Todo se paralizó por un instante.
La pulsera de Nessie tuvo que reaccionar, activando su barrera, para que el guardia que luchaba con ella no llegara a tocarla, ya que se había quedado en estado de shock, al igual que yo. El vampiro recibió una descarga eléctrica y salió despedido de espaldas; cuando aterrizó en el suelo, parecía una estatua retorcida y quemada.
Milagrosamente, mi otra elipse llegó al ataque de Alec y esos rayos azules no llegaron a alcanzar a Esme, pero fue pura suerte, ya que dicha elipse también estaba descontrolada, era como si las elipses se me hubiesen escurrido de las manos y hubieran salido disparadas a todas partes, como un caballo salvaje. Fue una coincidencia pura y dura el que esa otra elipse se topase con esos láseres que soltaban los ojos del vampiro. No sé cómo lo hice, estando como estaba, pero conseguí controlarla, enganchándola por el centro, y la retraje hacia mí para que no hubiera otra desgracia más.
No sé ni quién fue el que me quitó a ese gigante de encima para que no me agarrase otra vez; por el color del pelaje que mi rabillo del ojo percibió me pareció que era Cheran.
No fui el único que sentí ese latigazo desgarrador lleno de dolor. Pude sentir el congelamiento de cada corazón vivo, el estupor y espanto de cada uno de mis lobos, el horror y la conmoción de los cuatro Cullen no hipnotizados, Ryam y Helen, que ya parecían imaginar por qué Nessie había gritado de ese modo al mirar a Alice… Pero el hondo y súbito dolor de Nessie se me clavó en lo más profundo de mi ser, fue un cataclismo para mí, un puñetazo, una bomba que estalló en mi corazón, haciendo que éste se desintegrase completamente, llevándoselo todo por delante.
Ella… ella iba a odiarme por esto… Nunca podría volver a mirarle a la cara… ¿Cómo iba a hacerlo? Yo mismo empezaba a odiarme…
Pero, de pronto, esa parálisis que sólo duró un segundo y que me pareció eterna se rompió cuando vimos cómo mi elipse no desintegraba a Alice, sino que la recorría entera, de la cabeza a los pies, compatibilizándose perfectamente con su alma dorada.
Mis ojos se abrieron como platos, pero la negrura que lo cubría todo también desapareció con la misma rapidez.
Alice…, susurró Nessie, esperanzada ante lo que estábamos viendo.
Su alma fulguró más fuerte por un instante y su boca soltó un jadeo cuando el poder espiritual de mi elipse terminó su raudo paso por su menudo y pequeño cuerpo, regresando acto seguido a mí. De repente, los ojos de Alice se tornaron a ese color dorado de siempre y volvieron a adquirir su brillo normal. Era como si hubiesen cobrado vida de nuevo.
Me alegré de ver esos iris con su habitual color ambarino, porque eso significaba que seguían con la abstinencia de tomar sangre humana.
―¡Alice! ―rió Nessie, abalanzándose a mí para abrazarme con júbilo―. ¡Jake, lo has conseguido!
¿Conseguir? ¿Conseguir el qué? Yo… yo no he hecho nada… Creo, estaba tan confundido, asombrado, alegre, feliz… En fin, que no sabía cómo me encontraba después de semejante susto.
Ahora pude sentir el alivio de mi manada, de Ryam, Helen y el resto de los Cullen.
―¡Eres genial, Jake! ―clamó Emmett, dándole otro puñetazo a uno de sus contendientes para celebrar mi tanto.
¡Ya no está hipnotizada!, siguió Seth con voz alegre.
Pero, entonces, algo frío, espeluznante y maléfico hizo que mi alegría bajara en picado y que mis pupilas se fueran automáticamente hacia ese medallón que colgaba del cuello del mago barbudo. Un rayo gélido atravesó mi cerebro y salió por mi cola cuando vi cómo ese ojo escarlata se entrecerraba para mirarme con un odio que me disparó un balazo a bocajarro. Me dio tal escalofrío, que toda la pelambrera de mi lomo se puso de punta.
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JACOB Y NESSIE NUEVA ERA II (Comienzo 1° parte)
FanfictionEste libro está registrado en Save Creative para evitar posibles plagios. Todos los derechos están reservados a Tamara Gutiérrez Pardo, la mala utilización de los mismos por parte de otras personas podría ser objeto de sanción y/o delito. No. Regist...