Capítulo 34

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No lloré al principio cuando te fuiste

Mi mayor miedo se hizo real cuando he llegado al Hospital y no he visto a JiMin en la habitación, un frío recorre mi cuerpo, siento la furia y lágrimas cuando comprobé que de pronto lo habían cambiado de habitación. No puede ser esto posible, intento hablar con los encargados pero ninguno me da gran información al respecto.

"¿TaeHyung, dónde está JiMin?"

"JungKook... ¿No crees que deberías irte de Seúl, lejos de este caos y dejar a JiMin?"

"¡No!" "¡Dime dónde está!"

"Piénsalo JungKook, deberían hacer su vidas lejos del otro."

"No dejaré a JiMin."

"Adiós JungKook."

"¡TaeHyung!"

Si éste teléfono no fuera público lo destrozaría como hice con el mío. MinJung no logró que me separara de JiMin, nadie más lo hará, ni que lo intenten porque ese chico es mío y yo soy de él. Si lo separan de mí soy capaz de matarme, es lo que necesito para seguir adelante.

Me subo a la camioneta directo hacia donde está mi chico. Si tengo que causar problemas, lo haré pero JiMin hoy se va conmigo. Necesito verlo con urgencia, cerciorarme que está mejor.
Esquivo los demás autos con desespero, es día transcurrido y es lo que menos quiero.

Cuando llego el guardia no me pone problema, me ha visto tantas veces aquí que ya ni le importa. Corro por las escaleras hasta su piso, doy un suaves toques; todo lo contrario a como estoy.

—JungKook, te hemos dicho que te fueras— me dice TaeHyung, intenta cerrar la puerta pero yo con furia la abro y entro.

Ahora sí conocerán a mí lado encabronado, si no me quieren acá no me importa, que digan que me aleje de JiMin no lo respeto hasta que lo escuché salir de sus propios labios; no voy a creer lo que estos dos dicen.

—JiMin.

Lo veo acostado en su cama, él se sorprende pero intenta alejarse de mí, esto me está lastimado. Se ve mucho mejor, sólo queda el morado en su ojo pero su labio y movimientos están mejor.

—¿Por qué no te quedaste con ella?— cómo se ha enterado.

—Escuchame— lo tomo del brazo sin lastimarlo, tiene que ponerme atención.

—No quiero que me lastimes más JungKook—. Hemos empezado a llorar los dos.

—Precioso, sólo quiero que estemos bien— acuno su rostro en mis manos.

—No me digas algo que no soy— limpio con suavidad sus lágrimas. 

—Eres mi chico precioso— se lo haré saber cada que lo necesite—. Quiero que vuelvas a mí lado. Ya dejé las cosas claras con ella, no te volverá a tocar, si lo hace se las verá conmigo.

—No sé que pensar JungKook— entiendo que esté confundido.

—Quiero que te vayas a vivir conmigo.

—Mira lo que nos pasó.

—No lo haremos aquí, he comprado un apartamento en Busan, alejado de todo de esto. Entiende que quiero estar contigo JiMin.

—¿Por qué?— no quiero que se vuelva alguien inseguro.

—Eres lo que necesito para mi vida, eres alguien hermoso en todos los sentidos. Eres seguro, sexy, sabe lo que quiere. No le importa lo que digan los demás, contigo me siento el hombre más dichoso de este mundo, tú me haces ser fuerte, tú despiertas todo lo que alguna vez pensé que ya no existía en mí.

—Cállate.

—No lo haré, me siento confiado a tu lado, todas mis inseguridades se van a la basura. Quiero que estemos juntos, es algo pronto, lo sé, pero anhelo tenerte.

—Te quiero JungKook— me abraza y sus labios de encuentran con los míos, dulces y suaves.

—Por mi culpa te encuentras así— reparto besos por su rostro hermoso.

—Vámonos ahora— él asiente y acto seguido empieza a empacar su ropa.

— JungKook, quiero que cuides muy bien de él— aparecen SeokJin y TaeHyung en el marco de la puerta.

—Por supuesto que lo haré, no se preocupen— no quiero más lágrimas—. Ustedes pueden ir a visitarnos cuando quieran.

Los dos se acercan y me abrazan, es un momento especial para cada uno de nosotros. No son nada mío pero les he tomado un extraño cariño.

—Gracias a ustedes por cuidar de este chico, se los agradezco.

—Cualquier cosa nos pueden llamar— tendré que comprar un teléfono nuevo.

La parte más melancólica es cuando JiMin se acerca a ellos y se abrazan; parecen una familia, de hecho lo son, no hay duda alguna. Los tres lloraron y yo los acompaño pero discretamente.

—Los iremos a visitar— una última despedida y salimos hacia mi camioneta. JiMin guarda su maleta atrás y luego regresa para sentarse en el asiento del copiloto.

Tomo su mano y comienza el recorrido hacia Busan.

...

Esto que tenemos JungKook y yo pasó en un parpadeo, no sólo nuestra relación sino todo lo que acontece en ella.

—Te querían separar de mí— miro a JungKook que está con una camiseta blanca y unas bermudas, adoro verlo así.

— Claro que no, ellos querían protegerme JungKook. Gracias a ellos mejoré mi estado, sin ellos capaz que muero allí en el Hospital—. Aunque él haya permanecido allí.

—No lo niego, pero me enfurece el hecho que me dijeran eso.

—Cuéntame ¿cómo te fue con ella?— no quiero jamás nombrarla.

—Me recibió desnuda— creo que llamaré a mis hermanos para que me recogan.

—Ya veo— miro por la ventana y escucho su risa, es como un milagro que pasa cada mil años, es hermosa.

—Casi que tuve arcadas— lo miro mal, siente mi mirada a pesar que tenga su mirada en el camino.

—No te creo— es obvio que ellos tuvieron sexo alguna vez, imposible al menos no se le haya puesto dura.

—Prefiero pelinegros de trasero grande— si no estuviera manejando mondería su mano; una manía que empecé a tener con JungKook.

—En Busan hay muchos— pelinegros sí, de trasero grande de pronto.

—Sólo me gusta uno— nos suelo ser tímido pero acepto que mis mejillas se calentaron un poco—. Quiero que tu sea de color caramelo.

Me levanto la camisa y miro mi abdomen casi totalmente blanca, se nota que desde hace rato no me he  bronceado. En Seúl mi piel aclaró un sesenta por ciento, pero ahora que regreso a la playa, mi color natural volverá.

Hacemos una pausa para que JungKook meta más gasolina, en ese pequeño receso compro té para los dos y nos besamos.

Anhelo que la tranquilidad llegue a nosotros, nos lo merecemos más que nadie.

Daddy Issues (Kookmin) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora