NO HAY NADA COMO ESTAR EN CASA CON TU CHICA

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Lo primero que hice al llegar a casa fue pegar un pequeño portazo. Todavía tenía el cabreo bien metido en el cuerpo. Aunque en cuanto miré a Nessie y vi nuestro hogar, me tranquilicé un poco.

Sí, esta era la parte buena de todo esto. Por fin estábamos en casa, ella y yo juntos, solos, sin guerras, a salvo. Bueno, vale, eso era lo más importante, pero no quitaba para que mis sesos todavía estuvieran enredados con esa nube negra.

Esos viejos decrépitos habían tenido la gentileza de ordenarle a un par de chupasangres de su guardia que nos trajera a casa en uno de sus aviones privados, eso sí, para demostrar que iban a seguir ese dichoso tratado, nos habían dejado a las afueras de Forks. Después tuvimos que venir a cuatro patas, corriendo por los bosques. Los Cullen se habían marchado por su lado, a su antigua casa, y Ryam y Helen se desviaron hacia las suyas, no me digas por dónde, y se perdieron entre el boscaje en su forma de gigantes, amarraditos de la mano. Vaya dos.

Cheran ya estaba mejor, pero había sido llevado a casa por Shubael e Isaac, que se habían transformado para poder ayudarle a caminar. Tuvo suerte. Su viejo, Joe, estaba al corriente de todo, ya que a Cheran le había pasado igual que a mí y su primera transformación había tenido lugar delante de él. Casi le da un infarto, pero cuando el Consejo se lo explicó todo, se sintió muy orgulloso de su hijo. Por eso su restaurante se llamaba Wolf, ese que Nessie y yo ya habíamos hecho casi nuestro, también.

Ryam estaba muy contento. Los otros gigantes habían dejado de serlo y habían sido rescatados por los servicios de emergencia de un pueblo cercano a Volterra, que habían sido avisados con una extraña llamada anónima que les había chivado las coordenadas exactas de su paradero. Esas personas se encontraban sanas y salvas, y habían tenido la suerte de no acordarse absolutamente de nada, por lo que los Vulturis no iban a tomar ningún tipo de medida, aunque yo tampoco se lo hubiera permitido, claro.

En el tratado también se había añadido que esas momias ni nadie de su chuma podía entrar en zona Cullen, es decir, allí donde residieran éstos, pero, además, Ryam y Helen también habían quedado protegidos, ya que se había sumado una especie de cláusula o algo así que decía que ellos se libraban de cualquier persecución por parte de esas sanguijuelas.

Todos mis hermanos habían corrido hacia sus casas. Los imprimados ya estaban que se subían por las paredes para ver a sus chicas, y los que no lo estaban también se morían por llegar a sus respectivos hogares. Algunos, como Embry, estaban temblando por la reacción de sus familias, pero, en fin, aún así, tenían muchas ganas de volver a casa, aunque supuse que éste volaría primero para ver a Mercedes.

Conclusión: todo había quedado arreglado y en orden, menos mi cerebro, que seguía igual de destartalado y rabiado.

Me quedé quieto en mitad del vestíbulo, mordiéndome el labio mientras miraba a ninguna parte con los brazos en jarra, carcomiéndome por dentro.

―¿Estás bien? ―me preguntó Nessie, acercándose a mí, preocupada.

Genial. Lo último que quería ahora era que ella se angustiase por mí. Ya habíamos tenido bastante.

―Sí, no te preocupes ―medio sonreí, y le di un beso corto―. Voy a darme una ducha, ¿vale?

―Vale ―asintió, aunque no pareció quedarse muy conforme con mi respuesta.

Me di la vuelta y mis pies descalzos subieron las escaleras con un paso cadencioso. Atravesé el vestíbulo de arriba, el pequeño pasillo y enseguida llegué al baño. No tardé nada en meterme en la ducha, solamente tuve que quitarme los raídos y sucios pantalones, los cuales metí directamente en la lavadora.

Cerré la mampara y abrí el grifo. El agua salió fría al principio, pero pasó a ser caliente en un momento. Puaj, estaba hecho polvo, la verdad, por todo. Por el cansancio acumulado, sin duda, pero sobretodo por esa mierda de tratado que había tenido que firmar con esos vejestorios decrépitos. ¡Arg! No me hacía ni pizca de gracia.

JACOB Y NESSIE NUEVA ERA II (Comienzo 1° parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora