18

122 6 1
                                    

I keep trying to let him go

Las semanas siguieron su curso normal, en cambio JungKook y yo nos dejamos de ver; soy sincero que recibí bastantes mensajes por parte de él, yo los borré todos por el hecho que no quiero confundir mi cabeza; aún más cuando lo vi entrar con esa mujer a la maldita empresa. Esperé cualquier cosa por parte de JungKook, pero jamás que trabajase allí.

Maldición, ese chico me atrae de alguna manera pero todavía no me decido que hacer; quiero joder aquél hombre y sólo lo lograré si involucro a JungKook, cosa que no quiero. Sin embargo justo ahora que estoy sólo en la habitación entre la oscuridad no descarto la idea; él me mintió ¿Por qué no puedo hacerlo yo con él?

Mi turno en la tienda cambió por seis de la tarde hasta las doce de la madrugada; así que enserio espero no ver a JungKook por ahora.
Camino por la acera repleta de gente; unos me pisan, otros me pegan con sus codos y también me empujan. Respiro con tranquilidad cuando ya estoy dentro de la tienda, me despido de Yoongi mientras que él me entrega la llaves para cerrar más tarde; esto era 24 horas hasta que el dueño se enteró lo del otro día.

-Te buscan-. Miro con sorpresa hacia atrás, JungKook está inclinado en el marco de la puerta con sus brazos cruzados.

-No me evites- lo ignoro y sólo voy a mi usual puesto de trabajo, qué se cree.

Me sigue hablando a las espaldas hasta que me toma con fuerza de la cintura, me salgo de su agarre pero él se interpone en mi camino. Intento escapar pero es muy tarde cuando me toma de la cadera juntando su cuerpo con el mío sin dejar espacio alguno.

—JiMin— no quiero mirar hacia arriba o sino me encontraré sus labios.

—¡Qué quieres!—mi paciencia empieza a agotarse con cada segundo que siento su calor corporal.

—Mirame— niego con la cabeza y él me toma el mentón alzando mi rostro, pero no miro sus ojos.

—Hazlo.

Me niego pero con fuerza me sostiene el rostro, entonces lo miro a sus ojos percibiendo un cosquilleo desde los pies hasta la cabeza.

—Lárgate—susurro.

Decide acercarse más a mí, lo próximo que soy consciente es de sus labios contra los míos, abro mis ojos a tope y lo intento alejar con fuerza. Pero es imposible; abre con suavidad sus labios y su lengua hace acto de aparición. He ahí cuando mis manos dejan el forcejeo. Sigo su ritmo con calma, mis manos me traicionan porque las coloco sobre sus hombros atrayendo aún más su cuerpo.

—JungKook...

—Shhh-—su dedo índice se desliza por mis labios húmedos e hinchados; miro sus ojos como en un trance. Sigue deslizando su dedo hasta que se detiene cuando la punta de mi lengua curiosa aparece para mojar su dedo.

Estamos a punto de basarnos cuando interrumpo el momento.

—Quiero irme de aquí— se separa y me mira con curiosidad.

—¿Qué dices?— me sostiene de la cintura, puedo sentir un hormigueo justo ahí.

—Necesito un nuevo trabajo.

Agacha su cabeza y suspira con fuerza, se echa hacia atrás su cabello para luego que esos oscuros ojos se encuentren con los míos.

—¿Has buscado algo?— claro que no le puedo decir que no he hecho nada y que espero que él me consiga uno.

—Muchos— después de un buen beso ahora mantenemos nuestro espacio personal —No me reciben por mi apariencia.

—En eso tienen la razón—me mira de arriba hacia abajo y yo hago lo mismo; unas zapatillas negras, un pantalón gris ajustado y camisa negra.

-No es tu ropa, sino el estilo que manejas.

-Lo sé, soy horrible.

Entran un par de chicas a la tienda y me toca ir a mi puesto de trabajo, JungKook se queda de pie frente a unos anuncios que hay pero me observa a mí. A la espera de las clientas sólo puedo observar a JungKook, jamás imaginé que hubiese algún contacto más allá de conocidos; no estoy diciendo que seamos algo más pero los besos que compartimos no son de unos simples conocidos. Observo su elegante aspecto y con eso sé que hoy no voy a dormir por pensar en él, en lo extraño que ha sido todo esto.

Las chicas pagaron unas bebidas y se fueron, pero no así sin más, sino que miraron por un rato a JungKook, este las miró pero sin ninguna expresión del rostro que me diera un indicio de coqueteo, en cambio, me siguió mirando a mí. No debería sentirme contento con eso, porque mis pensamiento se vuelven un caos del cual no quiero ser parte.

—Eres muy simpático.

Simpático no es precisamente la palabra que esperaba oír.

Lo observo que no dice nada y una sonrisa de satisfacción adorna mi rostro, saca una golosina de una caja y se la come tratando de ignorar mi presencia. Nos quedamos en silencio hasta que sus ojos se encuentran con los míos; ese color miel tan bonito que tienen esos pequeños ojos.

—Creo que deberías irte.

Hoy no ha sido un buen día para los dos si están excluidos los besos. Estoy apunto de irme pero sus labios gruesos y rosados me paralizan en mi puesto, quiero besarlo una y otra vez hasta que estemos jadeando, pero sé que es complicado y confuso para los dos.

¿En qué momento me enganché con él de esta manera?

Si no son sus labios, es cualquier parte de él; he de admitir que hasta con su cabello negro me he quedado enganchado, como brilla y se mueve con cada movimiento que JiMin hace. Su nariz pequeña decorada con esa perforación la hace más atractiva.

Creo que aunque sea difícil para mi, dedo dejarlo ir.

Pero ayudaré que consiga un buen trabajo, me encanta que trabaje aquí, fue donde lo conocí, su comportamiento es libre, pero si necesita un mejor trabajo, lo ayudaré en eso.
Vuelvo a la realidad para darme cuenta que no lo dejé de mirar por un momento, ninguno de los dos dice nada, miro sus ojos una última vez para tenerlos en mi memoria un rato más. No hago el intento de besar sus labios, me contento a pesar que anhelo eso.

Me voy en silencio.

~~~~~~~

~~~~~~~

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Daddy Issues (Kookmin) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora