Entre la ropa y la pared

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Al despertar es su piel y su calor lo primero que siento y no puedo sentirme más feliz

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Al despertar es su piel y su calor lo primero que siento y no puedo sentirme más feliz. Miro su rostro dormido y le doy un beso suave en la frente. Ella ni se inmuta. Aprovecho para levantarme a hacer el desayuno.

Me pongo a hacer huevo frito, unas tostadas y jugo natural, pienso en lo bueno que sería poner música y mientras atravieso el living con nada más que los bóxer puestos, la puerta principal se abre. No pude evitar sobresaltarme como un gato asustado y escucho su particular risa llenar la casa.

-Einee-digo apoyándome en el sillón con la mano en el pecho.- Casi me matas de un susto.

-Lo sé, te he visto -dice apretándose el estómago, cierra la puerta tras de ella y cuelga las llaves.- Me vine antes, me había confundido con la fecha del pasaje.

-Así veo -digo y recuerdo a Cyrel. Mi corazón se acelera de los nervios.

-¡Huele bien! -dice y la sigo a la cocina. Einee toma uno de los dos vasos dezumo que había dejado en la mesa.- Estoy muerta de hambre... perdón-dice cuando la observo comerse una tostada.

-Note preocupes -digo ausente, mis pensamientos están en otro lado.Ella me mira con el seño fruncido y abre los ojos como plato.

-¡LUCIANO,EXPLÍCAME ESTO! -Einee deja el pan sobre la mesa y se apresura a tragar lo que tenía en la boca- Tú no sabías que vendría ¿Porqué había dos vasos de jugo?

-A veces me gusta imaginar que estoy acompañado. -digo sin poder evitar soltar una risa nerviosa.

-No, no creo que... no -dice como si tuviera un diálogo interno, se levanta rápidamente y corre para salir de la cocina.

La retengo en la puerta, por suerte tengo más fuerza que ella, pero no puedo contra las cosquillas.

-¿A quién estás ocultando? -me dice haciéndome cosquillas en las costillas y logra escaparse.

-Ay, no -le digo cuando se para afuera de la puerta de mi pieza, abre mi pieza y entra. No tiene ningún respeto a la privacidad.

Me sorprendo al ver que Cyrel no está allí, entro tras de Einee y miro de reojo al guardarropas. Allí está Cyrel, en el espacio entre el guardarropas y la pared, cubriendo su boca con la mano. Esbozo una sonrisa, se ve muy tierna con sus calcetas y la camiseta que le he prestado. Einee se da cuenta de la dirección a la que estoy mirando.

-Debí esperarlo -dice y sale disparada a la cocina.

-Es tan especial -dice Cyrel riéndose y lanzándose a mis brazos.- Einee está en shock.

-Es una dramática, vamos.

Entramos a la cocina y estaba allí,sentada, tomándose mi zumo.

-Te había preparado un jugo natural, pero ya ves, Einee se tomó el tuyo y el mío.

-Hay una sola razón por la que no quería que esto pasara y es que ahora vendrás a esta casa, pero no será para verme a mí. -le dice Einee a Cyrel, pero está sonriendo.- Son unos descarados, sabían que llegaría, aún así se arriesgaron a que los encontrara en una situación muy diferente.

-Einee, no sabíamos que llegarías hoy, ¿recuerdas? -digo.

-Cierto. Esto es tan raro, jamás hubiera pensado que mi mejor amiga estuviera con mi peor hermano-dice riéndose- Me alegran.

-No sabes cuanto más me alegro yo -digo mirando a Cyrel. La tomo de la cintura y la acerco a mi costado.

-En algún momento tenía que encontrar a alguien que me hiciera más bien que mal -dice Cyrel y me da un tierno beso en el hombro.- Y Luciano no me hace mal.

-Son un par de tiernos enamorados. -dice Einee poniéndose de pie- Tenemos que celebrar que se han encontrado y se dieron cuenta que son el uno para el otro, les prepararé el desayuno.

Einee hizo un buen desayuno, luego dijo que aprovecharía de salir con una amiga de su salón, aunque sospecho que es una excusa para dejarnos solos. De todos modos, agradezco mucho su gesto.

Cuando Einee se ha ido, agarro a Cyrel de la cintura y la llevo al sillón sin dejar de darle besos por todo su rostro.

-Eres demasiado tierna ¿sabías? -ella niega con la cabeza y se acomoda acostada boca arriba, yo me pongo sobre ella pero sin tocarla, apoyo mis brazos sobre el sillón para sostenerme- Pero también eres demasiado sexy. -digo apoyando una mano sobre su pecho.

-Tú me vuelves sexy, mira la camiseta que me pasaste ¡a penas me cubre las nalgas!

-Son muy bellas, necesitaba mirarlas -le digo acercándome como si fuera a besarla y cuando ella está a punto de responderme el beso, me alejo jugueteando suavemente con su pecho.

-Bueno,no me quejo, a cambio tengo esto -dice tocando mi torso desnudo.

-Hay algo que quería decirte -le digo en tono serio, ella frunce el seño-Debes ser mi novia.

Cyrel se ríe, me encanta verla reír.

-¿Debo?

-¿Quieres serlo?

-Ah,si es así, bueno.

-¿Lo serás por mucho tiempo? -le pregunto y me inclino a sus labios.

-Por el tiempo que tenga que ser, lo único que sé es que en este instante es a ti a quien más quiero y... al único que deseo. -Su mano recorre mi torso hasta llegar a mi entrepierna. Muerdo sus labios, escucho su respiración agitada y me pierdo recorriendo su piel.

Nos quedamos recostados con la piel sudada y una sonrisa imborrable en el rostro. Cyrel está apoyada sobre mi costado.

-Tenía miedo -le confieso y ella levanta la cabeza para mirarme a los ojos-Pensaba que querías estar con Sam, y cada día me preguntaba qué cosa buena podría tener yo para que te fijaras en mi y te hiciera cambiar tus sentimientos hacia Sam.

-El tiempo que compartimos en el lago me hizo entender algo.

-¿Qué cosa?

-Que no necesitamos ser perfectos, solo nosotros mismos, y seremos felices allí en donde podemos mostrarnos tal cual somos. No tenías que hacer nada para hacerme cambiar mis sentimientos, solo tenías que ser tú mismo.

Cyrel me respondió algo tan profundo que me dejó pensando en las profundidades de sus palabras. Creo que he encontrado a la indicada,a mi alma gemela o media naranja, todas esas cursilerías que dicen,o de manera más simple: he encontrado a aquella mujer que me hace feliz.





No me dejes por élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora