Daddy Issues (Kookmin) Editando

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But rain never came

En menos de dos días pueden pasar muchas cosas; como que te empiece a gustar un chico y luego este te decepcione de la peor manera.
Al verlo acompañando con aquella chica todo mi día se arruinó por completo, me hice la estúpida ilusión que tal vez JungKook fue para verme, no para presumir de su linda chica.
Maldición, que idiota soy, cómo me puedo comparar con un mujer; ella es más delgada, afeminada y hasta podría decir que amable; con ese vestido que dejaba ver sus largas piernas. En cambio yo, un chico lleno de problemas, sin gran felicidad y que viste casi todo de negro. A pesar de mi cuerpo ejercitado no puede compararse con un cuerpo con curvas de una mujer.

Me levanto con dolor de cabeza y un genio horrible; me cepillo los dientes mientras espero que la cafetera suene.

—Nos vamos en veinte— dice TaeHyung al entrar al baño.

No he tenido tiempo ni ganas de preguntarle a TaeHyung dónde quiere ir porque mi muro de acero se está rompiendo a pedazos por un idiota chico con encantos. Anoche lo primero que hice fue llegar y echarme a la cama a recapacitar y quedarme pensando hasta tarde en la madrugada.

—Que ojeras tan horribles tienes— me dice ahora SeokJin.

Salgo del baño cuando la cafetera suena, tomo un vaso para servir el líquido oscuro y caliente que me servirá para calmar mis pensamientos. Nos reunimos los tres en la mesa, todo normal hasta que SeokJin saca un cigarro.

—¿Qué pasa?— pregunta TaeHyung.

—NamJoon.

Ninguno dice nada porque lo entendemos en cierto modo, mientras SeokJin fuma me contengo lo más posible de pedirle uno, sé que no debo hacerlo tan seguido y aún más por algo tan irrelevante como lo es mi relación con JungKook ¿Relación? Debes ontrolarse JiMin.

—Iré a hacer las compras de la semana ¿Ustedes se van?— se pone de pie para abrir la ventanita de la cocina.

—Sí, vamos a salir— a pesar de que TaeHyung no me diga donde lo acompañaré.

Después de terminar de desayunar cada uno se alista por turnos; es un apartamento pequeño, no me quejo.
TaeHyung y yo con un pantalón negro pero él con un saco ancho y yo con una camisa de palmeras azul por el calor, definitivamente cada vez se siente más cerca el verano.
Tomamos un taxi y justo cuando mi amigo da la dirección mi garganta se seca a la vez que siento sudar frío.

—No soy tan hijo de puta JiMin, pero no quiero que te ilusiones con él— me deja callado antes de yo poder decir algo.

Cada vez más nos acercamos, mi ansiedad aumenta porque espero que TaeHyung me muestre lo peor, sabe como hacerme entrar en razón.

Las edificaciones altas hacen acto de presencia, odio este lugar, supongo que es como un castigo venir por aquí. TaeHyung toca mi hombro para llamar mi atención; señala hacia afuera de la ventana mientras que a mí se me forma un nudo en la garganta.

—Supongo que no es necesario decirte algo más.

Esa camioneta la reconocería en cualquier lugar; miro el edificio y el automóvil una y otra vez tratando de pensar que debe tratarse de una casualidad.

—JiMin.

Lo veo salir de la camioneta, pero acompañado de una mujer; al perecer es la chica que lo acompañó a la tienda. Miro hacia otro lado y le susurro a TaeHyung que nos vayamos.

Ahora sólo puedo pensar en la tan mala suerte que tengo, cada día es peor.