Daddy Issues (Kookmin) Editando

Capítulo 28

            Así que lo hice con el sol

—Puedes quedarte conmigo— la noche llegó tan rápido que parece como si nunca me hubiese ido de aquí.

—No te molestaría así— con los ojos rojos e hinchados por el llanto salimos a la sala de estar para comer lo que hemos pedido.

—No importa, sé que te doy asco— me quedo con la pizza a mitad de la boca por lo que dijo, él nunca me daría asco.

—Me da más asco lo que te hizo ese bastardo— eso sí es de dar asco, pero ya que salió el tema de lo de anoche, tengo que preguntarle muchas cosas.

—Cambiemos de tema— no quiero causar problemas entre los dos, pero su aspecto, sus actos y tantas cosas me piden que hable con él seriamente.

—No llevas nada en la perforación— se toca su nariz inconsciente y yo sonrio.

—La perdí anoche— como sea está hermoso pero extraño verlo con la joya en su pequeña nariz. 

—Mañana te compro una.

—TaeHyung ya lo hizo, cuando llegue me la da.

—¿Y qué me dices del nuevo estilo que manejas?— miramos su vestimenta que consta de un pantalón holgado de algodón gris y un saco grande de color negro.

—Déjame— sus mejillas quedan llenas de pizza y se ve tan encantador que no evito darle un pequeño beso en su mejilla, me mira y yo sonrio, pero su rostro queda a centímetros del mío, espero sus labios contra los míos pero la puerta principal se abre.

—TaeHyung— este se acerca a JiMin y lo carga en sus brazos, parecen más hermanos, se quieren mucho y puedo comprender porque.

Cuando se pone la joya JiMin, me quedo mirando más de lo normal su nariz hasta que él me toma de la mano y me guía al comedor.

—Traje hamburguesas chicos— las pone en la mesa y cada uno toma una, SeokJin no quería aceptar el dinero que le di, pero sé que ayudé mucho.

—Y dime JungKook, ¿Cuál es el color favorito de JiMin?— me quedo en silencio y siento sonrojarme cuando los tres se ríen.

—Oh vamos hermano, JungKook va a dormir contigo y no sabe ni tu color favorito— este TaeHyung es más agradable.

—Me llamo Jeon JungKook, tengo 27 años, mi color favorito es el gris y tengo un hermoso chico llamado JiMin.

—¿Tu chico?— me pregunta JiMin.

—Yo sólo pienso en que cuatro años no son nada— interviene SeokJin.

—Yo soy Kim JiMin, tengo 23 años y mi color favorito es el azul.

No era la respuesta que esperaba por parte de JiMin, pero no importa, lo puedo soportar un poco más.

—Deberían ser novios— paramos de comer y JiMin empieza a toser con fuerza, le sirvo un poco de la bebida que trajeron para que tome un poco.

—Es algo rápido.

—Me encantaría.

Lo decimos al mismo tiempo y luego nos miramos, más tarde hablaremos de eso.

—Muy chevere todo pero mañana hay que trabajar— dice SeokJin y me recuerda que JiMin ni yo tenemos trabajo.

Él y yo nos quedamos organizando la sala y cocina mientras que los otros dos van al baño y luego cada uno a su habitación correspondiente.
Todo esto es tan nuevo para mí; lavar platos, vivir en un apartamento tan pequeño, me no me quejo porque estoy con la persona que quiero.

Cada uno para al baño, hacemos nuestras necesidades y los lavamos los dientes. La noche es joven todavía y JiMin ha dormido bastante durante el día, así que vamos a quedarnos en la sala cubiertos con un manta.

—¿Estás cómodo?— me pregunta JiMin.

—Obvio nene— está entre mis piernas y no podemos estar mejor, hay una película en la televisión pero no me importa más que ver el rostro de JiMin.

—Quiero que seas mi novio— coloco mis manos en su suave cabello, lo llevo hacia atrás y me deja ver por completo el rostro de ese chico hermoso.

—No necesitamos ninguna etiqueta para querernos y saber que significa  el uno para el otro.

—Entonces quieres decir que me quieres.

—Lo hago, pero no te amo— él es tan diferente a ella, sabe lo que en realidad conlleva a decir un te amo.

—Yo tampoco lo hago, pero si te quiero demasiado, desde la primera vez que te vi supe que eras especial.

—Yo supe que eras un engreído.

Sólo por decirme eso lo tomo del cabello con un poco de fuerza y tiro su cabeza hacia atrás, me concentro en su bonita cara.

—Bésame idiota— no tiene pelos en la lengua para decir lo que piensa.

Beso sus labios con fuerza, soy adicto a su sabor y textura; hago que abra su boca para entrelazar nuestras lenguas; es un beso húmedo y lo estamos disfrutando. Me separo de sus labios pero no los dejo de mirar, húmedos y rojos, así que vuelvo a unirlos en otro beso violento.

Mañana quiero hacer algo, no se lo diré a él por si no sale bien, quiero que él sea feliz, porque yo también lo soy. Aunque antes necesito que me diga una cosa, si necesita ayuda pagaré para eso.

—¿Qué debiste anoche?— levanta su cabeza y todo se torna incómodo.

—No empecemos JungKook— intenta levantarse pero lo tomo de su cadera y hago que se siente de nuevo.

—Dime por favor— me arrodillo si es necesario.

—Alguna pepas y alcohol— intenta seguir evadiendo el tema.

—¿Cuáles pastillas?

—No recuerdo.

—No quiero que pase de nuevo.

—No prometo nada— si me quiere poner de mal genio lo está logrando—. Recuerda que lo hice por tu culpa.

—Entonces nunca va a pasar de nuevo precioso— eso espero, aunque en algún momento me enteraré qué pastillas son, no quiero catalogar a mi chico como drogadicto, pero tuvo muy de cerca en su adolescencia con ellas, no quiero que termine mal, si necesita una desintoxicación, pagaré.

No dejaré que recaiga de nuevo, me podrían confundir con su papá, no me importa, haré todo lo que tenga a mi alcance por verlo bien y feliz.

—Te quiero con locura JiMin.