ᴄʜᴏϙᴜᴇ ᴅᴇ ᴍᴜɴᴅᴏs《ʀᴜɢɢᴀʀᴏʟ》(Terminada)

° (51) Plan C °

Narra Karol

Los planes de Isabel habían salido mal, cuando llegamos mucha gente se nos quedaba viendo, el porque es evidente, las personas al notar que teníamos "cabellos" que llaman mucho la atención simplemente volteaban y con un ceño fruncido nos perseguían con la mirada, por lo que Isabel me hizo ponerme lentes negros y un gorro del mismo color, que al momento de verificar los vuelos así ella no quiera tuvo que sacármela, de  la misma manera con las esposas, sí, la muy enferma, se las había ingeniado para colocármelas discretamente, al igual que me inyecto algo lo que hizo que mi cuerpo pesará, mi cuerpo no reacciona, no puedo escapar. Y cabe decir que fue  Maricielo la que se había encargado de cubrir todos los moretones con maquillaje.

Todo esta planeado me iban a sacar el país para luego hacer cualquier cosa conmigo, cuando llegamos dijeron que el vuelo se había retrasado por problemas de la empresa, no entendía la desesperación que tenia Isabel hasta que escuche las sirenas de policías. 

<< Su plan se estaba yendo por la borda >>

La esperanza de poder librarme de ella empezó a crecer en mi, pero ella tenia ventaja. No podría reconocernos por nuestros cabellos y maquillaje, además de que no podía hablar por lo que me puso en la boca (internamente).

—¡Karol!— el grito del chico hace que voltee mientras Isabel me arrastraba a carro.

—Que te muevas maldita estúpida—me susurra enojada.

Ponía la mayor resistencia que podía pero era como luchar con el triple de fuerza que tengo en estos momentos, voltee hacia el mismo chico quién gritaba mi nombre y lo vi, aquel italiano que estaba corriendo buscándome andaba desesperado,  las lágrimas querían salir.

<< El está aquí >>

—¡Karol!—seguía gritando.

—Estúpido italiano—maldice Isabel.

Estaba luchando por escupir aquel coso que tenia en la boca pero ardía cada vez que lo intentaba. Cuando por fin cruzamos mirada, noto su claro asombro, sonrío como puedo al poder mirarlo una vez más y las lágrimas empiezan a salir sin siquiera pensarlo.

—¡Allá!— grita empezando a correar hacia mi dirección.

Isabel jala mi ropa y con toda las fuerzas que tiene termina por tirarme dentro del auto, notaba como el italiano se iba acercando pero Isabel ya estaba prendiendo el motor. Cuando iba a llegar, el carro empieza su marcha a una muy alta velocidad.

Me encontraba sollozando, tenía miedo.

Mire como Isabel miraba por el retrovisor y maldecía en voz alta, sus ojos tienen un toque rojizo y no porque llorará, se drogo en el baño del aeropuerto cuando se entero el retraso del vuelo.

Cuando por fin pude escupir lo que tenía en la boca me deja un gran dolor.

—Por favor, para—susurro y la garganta quema, ella me mira para luego reírse estando fuera de si.

—Estas estúpida si piensas que iré a la cárcel y tú saldrás de acá sin problemas. Tu querido Romeo no podrá hacer nada para salvarte princesita—me mira totalmente enojada.

No estaba mirando mientras conducía y me daba miedo, la velocidad a la que iba sobrepasaba el limito por mucho más que el doble permitido.

Su celular suena y lo pone en altavoz.

—¡Eres una estúpida! ¿Cómo no me avisaste que los policías estaban en camino?—chilla enojada contra el celular.

Si quería salir de aquí, tendría que pensar en algo urgente. Las manos me pesaban y el cuerpo no me respondía como quería, me dolía todo.