[Capitulo 14]

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Cuando llegamos, una vez dentro de la casa nos encontramos con los padres de Estefan.

-Buenas noches. -Saludo Estefan.

El primero en recibirnos fue el padre de Estefan.

-Hola hijo ¿Como están?

-Bien, ¿ustedes?

-Bien, organizando nuestro viaje de vacaciones de invierno.

-¿Ya saben a donde van?

-Teníamos planeado ir al sur a esquiar.

-¿Qué les parece si vamos todos juntos? -preguntó Marcela entusiasmada.

-¿Qué opinas cariño? ¿Vamos? -me preguntó Estefan con una sonrisa.

-Tendría que ver si en el trabajo me dan las vacaciones.

-No te preocupes, yo me encargo de eso.

-¿Cuando sería el viaje? -pregunto.

-El mes que viene.

Después de organizar a donde iríamos y que lugares visitaríamos, todos pasaron al comedor, menos Marcela y yo.

-Maite. Quería agradecerte, por que gracias a que hablaste con Estefan, mi familia hoy está unida.

-No es nada, solo hacía falta que alguien lo entendiera.

-Mi marido cambió mucho su relación con Estefan desde que él y yo arreglamos nuestras diferencias e incluso Fernando y él se llevan mucho mejor.

-Me alegro que estén bien.

-¿Y tú? ¿Cómo has estado todo este tiempo?

-Ahora estoy bien, pero no te lo voy a negar, al principio me costó mucho recuperarme, había momentos en los que pensaba dejar todo y volver con él, pero si lo hacía sabía que iba a volver a lo de antes.

-Estefan cambió mucho desde que ustedes terminaron.

-Veo que cambió, hace rato no se lo escucha.

-Es verdad, él...

-¿Vienen? -preguntó el padre de Estefan asomando la cabeza.

-Si querido, vamos Mai.

Después de sentarnos en la mesa, comenzamos a cenar.

-Ya hablé con Claudia sobre las vacaciones, dijo que no hay problema con que te tomes unos días, que ella se puede encargar de la agenda.

-Espero que agarre el cargo bacante alguien pronto.

-¿Que pasó? -preguntó Marcela interesada.

-Es que hace una semana atrás renunció uno de los jefes y ahora mi jefa se está haciendo cargo de dos sectores a la vez.

-¿Por que no te postulas tú? -Me sugirió el padre de Estefan.

-Pues... No sé si me lo permitan, pues hace tan solo seis meses que comencé a trabajar allí.

-Intentalo, total, el no ya lo tienes.

-Creo que voy a seguir tu consejo.

Luego de cenar, volvimos a lo de Estefan.

Nos recostamos a ver una película después de cambiarnos la ropa.

-Extrañaba nuestras noches así. Las películas no eran lo mismo sin ti.

-Por suerte eso quedó en el pasado. -Digo girándome y dándole un beso en los labios.

Después de acomodarme mejor, Estefan comenzó a acariciarme el pelo hasta que me quedé dormida.

A la mañana siguiente nos despertamos con la alarma de Estefan.
Después de pegarme un baño y vestirme bajé a desayunar. Cuando llegué a la cocina, Alicia ya tenía hecho el desayuno.

-¡Señorita Maite! -El grito de Alicia me dejó sorda.

-Hola Alicia, ¿Cómo estás?

Estaba por responder, pero quedó muda cuando Estefan entró por la puerta de la cocina corriendo a toda velocidad con cara de susto.

-¿Qué pasó Alicia? ¿Qué fue ese grito?

-Perdón señor Estefan, es que me sorprendió ver a la señorita Maite en la casa. ¿Se queda a desayunar?

-Claro que sí. -Respondo con una sonrisa tomando la taza que me tendía- No voy a perderme el delicioso café que preparas.

Luego de servir el desayuno, los tres nos dedicamos a desayunar.

Al llegar a los autos para ir a nuestros trabajos, nos quedamos un momento hablando.

-Más tarde te llamo así almorzamos juntos.

-De acuerdo amor.

-¿Pensaste lo que te dijo mi padre sobre pedir el puesto?

-Si, ahora cuando llegue al trabajo lo voy a hablar con la señora Blanco.

-De acuerdo. Cuidate.

-Tú igual.

Después de despedirnos con un rápido beso, nos pusimos en marcaha, cada cual a su trabajo.

Contrato con una mortal.® Parte II✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora