Maratón 2/3
Un año después...
-¿Nesesita algo más señora Blanco?
-No, eso sería todo por hoy Maite, puedes irte a casa.
-Gracias, con permiso. -Tomé mis cosas y me dirigí a mi casa.
Luego de la charla con mi hermana, conseguí un nuevo trabajo en una agencia de modelos.
Después de la última vez que vi a Estefan en la oficina de él, me salió un trabajo por la misma paga, esta vez sería la secretaria de Claudia Blanco, dueña de una de las agencias de modelos más grandes del país. Lo único malo fue que me tuve que mudar de casa.
Había tenido que bloquear el numero de mi ex prometido ya que después de lo que hablamos no dejó de insistir con que hablemos las cosas.
Y acá me encontraba yo, en un trabajo nuevo, con personas nuevas, arrancando una nueva vida.
cuando salí del trabajo, ya estaba comenzando a oscurecer. Solo había unos pocos autos estacionados en el lugar. Subí a mi coche, aseguré las puertas, coloqué las llaves y luego de ponerme el cinturón, intenté ponerlo en marcha, pero no enciende, esto no puede estar pasando, vuelvo a intentar ponerlo en marcha, pero sigue sin querer arrancar.
Como veo que Lucius no quiere cooperar, decido llamar a la grúa para que me lo remolque hasta el taller.
Estaba esperando que la grúa llegara, cuando alguien se detiene al lado de mi puerta. Ok Maite, calmante, ya se va a ir, no te van a secuestrar, intento decirme a mi misma para no entrar en pánico.
Mientras pienso en eso, la persona se agacha y golpea el vidrio del conductor haciendo que diera un salto del susto.
Cuando giro mi cabeza para saber quien es el asesino serial, no puedo creer lo que mis ojos ven.-¿Maite? ¿Qué estas haciendo acá?
-¿Yo qué hago acá? ¿Vos qué haces acá? ¿Acaso Selena te dijo donde estaba yo? -Ok, mi día no podía empeorar, justo hoy se tenía que cruzar en mi camino Estefan Alvarado.
-No, no me dijo nada. Yo estoy acá por que vine a una reunión de accionistas. ¿Ahora me vas a responder que haces tú acá a estas horas?
-Pues, yo trabajo acá, y estoy aquí en este momento por que estoy esperando la grúa, púes Lucius se averió.
-Ok, abre la puerta que te haré compañía.
-No, ve tranquilo, yo estaré bien.
-No, esta zona no es segura Maite, no seas terca y abre la puerta de una buena vez. -Estaba comenzando a odiar que tuviera razón. Sin ninguna otra opción le destrabé la puerta del acompañante.
Una vez que subió y trabó la puerta, nos sumimos en un incómodo silencio, el cual no tardó en ser roto por un demonio de ojos azules igual que el cielo de noche.
-Y... Tú... ¿Cómo has estado todo este tiempo? -preguntó Estefan sin mirarme.
-Bien. -Digo algo nerviosa- Trabajando ¿Tú?
-Pues trabajando y Extrañándote.
-Estefan... -Lo que menos quería ahora era volver a deprimirme como al principio.
-No Maite, -me interrumpió- no me calles, me preguntaste que cómo estaba y te estoy diciendo la verdad. Te extraño, no hay día en que no lo haga, hay días en que no me concentro por pasármela pensando en ti, ¿O me vas a negar que a ti te pasa lo mismo?
Solamente decidí callar.
-Eso lo tomaré como un sí. -De hecho era verdad, yo aún lo extraño, aunque mi herida haya sanado cosa que no admitire.
No iba a darle herramientas para lastimarme una vez más.El tiempo pasaba y la grúa no llegaba.
-¿Actualmente sales con alguien? -preguntó esta vez mirándome directamente.
-Eso a ti no te incumbe. -Contesto molesta.
-Lo tomaré como un no.
-¿Y tú? ¿tienes alguna víctima nueva? -pregunto viéndolo a los ojos donde antes amaba perderme y hoy solo producían dolor.
-No, y no vas a creerlo, desde que discutimos en aquel bar que no estoy con nadie.
-Es verdad, no lo creo. -Realmente me costaba creerle.
-Pues hazlo por que así es.
La grúa llegó, cargó mi auto y yo por mi parte salí a buscar un taxi. No hice ni tres pasos cuando Estefan me frenó.
-¿Qué crees que haces?
-Yendo a buscar un taxi.
-No, ni lo sueñes, no voy a dejar que lo hagas.
-¿Qué? ¿Disculpa? -no podía creer que todavía se creyera mi dueño.
-Observa a tu alrededor, ¿Ves algún taxi? -odiaba que tuviese razón.
-No. -Contesté derrotada- Agh, pues vamos entonces.
Una vez que nos pusimos en marcha, le dí la dirección de mi nueva casa. Mientras Estefan conducía lo hacía en completo silencio.
-Es por aquí. -Digo señalándole el lugar.
-Maite... -Pude notar la indesición en su voz- ¿Algún día te gustaría salir a cenar algo? Sin ningún compromiso, solo en plan de amigos.
-Mmm, no sé Estefan lo pensaré, pero no te prometo nada. -Termino diciendo para abrir la puerta y salir disparada hacia mi casa, necesitaba poner distancia.
Aún me aceleraba el pulso el estar cerca de él. Me sacaba de quiso que mi cuerpo me traicionara cada vez que lo tenía cerca.
Una vez que entré a mi casa, fui derecho al cuarto para quitarme todo y poderme duchar.
Mientras el agua relajaba toda la tensión acumulada, comencé a recordar lo que tuvo lugar tan solo unas cuantas horas atrás.
Después de vestirme, me metí bajo las sábanas y me perdí en mis sueños.
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Contrato con una mortal.® Parte II✔
RomanceDecidí dejar atrás a Estefan, todo lo que pasó y avanzar. Es hora de comenzar de nuevo aunque lo extrañe, aunque el dolor sigue presente. ¿Qué pasará cuando el destino se encargue de cruzarlos otra vez? ¿Maite se arriesgará a que las heridas se v...