ᴄʜᴏϙᴜᴇ ᴅᴇ ᴍᴜɴᴅᴏs《ʀᴜɢɢᴀʀᴏʟ》(Terminada)

°(32) "Él cambio" °

Narra Karol

Me encontraba en la empresa ya que hubo un pequeño problema, se necesitaba la firma de Ruggero para unos papeles los cuales autorizan que el proyecto que se propuso hace años siga extendiéndose a más países. Lo que me parece raro es que Agustín ni Michael vinieron a pedirme el documento, ya que son ellos los que viajan a Italia para hacerle firmar y hablar temas de la empresa.

Son dos de la tarde y la verdad no tengo apetito por lo que me saltearé mi almuerzo, al final de cuenta tengo solo dos horas para alistarme antes de que Valu me saque arrastras de mi departamento. 

Cierro todas las carpetas, termino de chequear algunos documentos más y me dispongo a irme. Cuando subo al ascensor me es imposible no recordar aquel día en Inglaterra cuando ibamos a conocer al señor Brown y nos encontramos con una pareja mayor en el ascensor, bajo la mirada negando.

Tenia que empezar a superar las cosas que me va a terminar por estresar un día.

Valu me me mando un mensaje, riendo le contesto por lo ocurrente que puede llegar a ser, escucho que el ascensor se abre por lo que me indica que había llegado a mi piso. Bajo siguiendo con mi conversación.

Valentina puede alegrarte el día con solo un mensaje.

—Auch—susurro cuando recibo un golpe.

Mis carpetas se caen, por lo que me agacho para poder recogerlo.

—Lo lamento no te vi—me disculpo mientras trato de juntar lo que esta esparcido en el suelo.

—No te preocupes, también tengo la culpa por no mirar adelante—responde la chica con un acento raro pero conocido.

Frunzo mi ceño. 

Me ayuda a recoger mis carpetas, me pongo de pie cuando ella recoge la última, nos miramos y parece confundida.

—¿Karol Sevilla?—pregunta.

Asiento sonriendo.

—Un gusto Karol Sevilla—extiendo mi brazo— ¿ y usted quién es?—pregunto confundida.

—El gusto es mío señorita Sevilla—estrecha su mano con la mia— Soy Francesca...—hace una pausa pero yo sonrío, esta chica te transmite muy buena energía— Francesca Pasquarelli—mi sonrisa se vuelve en una mueca de sorpresa. Terminamos de saludarnos con las manos.

—¿Fran-cesca Pasquarelli?—estaba realmente muy confundida.

—Vaya al parecer si sabes quién soy. —ríe— Lamento mi llegada tan inesperada, vine justamente para hablar contigo y pedir algunos papeles de la nueva empresa que se piensa armar en Italia, soy la representante de aquella asociación—explica, asiento.

—Claro, acá lo tengo—respondo y le doy una de las carpetas que tenía.

Ella verifica y asiente sonriendo.

—Aprovechando que estoy acá, ¿viste a Agus o Mike?—pregunta, niego—Bueno los buscaré, fue un gusto Karol—dice dándose la vuelta.

Doy dos pasos hacia adelante pero me arrepiento.

—Francesca—llamo, ella voltea con una sonrisa.

—Dime—responde.

—¿Cómo está Ruggero?—pregunto directa.

—Él está...— se queda callada pensando en lo que dirá, vuelve a mirarme sonriendo— bien, mejor diría yo—sus palabras me duele pero finjo una sonrisa asintiendo.

—Me alegro—respondo dispuesta a irme— me tengo que ir—ella asiente, me doy media vuelta aguantando las lágrimas.

—Pero, él esta cambiado—su voz me detiene.