Iwould do everything I could do—Buenos días— escucho su voz en mi oído y salto en mí puesto a la vez que la luz natural impacta en mi rostro.
—Buenos días— mi voz se escucha más ronca de lo normal y la garganta me duele.
—Traje café para ti— me pasa la taza caliente haciendo que me de cuenta de donde me encuentro.
—Gracias— por instinto propio dejo un beso casto en su mejilla provocando que una sonrisa cálida aparezca en sus labios.
—Ve adentro, tienes tu nariz roja— dice con cariño tocando mi nariz con su dedo, arrugo mi nariz y ella sonrie más ampliamente ¿Cómo es que todo está bien ahora?
Tomo la taza de café entre dos sorbos grandes, dejo la taza en la cocina y voy al baño quitando mi bóxer, entrando en la regadera apreciando como mi calor corporal se va regulando gracias al agua caliente.
...—Buenos días cariño— Park se acerca a su hija y deja un beso en su mejilla, mientras que a mí me da un apretón de mano —¿Enfermo?— me pregunta y afirmo con mi cabeza.
—Nos vemos más tarde— MinJung se acerca dejando un beso en la comisura de mis labios. Engancha su brazo con el de su padre y se van.
—¿Café joven Jeon?— pregunta mis secretaria detrás mío; la miro y muevo mi cabeza afirmativamente, no quiero hablar porque mi garganta duele.
Entro a la oficina sin correr las persianas, me siento y enciendo mi portátil. Froto mis manos pero mi cuerpo me dice que no haga nada, así que con un quejido recuesto mi cabeza sobre la mesa.
—¿Algo más?— dice mi secretaria al entrar dejando el café humeante sobre el escritorio.
—Algo que me mejore este malestar— tomo un sorbo del café y me siento mejor, pero al instante me vuelto a sentir como hace unos instantes.
—¿No debería irse a casa?— como si fuese tan fácil, Park no me dejará ir con todo el trabajo que me espera —. Podría llevarse el trabajo.
La miro fijamente y decido tomar mi teléfono y llamarlo para pedir permiso, MinJung estará ahí así que de pronto me ayude.
...
—¿JiMin, volverás pronto?— pregunta Jin al salir del apartamento los dos.
—Sí, hoy será mi último día en ese turno— Jin me da una insegura mirada; no confía en mí cuando estoy fuera de su alcance.
Tomo mi chaqueta de Jean y me bajo del auto de mi amigo quedando frente al lugar donde trabajo. Min YoonGi me espera con un cigarro entre sus labios y una expresión en su rostro de felicidad que me deja curioso.
—¿Por nuestro último día?— me ofrece de su cigarrillo pero niego.
—No ahora YoonGi—. Abrimos el local y cada uno se va al cuarto de atrás para dejar nuestras pertenencias y salir de nuevo.
—¿Toca hacer un nuevo inventario?— miro por encima los estantes pero no los veo tan desocupados.
—Ya lo harán los nuevos— se acerca a mí y saca el humo del cigarrillo en mi rostro; le pego un puño en su brazo.
—Voy a tomar mi escoba— hace unos movimientos raros y es la primera vez en lo que llevo despierto que alguien me saca una sonrisa.
Camino hasta uno de los últimos estantes contra la pared y tomo una caja de un almuerzo simple, a penas y desayuné.
—Tú lo pagas— dice YoonGi al verme sentado frente la caja registradora comiendo.
—Por supuesto que lo haré— nunca he robado cosa de aquí, supongamos.
—No dices lo mismo cuando viene aquél chico— si no estuviese tan agotado golpearía a YoonGi en su rostro.
—Buenos días— escucho el sonido de la puerta y me doy cuenta que reconozco esa voz.
—Buenos días— decimos YoonGi y yo al unísono.
Veo varias cosas llegar a mi lado, alzo la mirada para encontrarme con el chico alto, de cabello castaño y simpático con su nariz roja y casi que su cabeza enterrada en una bufanda; hago lo posible para reprimir una tierna exclamación de su apariencia.
—¿Necesitas algo más?— le pregunté porque sólo lleva comida instantánea, lo que no es muy buena para su estado.
—Analgésicos— su voz gangosa me hace verlo de otra manera; no como anoche que su mirada penetrante me hizo sentirme tímido. Dejo a un lado mi almuerzo y saco tres cajas diferentes de las cuales toma dos.
—Esos te servirán— no quise decirlo, pero es que su aspecto débil me hace querer darle algo para que se alivie.
—¿Eso lo venden aquí?— señala con un dedo mi almuerzo, mi reacción es levantar una ceja.
—Claro que sí ¿Por qué esa expresión?— soy demasiado directo, lo siento.
—Pensé que solo vendían comida chatarra— su estado enfermo no deja que sienta ahora compasión por ser tan engreído e idiota.
...
Después de ver la ceja arqueada de JiMin una sonrisa socarrona se escondió bajo la buganda. A pesar de mi estado me pareció divertido su reacción. Aún más cuando le di un billete grande y no tenía cambio; su cara de fastidio me divertía, pero hubo algo que no; fue las ojeras que se notaban bajo sus ojos color miel.
—No tengo cambio— me mira a los ojos y yo quedo hipnotizado por ellos; ya no es como anoche sino esta vez lo tengo frente mío con esos ojos que expresa fastidio y un poco de preocupación que no quiere que yo note.
—¿Dónde está eso?— señalo de nuevo su comida y él me lleva hasta él; pienso llevarle dos a MinJung para que después no diga que no pienso en ella.
—Tengo tarjeta— la ve en mi mano y si fuésemos algo más que un empleado y un cliente me golpearía.
—¡Que tenga un buen día!— me lo dice con fastidio pero sé que también fue sincero porque intentó olcultar una sonrisa al notar que se habían quedado mis analgésicos.
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Daddy Issues (Kookmin) Editando
FanfictionLlora niño, llora tranquilo mientras me cuentas tus traumas, llora mientras yo esté aquí. ↩Contenido homosexual. ↩Contenido explícito. ↩Historia original. ↩Editado. ↩Basada en la canción Daddy Issues de The Neighbourhood.