ᴄʜᴏϙᴜᴇ ᴅᴇ ᴍᴜɴᴅᴏs《ʀᴜɢɢᴀʀᴏʟ》(Terminada)

° (37) ¿Perdonar? °

Maratón 2/3

Narra Karol

Sin duda el tiempo pasa volando, así como también las pruebas las cuales llevo queriendo recaudar hace dos semanas. 

Con ayuda de Caro llevamos siguiendo a Maricielo cada fin de semana, para nuestra "suerte" ella no volvió a encontrarse con Santiago, cosa que dudo porque cuando iba a la empresa escuche una llamada donde quedaban en el mismo hotel de siempre, la seguí y ella no llego. Hay algo muy raro acá, no sé que es pero estoy haciendo todo lo posible por averiguarlo.

Y Ruggero no ayuda mucho que digamos, me sigue evitando y si hablamos terminamos peleando como la única vez que fui a su oficina. Todo va de picada. 

Anto una vez nos vio peleando, el regañado termino siendo el italiano, luego de aquello hablo conmigo. Ella tiene la calidez que siempre me hizo falta por lo cual no se me hizo difícil decirle el como me sentía, ella me conto que Ruggero no estaba pasando unas semanas fáciles,  siempre aparenta estar feliz pero cuando llega a casa su cara es otra.

Me enoja que su orgullo no le permita dirigirme la palabra.

—Tierra llamando a Karol—canturrea alguien.

Reacciono y miro a la persona de mi al frente.

—Mike—sonrió— dime—respondo.

—Al parecer amaneciste muy pensativa—bromea sentándose a mi al frente.

Suspiro dejando los papeles que tenía en mano a un lado.

—La cabeza me va a explotar con todo: el trabajo, las pruebas, los contratos, mi familia, la imagen de la empresa y...—me quedo callada.

—Ruggero—completa.

Desvió la mirada niego.

—No tiene importancia—respondo fingiendo una sonrisa.

—¿Cómo vas con tu salud?—pregunta mirándome.

Me encojo de hombros.

—Supongo que bien—le resto importancia.

—Karol hace dos semanas te desmayaste por una crisis, repito, ¿Cómo va tu salud?—cuestionada.

Sé que esta preocupado por mi, como todos los demás, que me estuvieron preguntando por mi salud desde después de salir del hospital. Si, por lo que me contaron Valentina grito como una loca para que logren atenderme. Me llevo al hospital donde una vez más me aclararon que debía de cuidarme mejor porque si sigo teniendo estas crisis y no las sé controlar podría terminar internada.

—Mejor Mike, estoy tomando las pastillas y estoy evitando los impactos emocionales fuertes—le digo explicando, él me sonríe asintiendo.

—¿Cómo estás?—pregunto.

—Tranquilo, aunque Ruggero me tiene como su esclavo—se ríe.

Asiento sin saber que contestar.

—Perdón—dice, niego sonriéndole.

—Es tu mejor amigo, no puedes dejar de hablar de él por mi—respondo.

—Karol quiero que me digas la verdad—dice de la nada, lo miro y asiento— ¿Qué hubieras echo tú, si la situación que pasaste junto a Ruggero fuera al revés?—cuestiona.

Mi mirada se queda en la pared.

<< ¿Qué hubiera echo? >>