque no aceptó quedarse conmigo a dormir así que espero ya esté despierto. Me prometió que se quedaría todo el fin de semana aquí.

—Buenas tardes SeokJin— siempre tan impecable.

—Hola JungKook— entro y veo de nuevo a los dos chicos de la vez pasada.

—Hola precioso— me dice JiMin pero no se acerca a mí por estar entre los brazos de un tipo de cabello negro, una nariz perfilada y una espléndida sonrisa; miro su mano en la cintura de mi chico y quiero contársela.

—Tengo cosas que hacer JiMin— él parece no entenderlo o se hace el gracioso de nuevo— Vámonos.

—Esperame traigo mis cosas.

—Café JungKook— me dice SeokJin en la cocina, me siento en el comedor y tomo con tranquilidad el delicioso café.

—JungKook, te presento a Hoseok mi pareja y a NamJoon, la pareja SeokJin— estrechando nuestras manos me presento como la pareja de JiMin con gran orgullo y una satisfacción formándose en mi pecho.

—Fue un gusto, adiós— entrelazo la mano de JiMin con la mía durante todo el corrido hasta mi apartamento.

—¿Cómo están tus amigas?— aquí adentro nos sentimos más seguros de tener contacto físico que no sea un pequeño beso.

—Te están extrañando— nos reímos los dos pero me es inevitable no apretar el trasero de JiMin en mis manos—. ¡Auch! Están sensibles.

—Cuidaré de ellas— caminos hasta la habitación que se encuentra pulcra de nuevo, lo hice antes de salir.

Él se acuesta boca abajo y su pantalón me cuesta trabajo bajarlo, también lo hago con su boxer azul dejando la gloria que es su trasero. Casi que no está rojo pero si están las marcas de mis manos; me doy unas palmaditas en la espalda mentalmente.

—Hueles a Coco JiMin— no dice nada y mueve su trasero quedando yo hipnotizado.

Acaricio sus nalgas en círculos y les doy un pequeño en cada una disfrutando su olor y suavidad; en un futuro podrían ser mis almohadas.

—¿No quieres tenerlas en tu rostro?

—Tenemos que irnos, quiero que me acompañes al centro comercial— la verdad es que nunca he hecho un oral.

—¿Una cita?— veo la esperanza en sus ojos y me ilusiono aún más.

—Una cita JiMin.

Se echa encima mío a darme unos cuantos besos. Me tienta para tener sexo pero hoy es un día diferente y él está muy sexy hoy. Vestido con un pantalón de dril negro y una camisa blanca con los primero botones sueltos.

—Entonces vamos ya— cuando está de pie golpeo su trasero olvidándonos del dolor hasta después de un segundos.

...

Me gasto el último dinero que me queda en nosotros dos, no me preocupa porque he conseguido otro trabajo. Pero hay que destacar que JiMin también se ha comprado cosas tanto para él como para mí.

Cuando las estrellas y la luna aparecen nos sentamos en un restaurante que apenas es iluminado por luces tenues, jamás me había pasado algo así, como no estar feliz con esto y JungKook junto a mí. Él es un hombre especial que no me arrepiento de seguir conociendo cada día; tiene sus defectos, al igual que yo pero vale la pena, es un hombre que no le importa hacer sacrificios por tener lo que quiere, si es necesario llorar claro que lo hace.

—Te quiero tanto JiMin.

—Yo también grandote— le doy beso en su mejilla, besos así compartimos muy poco aunque sean los más valiosos.

Pedimos una ensalada de lechuga, carne a la plancha y una cerveza para los dos. Este es el momento de descansar después de hacer las compras necesarias. Cualquiera que nos ve diría que somos esposos, sin embargo a penas soy su pareja/novio. El pensar en el matrimonio es un paso muy grande que lleva su tiempo. 

—Quiero que me cuentes de aquél día JiMin por favor— sé a que se refiere, trataba de evitar el tema pero ahora es imposible, él quiere saber de eso, bueno, le contaré.

—JungKook...

—Bebé.

—Durante ese tiempo que estuve sin donde vivir con TaeHyung resultamos por esos lados. Éramos a penas unos adolescentes expuestos a todo tipo de cosas— miro a JungKook consiguiendo el valor que me hace falta—. Ya estábamos involucrados con las drogas y ese día no teníamos dinero. Caminamos con la esperanza de encontrar un billete en el suelo.

—No me digas nada más JiMin, tengo la idea de lo que pasó— me atrae a sus brazos y empiezo a llorar.

—No quería volver a hacerlo, te lo juro. Pero las circunstancias me llevaron a que consiguiera al para calmar mi caos e intoxicar mi cuerpo con droga y alcohol.

—Perdóname JiMin, nunca me cansaré de decirlo hasta saber que he cuidado bien de ti— estuvo a punto de arrodillarse a mis pies—. Eres un hombre fuerte, pero yo quiero cuidar de ti.

—Déjalo ya— quiero que nuestra salida termine bien, no con lágrimas y temas que no deberían estar.

—Vamos a nuestro hogar, quiero hacerte sentir bien un rato— me fascina la idea pero tengo que dañar el momento con un tema que me preocupa demasiado.

—¿Estoy seguro contigo JungKook? No quiero que una obsesionada nos arruine todo.

Él se queda en silencio.

Daddy Issues (Kookmin) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora