Game Over

390 34 3
                                        

[CYREL]

Mis padres son un amor. Pensaba pasar la madrugada con la ropa húmeda y ensangrentada, pero ellos han vuelto la hospital y me han traído ropa para cambiarme.
Les doy un abrazo y en silencio agradezco por tenerlos, tengo suerte, no todos los padres son así.

-Nos llamas si necesitas algo más -dicen antes de irse, sé que no llamaré, lo único que necesito en estos momentos es dormir y ver a Sam al despertar.

Antes de tomar una siesta, con Luciano y Einee decidimos ir a maternidad. Después de preguntar a las enfermeras llegamos a la sala de espera de esa área. Al ingresar veo inmediatamente a Enrique y sus padres.

-¿Cómo está Tiare? -pregunto despues de saludar a sus padres y me siento junto a Enrique.

-Está bien y el bebé... Es decir, mi hijo, está bien igual, pronto entraré a verlos otra vez para despedirme, porque ahora van a descansar. -dice algo angustiado - Tuve mala suerte, no alcancé a entrar al parto.

-Al menos te salvaste de oír los gritos de parto. -dice Einee sentándose. - ¿Cómo se llama tu hijo?

-No lo sé, con Tiare no hemos podido decidir un nombre aún, es complicado.

-Lo bueno es que aún tienen tiempo para pensarlo -digo.

-Y sam, ¿cómo está? -pregunta Enrique.

-Ni idea, no pudimos entrar a verlo -digo molesta.

-Los padres de Sam hicieron que nos prohibieran la entrada -dice Einee.

-Sam y su familia siempre haciendo problemas -susurra Enrique y le doy un codazo.- ¡Pero si es verdad! -se queja.

-Y tu también eres problemático -le digo riéndome.

-Solo un poco...

-Enrique, Tiare te está esperando -dice su mamá.

Enrique se despide y nosotros nos vamos a dormir en las sillas de la otra sala. Cada uno se acuesta a lo largo de las sillas y de a poco nos quedamos dormidos.

***

Me veo empapada en sangre en medio de un bosque. A mis pies está Sam con el pecho abierto y el corazón destrozado por un objeto punzante. Desesperada me agacho junto a él y noto que tengo un cuchillo ensangrentado en la mano.


He matado a Sam.
He matado a Sam.

Pienso llorando.

-Despierta -dice una voz conocida desde el bosque- Cyrel, ¡despierta!

Siento que una mano me toma del brazo y me sacude, pero no puedo verlo. Me seco las lágrimas e intento hablar, pero me pongo a llorar otra vez y logro despertar sollozando.

Al abrir los ojos veo a Luciano agachado frente a mí. Me incorporo rápidamente y me seco las lágrimas que empiezan a aparecer en mi mejilla. Me doy cuenta de que estoy temblando.

-Tranquila -dice él y toma asiento a mi lado.- Estás de vuelta a la realidad, no es la gran cosa, pero de seguro es mejor que tu pesadilla. -asiento levemente.

-Es mil veces mejor -digo aliviada.

-Déjame adivinar, soñaste que me perdías, pero ahora estás feliz de verme aquí.

-¡No, claro que no!

-Tranquila, solo bromeaba -dice levantando una ceja.

- Lo siento, gracias por despertarme, pero no soñé eso -digo desviando la mirada.- Lo que le pasó a Sam me ha dejado perturbada.

No me dejes por élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora