Daddy Issues (Kookmin) Editando

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I tried to write your name in the rain

—Sabes que no me gusta que metas a cualquiera aquí JiMin— una vez más escucho a SeokJin decir lo mismo mientras desayunamos.

—Vamos, es un buen chico— no lo conozco lo suficiente pero espero que sea así.

—No creas en las apariencias.

El sonido del teléfono resuena en la cocina, mis dos amigos y yo lo miramos. Lo tomo con una mano para leer la notificación; la abro y por poco dejo caer todo el cereal.

¿Dónde estás?

—¿Pasó algo?—Me pregunta SeokJin.

—Nada— dejo como si nada el tazón de cereal para ir hasta mi habitación.

Cierro la puerta con pasador y respiro profundo para enfrentar a JungKook.

—Me tengo que ir— un recién levantado JungKook me recibe sobre mi cama con rostro somnoliento y su cabello despeinado.

—No te puedes ir— me siento a un lado suyo y puedo admirar su rostro con un rastro de vello.

—Pensé que vivías sólo, no puedo venir e incomodar a tus amigos—  estira su cuerpo dándome una buena vista de su pecho firme.

—Tú sólo cállate— coloca una mano en su pecho indignado y yo sólo ruedo mis ojos saliendo de la habitación.

—Buenos días— dice SeokJin al abrir la puerta.

Al rato JungKook está siendo interrogado por SeokJin; TaeHyung y yo nos mantenemos a cada lado de nuestro amigo sin poder intervenir, aunque si soy sincero sé que algo le pasa a TaeHyung, no puede ser que esté tan callado y más en un momento como este.

—¿Tienes hijos?— contengo mi respiración por uno momento al ver a JungKook mirar al suelo durante uno minutos.

—No— respiro de nuevo.

—Creo que deberías darte un baño hermano— rompe el repentino silencio formado.

Me quedo analizando su apariencia y diablos no, no debería quitarse ese aspecto de chico libre y tranquilo; no digo que no me gusta verlo con trajes formales pero con él así, me siento de una manera más libre de expresarme mejor hacia él, no sé si estoy empezando a crear sentimientos más allá de la reciente amistad que se ha formado.

—Yo le presto algo de ropa— dice TaeHyung para después tomarme de la mano y llevarme a la habitación de los dos.

—¿Qué jodida cosa te pasa?— me quedo de pie frente a él notando esas horribles ojeras que decoran su piel bronceada.

—Quiero que se vaya— empieza a buscar ropa—. No digas nada, quiero que mañana me acompañes a un lugar.

Me pasa algo de ropa y sólo la recibo, sin reprochar sus palabras. Salgo hasta el baño al no encontrar a JungKook junto a SeokJin, la puerta está sin seguro así que la abro y entro para dejar la ropa sobre la tapa del inodoro.

—JiMin.

El vapor se va haciendo presente permitiendo que no vea casi la figura desnuda de ese hombre tras la puerta. Me quedo ahí de pie hasta que la cabeza de JungKook aparece.

—¿Te puedo preguntar algo?— su rostro húmedo me deja hipnotizado por un momento.

—Dime.

No quiero pensar en los besos de anoche, somos adultos, es algo tonto de mi parte pensar que JungKook hable de eso o que tal vez yo quiera repetirlo.

—¿Les dejan fumar aquí?

Ignoro su pregunta pero él con su mano húmeda y caliente me alcanza a tomar del brazo.

—Ven, me puedo caer y no queremos eso—. Me acerco sintiendo la húmedad y calor que desprende su cuerpo.

—JungKook no seas pesado.

—¿Te puedo besar de nuevo?— su pregunta me sorprende pero no quiero que se note.

—¿Por qué yo tendría que querer eso?—sus ojos se abren un poco, me acerca de un tirón hacia él juntando nuestros labios un tanto brusco.

Quiero separarme, no quiero sentirme bien con esto, su mano en mi espalda me hace sentir un cierto hormigueo que no me gusta para nada. Sus labios se mueven ansiosos contra los míos, quiero corresponder como quiero, pero no ahora.

—Perdóneme— se separa colocando su mejilla sin rasurar contra la mía—. Me visto y te dejaré en paz.

—JungKook...— alza su rostro hasta que sus ojos se encuentran con los míos—. Dime la verdad, ¿Tú tienes a alguien?

—No.

...

Después de hacer salido de donde vive JiMin tuve que conducir hasta el apartamento de MinJung quien me llamó varias veces clamando perdón.
Ahora que estoy subiendo por el ascensor me reprendo una y otra vez por tal comportamiento hacia JiMin; somos amigos, nada más ni nada menos. Pero mis malditos impulsos me hacen comportarme así con él, aquél chico de cabello negro me hace actuar de esa manera tan deliberada.

—Hola.

—Cambiate de ropa, vamos a salir.

Sus ojos opacos y rodeados de ojeras me hacen sentir el peor hombre del mundo, quiero abrazarla y decirle que la amo, pero ya no me nace hacerlo.
Entro con mis cosas hasta el baño; me visto con otra ropa limpia y rasuro mi rostro. Aquí ya no siento el color característico que logré captar del hogar de JiMin.

Con una sonrisa forzada me toma del brazo y bajamos hasta mi camioneta; le abro la puerta antes de yo entrar.

—¿Dónde quieres ir?

—Quiero ver a ese chico.

Mi rostro se coloca pálido, las manos me sudan en exceso; hoy JiMin tenía que trabajar, yo mismo lo escuché decir de su boca.

—No sé de qué hablas.

—No me hagas tomar medidas extremas— saca de su bolso un sobre café—. Eres tú o ese chico.

En ese sobre pueden haber las peores cosas para mí o para JiMin. Bajo el vidrio aprovechando de la brisa para lograr bajar mi ansiedad.

Nos demoramos más de lo debido, al llegar aparco un poco antes de la tienda; todo con la pesada persistencia de MinJung.

—Ni siquiera trabaja en un lugar decente—. JiMin es mi amigo reciente, pero no quiere decir que no quisiera defenderlo.

Dejo salir suspiros hasta tomar el valor de entrar y caminar hasta donde ella quiera ir. Me encuentro al chico de la escoba que me mira con curiosidad.

—Yo no quería esto JungKook.

Me lleva hasta la caja que se encuentra sola, no bastó más de unos minutos para ver a JiMin salir de un pequeño cuarto, ha acabado de llegar.

—Hola— su mano se entrelaza con la mía cuando JiMin encuentran mis ojos.

No quiero esto, quiero que me trague la tierra para no vivir esto, su rostro quiso expresar felicidad hasta que vio a MinJung. Su expresión ahora es fría.

—Me podrías decir dónde están los condones— esta chica no tiene pudor alguno.

Definitivamente no puede hacer algo peor que esto, ya no me mira, sólo lo hace con ella mientras le muestra diversas clases de condones.
Está con su cabello negro hacia atrás dejándome mejor vista de su rostro, con su perfume varonil pero sin su perforación.
Ese hombre es atractivo, pero es lo que menos me importa ahora, quiero hablar con él en un lugar a solas y poder explicarle todo.