Lo primero que le dije a Jake cuando conseguimos despegar nuestros labios, justo antes de que llegase mi familia, fue quiero irme a casa, a lo cual él ya respondió con una amplia sonrisa.
Sin embargo, antes tuvimos que hacer otras cosas.
Cuando mi familia apareció, Alice llegó con una ropa para mí que había conseguido en un pueblo que quedaba de paso. Me oculté detrás de un árbol, acompañada en todo momento de Jacob, que aprovechó para darme un buen repaso con otra enorme sonrisa, y me quité ese horroroso e incómodo vestido que aquellas mujeres vampiro me habían puesto. Me puse los vaqueros que me había traído acertadamente mi tía, la camiseta estampada, la chaqueta, me calcé las playeras y salí de mi escondite ya cogida de la mano de mi chico. No pensaba soltarla jamás.
El vuelo en ese avión privado se me hizo hasta corto, no fue así el que me trajo a Bulgaria. En cuanto la sombra me llevó ante Razvan, éste me hizo otro hechizo con sus polvos dorados y ya me quedé totalmente inmovilizada, así que ese viaje de doce horas se me hizo muy largo y agónico.
Ahora, en el de vuelta, no me despegué de Jake ni un segundo. Me pasé todo el viaje entre sus brazos, con uno de ellos sobre mi hombro y el otro rodeándome por delante para engancharse con mimo en mi cintura. Mis brazos también le rodearon a él, no pensaban soltarle en la vida. Era una postura más bien incómoda, ya que estábamos de lado, pero merecía la pena sólo por tener mi mejilla descansando en su pecho durante todo el vuelo, incluso dormimos de ese modo. Hubiese preferido que no llevase puesta su camiseta, para sentir su piel, pero aún así, se estaba en la gloria notando sus fuertes latidos en mi rostro.
El viajecito duró doce horas, aunque se me hizo corto junto a Jake, además, como nos pasamos la mayor parte del vuelo durmiendo, ya que estábamos agotados, el tiempo ni lo notamos.
Salimos de Bulgaria a las dos de la tarde, hora de allí, y llegamos al aeropuerto de Forks a las cuatro de la tarde, hora de aquí, así que viajar tantas horas y llegar casi a la misma, fue un poco raro. Esto era debido a la diferencia horaria, ya que en Bulgaria iban diez horas por delante de Forks. Cuando en Bulgaria eran las doce del mediodía y estábamos luchando, aquí en Forks todavía eran las dos de la mañana y la gente dormía plácidamente.
Me llevé una gran y emotiva sorpresa cuando vi a Charlie y a Sue a la salida del aeropuerto, pero no estaban solos, Billy sonreía feliz y satisfecho a su lado cuando nos vio a Jake y a mí bien cogidos de la mano.
Sólo la solté para abrazar con fuerza a mi abuelo entre lágrimas, que correspondió mi abrazo, me besó y suspiró tranquilo. No dejaba de darle gracias a Dios todo el rato. Al siguiente que abracé fue a Billy y después a Sue. Según me dijeron luego, Seth y Leah ya les habían contado todo lo que había ocurrido, así que estaban al corriente, aunque habían esperado al día de hoy para decírselo, para no preocuparles más de lo necesario. Aún así, Charlie todavía tenía el susto dibujado en el rostro, tuve que jurarle muchas veces que habíamos terminado con los culpables y darle un montón de besos para que se quedase tranquilo del todo.
Billy también se sorprendió de ver allí a ese vendedor ambulante y mago que le había vendido la piedra celeste, así que tuvimos que explicarle que todo entraba dentro del plan para que Razvan, Nikoláy y Ruslán no pudieran vernos mientras yo estaba en su casa y para que, al irme con Jake, él también quedase protegido, por si acaso. Le explicamos, además, que ese truco de magia que Ezequiel le había hecho con aquellos polvos en realidad había sido un hechizo preventivo, es decir, una especie de vacuna para no ser contagiado con el hechizo, por eso lo primero que había hecho Ezequiel en cuanto Billy le había abierto la puerta, había sido lanzarle esos polvos, excusándose después con lo del truco de magia, eso evitó que fuera contagiado por el propio Ezequiel y le vacunó para que, al llegar yo, el contagio de mi hechizo no le hiciera efecto. Le revelamos que si había funcionado con él, era porque Ezequiel había actuado antes de que ocurriese el contagio, y que no había sido así con mi familia y el resto de aliados, ya que fueron contagiados sin darse cuenta y no se había podido evitar antes; el mismo Ezequiel ignoraba que mi familia estuviese bajo un segundo hechizo encadenado, y cuando llegó a la casa de mi familia en Anchorage, ya fue demasiado tarde, él y todos los que se encontraban allí también habían sido contagiados sin poder evitarlo. También le tuvimos que aclarar que con los lobos había pasado algo intermedio, puesto que el hechizo preventivo de Ezequiel no había servido para que no fuesen contagiados, al ser demasiados individuos y estar conexionados entre sí en su forma lobuna, pero había conseguido detener el efecto contagioso del hechizo en ellos y eso había evitado que se propagase a más gente. Le extrañó que el aspecto de Ezequiel fuera el de un humano ese día y le aclaramos que había utilizado una de sus barreras para modificar un poco su aspecto.
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JACOB Y NESSIE NUEVA ERA II (Comienzo 1° parte)
FanfictionEste libro está registrado en Save Creative para evitar posibles plagios. Todos los derechos están reservados a Tamara Gutiérrez Pardo, la mala utilización de los mismos por parte de otras personas podría ser objeto de sanción y/o delito. No. Regist...