Capítulo 35

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La mitad de mi desapareció

El viaje duró un día completo, JungKook se encargó de comprar gasolina y yo la comida chatarra. Cuando estemos en nuestro nuevo lugar empezaré a hacer ejercicio, lo necesito.
Tuvimos que dormir dentro la camioneta, para nada incómodo, de seguro por lo agotado que me ha dejado todo. 

Llegamos cuando el sol se ocultó y las estrellas iluminaron la noche, aún así hace aquí hace más calor que en la  capital. Un hermoso apartamento de tonos oscuros pero con un ventanal vista al mar; nada grande, a penas para nosotros dos.

Me llevé la sorpresa que JungKook pagó un buen dinero para que las cosas que habían en el otro lugar las trajeran aquí, extrañé todo me especial la fabulosa cama que fue testigo de nuestra primera vez juntos y más.

—Buenos días— lo saludo al salir del baño recién bañado, él ya está impecable.

—Hola precioso— no se contiene y me besa con fuerza mientras toma mi cintura, se mezclan nuestras salivas y el sabor a menta.

—Te has puesto la camisa que te compré— me alegra que lo haya hecho, se la di con cariño.

—Ponte ropa rápido— me doy vuelta hasta la habitación, saco una camiseta blanca y mi as bajo la manga que es un short de color azul oscuro, no una bermuda.

Cuando ya estoy listo salgo y recibo un silbido por parte de JungKook, en vez de ponerme tímido, una y otras ideas pasan por mi cabeza. Sin embargo ahora pensemos en el desayuno.

Desde aquí empieza lo bueno para los dos, un nuevo presente y futuro.

Me toma de la mano y salimos del conjunto de apartamentos hasta un Starbucks; pedimos dos malteadas de café junto con un postre de merengue y fresa.
Miro el hermoso paisaje que se muestra en frente de nosotros, es un día demasiado caluroso y quiero ducharme de nuevo y estar sin ropa por ahí, algo casi imposible.

—Deberíamos ir al mar un rato— terminamos lo último que nos queda y ya se hace costumbre tomarnos de las manos.

Veo cada vez más cerca el mar y me siento con euforia, suelto a JungKook y salgo corriendo con él detrás. Me sumergo con alegría en el agua, los oídos se me tapan y salgo a la superficie encontrándome a JungKook todavía en la orilla.

—Ven conmigo dulzura— me río de él, parece un macho pecho de acero, un Daddy completo pero que le teme a un poco de agua.

Salgo del agua y agradezco tener prendas tan simples. Tomo la mano de JungKook y lo guío hacia dentro del agua, cuando el agua le llega al estómago veo su rostro lleno de miedo.

—¿No sabes nadar?

—Casi— me da ternura este JungKook, me quito la camiseta pero la mantengo a mí alcance.

—Quítate la tuya— comienzo con algunos juegos rápidos para que tome confianza.

Mi lado travieso sale a la luz cuando deja a la vista sus fuertes brazos y torso. Me pego a él como un chicle, empiezo a besar su cuello, escucho un jadeo y él me toma del cabello para besarme; durante el beso aprovecho para tomarlo con la guardia baja y hundirlo.

—¿Qué hacedñsfgt— hago la maldad de hundir su cabeza con mis manos, la expresión en mi rostro dice satisfacción.

Él me toma en brazos y me lanza pero lo arrastro conmigo. El sol del medio día se hace más picante como nuestros juegos en el agua. Tomo mi camiseta antes de que se pierda como la de él, le puedo regalar otra igual, no hay problema cuando puedo ver su cara de sufrimiento al encontrarse semidesnudo y sólo en el mar.

Daddy Issues (Kookmin) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora