[Capitulo 12]

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La alarma nos sacó de la burbuja que habíamos formado hacía tan solo unas horas atrás.

Me levanté y me vestí con el vestido que usé la noche anterior.
Estefan era todo un Dios, pusiera lo que se pusiera era hermoso. se había puesto unos jeans oscuros, una camiseta manga corta color blanca y unas zapatillas.

Después de que armara un pequeño bolso, nos pusimos en marcha. Después de manejar durante un rato, llegamos a casa.
Fui derecho a mi dormitorio, tomé mi bolso y guardé un poco de ropa. Cuando tuve todo listo, salimos rumbo a la casa de mis padres.

Unas horas después, nos encontrábamos tocandado timbre.

-¡Maite! ¡Señor Alvarado! -Dijo mi madre sorprendida- ¿Qué hacen aquí? No nos avisaste nada de que venias.

-Quería que fuese una sorpresa -Contesté con una sonrisa.

-Vengan, pasen, pasen. -Jamás les dije el motivo de nuestra ruptura, no quería preocuparlos.

Entramos en la casa y pasamos directo a dejar los bolsos en el cuarto.

Una vez que acomodamos todo, fuimos a la cocina.

-¿Cómo te esta yendo en el trabajo?

-Bien, ahora estamos a toda máquina debido a que renunció uno de los jefes y mi jefa se está haciendo cargo de dos sectores a la vez hasta que asuma uno nuevo.

-Si, eso me contó tu hermana hace unos días. Lo que si, no sabía nada que tú y el señor Alvarado comenzaron a salir de nuevo.

-Es que volvimos ayer ma. Nos encontramos sin querer el día que se me rompió el auto y me invitó a su cumpleaños, el cual fue ayer.

Estábamos hablando cuando por la puerta de la cocina entraron Analia y mi padre.

-¡Mai!... ¿Señor Alvarado? ¿Que hacen acá juntos?

-Pues...

-Hola Analia, ¿bien y tú? Buen día señor Donovan.

-Buen día muchacho.

-No sabia nada que vendrían. -Mi hermana no salía de su asombro aún.

-Ayer tomé la decisión de venir por el fin de semana.

-Entonces tendremos que aprovechar el fin de semana. -Dice mi hermana esbozando una sonrisa picara.

-¿En que estas pensando? -Le pregunto con desconfianza.

-Ya vas a ver.

Mientras nosotros seguíamos conversando, mi hermana tecleaba en su móvil.

-Listo, ya está todo arreglado.

-¿De que estás hablando? -pregunto sin entender.

-Hoy a la noche salimos.

-Ay no Ana.

-Ana nada, ahí arreglé para salir, así que no tienes excusas.

Me giré para ver si Estefan se negaba, pero me terminé frustrando cuando comenzaron a organizar.

-¿Cómo has estado de tu arridmia pa? -pregunto mientras me llevo un poco de pollo y puré a la boca.

-Bien hija, por suerte no hay rastros, creo que esos días que me dieron de vacaciones sirvieron de algo.

-De hecho ya reservé unos días en el trabajo para irnos en las vacaciones.

-¿Qué? ¿Otra vez? - preguntó mi hermana.

-Ya escuchaste al médico Analia, cada tanto tiene que sacar vacaciones para no estresarse.

-Cuando decidan a donde ir avisen que voy con ustedes. -Se apuntó Analia.

-Yo pensé que irías de vacaciones con algunas de tus amigas.

-No después de que estos dos se fueron a Italia sin mi. -Responde Ana viendo a mis padres con expresión de fingido dolor.

-¿A Italia? Nunca supe que fueran allá.

-Claro que no, por que si se los decíamos ustedes dos se habrían apuntado. -Nos recriminó mi madre.

-Como sea esta vez no me dejan.

Era muy divertido ver a mi hermana hacer berrinche cual niña.

Cuando llegó la noche, después de preparar la ropa que usaría para ir al bar con mi hermana y Estefan más tarde, me entré a bañar.

Una vez que salí del baño, comencé a vestirme.

Me puse unas calzas negras, con una blusa azul y tacones negros.
Estaba trenzándome el cabello cuando Estefan salió del baño envuelto en una toalla de la cintura para bajo, dejando a la vista aquellos músculos.

-Estas hermosa esta noche cariño.

Luego de acercarse, me rodeó la cintura desde atrás y me dio un beso entre el cuello y el hombro provocándome un estremecimiento.

-Mejor me voy a vestir antes de que te secuestre y no te deje salir de esta habitación.

Ambos largamos una carcajada.

Estaba terminando de arreglarme cuando la voz de mi hermana sonó en la sala.

-¡Vamos Maite!, dejen de hacer cochinadas, vamos que se nos hace tarde. -Ok, eso estuvo de más.

Inmediatamente después del grito, salgo disparada fuera de la habitación.

-Con el "vamos" habría sido suficiente Ana. -Digo aún con la vergüenza plasmada en mi rostro.

-Siempre quise hacer eso. -Dice Analia largando una carcajada.

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Holas, acá les dejo un nuevo capi espero les guste. Pueden dejarme su 🌟 para que otras personas tengan la posibilidad de conocer esta historia.
                    Eli

Contrato con una mortal.® Parte II✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora