Una vez que Estefan estacionó en la puerta de casa, me volví hacia él.
-Gracias, por todo, sé que no tenías obligación de hacer todo esto.
-Sabes que lo hago por que me importas.
-Está bien Estefan. -Todavía me resultaba raro escuchar decir aquello.Llegó un punto en que podía sentir como el espacio entre nosotros de hacía más estrecho. De pronto me faltaba el aire. Debí inspirar y exalar un par de veces para poder calmarme.
-Ahora, lo que yo quiero saber que es lo que piensas tú.
-¿Yo? -era la hora de la verdad, era hora de decirle que realmente sigue importandome.
-Maite ¿Te sigo importando? Si me dices que no, te juro que una vez que bajes de este auto te dejaré en paz y no volverás a saber de mí.
El escuchar aquello de forma tan directa hizo que miles de mariposas rebolotearan en mi estomago.
-Tú... -Puedo sentir como empiezo a tembar- Si... Si Estefan, me... Me sigues importando. Pero no se si pueda volver contigo.
Termino de decir esto agachando la cabeza, pues no quiero que vea lo afectada que estoy.
-Maite... Eso es... Eso es bueno saberlo. -Mientras dice esto me levantó la mirada para que lo viera directamente a los ojos. -No me rendiré tan fácilmente.
-Creo que lo mejor va a ser que entre a casa.
Literalmente salí huyendo de aquel auto, si bien admití frente a él que aún me importa y que lo extraño, todavía no estaba lista del todo para volver con él.
Entré a casa, y traté de serenarme.
En tan solo dos días mi pequeño mundo ya se encontraba patas arriba.Terminé de desvestirme, entré a la ducha y al salir, me preparé para irme a dormir.
Acababa de apoyar la cabeza en la almohada cuando mi móvil empezó a sonar. Era un mensaje de whatsapp de Estefan.
-"Descansa bien Mai, gracias por aceptar la cena. Fue muy especial para mí."
-"Descansa tú también, la pase lindo."
Se lo envié y luego de girarme en la cama comencé a pensar en lo que había sucedido esta noche. Había sido algo rara, había esperado cualquier cosa menos sentirme cómoda. Pero así había sido. Me plantié la posibilidad de ir a su cumpleaños, debía terminar con esto, si seguía dándole vueltas al asunto, corría el riesgo de perderlo definitivamente y quizás el día de mañana me podría llegar a arrepentir si no le daba una segunda oportunidad ya que ambos nos la debíamos.
Me desperté con el segundo llamado de la alarma, por lo visto en algún momento de la noche entre pensamiento y pensamiento me había quedado dormida.
Me levanté y me comencé a preparar para ir a trabajar. Como ya no tenía el auto, debía salir temprano a tomar el colectivo si quería llegar a horario.Después de terminar mi desayuno a toda velocidad, tomé mis cosas y justo cuando abro la puerta para salir a la calle, lo veo a Estefan recostado sobre un Audi descapotable.
-¿Y esto Estefan?
-Pues, es un auto. -Dice esbozando una sonrisa divertida.
-Si, ya lo veo. -Digo sorprendida- Me refería a que hace aquí.
-Ha, si... Eso... Pues es tu nuevo auto. -Contesta tendiéndome las llaves.
-¿Mi nuevo auto? -Aún no salía de mi asombro.
-Claro, como el tuyo no tiene arreglo y sales tarde del trabajo es mejor que no andes a pie.
-No puedo aceptarlo Estefan. No es correcto.
-No seas terca Maite, reconoce que lo necesitas.
-Esta bien, pero te lo devolveré apenas tenga el mió. -Contesto tomando las llaves del auto
-Buen día Maite.
-Buen día señora Blanco.
-Necesito que te prepares, en cinco tenemos una reunión.
Sin perder tiempo, tomé ni anotador, una lapicera y mi móvil. A los pocos minutos salió mi jefa por la puerta y nos dirigimos a la sala de reuniones.
Todo el día con mi jefa nos la pasamos yendo de un lado a otro, por lo visto uno de los jefes había renunciado y hasta que tomara el cargo alguien más, la señora Blanco se estaba haciendo cargo de los dos sectores.
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Hola mis bellas/os ¿Cómo están? Acá les dejo un capítulo más sobre Maite y Estefan.
Al fin las cosas se van acomodando de a poco en su lugar.
Espero que les guste, siéntase libres de votar y comentar.
Eli❤
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Contrato con una mortal.® Parte II✔
RomansaDecidí dejar atrás a Estefan, todo lo que pasó y avanzar. Es hora de comenzar de nuevo aunque lo extrañe, aunque el dolor sigue presente. ¿Qué pasará cuando el destino se encargue de cruzarlos otra vez? ¿Maite se arriesgará a que las heridas se v...