[Capítulo 27]

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El fin de semana llegó y con el la mudanza. Fernando y Debora nos dieron una mano.

Una vez instalados, Alicia nos preparó un almuerzo como para un batallón.

-¿Como va tu embarazo? -Digo mientras saco ropa de la valija y la guardo en los estantes del closet.

-Bien, aunque aún faltan cuatro meses.

-Me imagino lo ansiosos que deben de estar ambos.

-Si, ya queremos que nazca.

-Los felicito, de en serio. -Digo acercándome a ella y sonriéndole.

-¡Gracias! -Dijo sonriendo- La señora Marcela ha hablado maravillas de ti y cuando nos conocimos en el cumpleaños de mi cuñado vi que tenía razón.

El almuerzo transcurrió animadamente.

-Maite... -Dice Fernando con un tono de voz nervioso.

-¿Si? -Digo mirándolo.

-¿Podemos hablar? -pregunta inseguro.

-Si, vamos a la fuente. -Digo poniéndome de pie- Con permiso.

Nos levantamos de la mesa y fuimos al patio.

-Dime, ¿De qué querías hablar? -Digo tomando asiento en el banco.

-Yo... Te debo una disculpa. -Dice seriamente- No me comporté adecuadamente cuando nos conocimos.

-Eso es parte del pasado, pero te disculpo igual.

-Es bueno que mi hermano haya dejado de comportarse como un imbécil y te pidiera perdón.

-¿Por qué lo dices?

-Cuando nos enteramos de que ustedes dos habían roto el compromiso nos enojamos mucho con Estefan, sobre todo mi madre.

-Las decisiones que tomamos a veces conllevan consecuencias.

-Creo que Estéfan lo entendió tarde, pues todos menos él nos habíamos dado cuenta que había cambiado. Habías logrado lo que una larga fila de mujeres no. Al instante en que pusiste un pie en la casa de mis padre, nos dimos cuenta de que eras distinta.

-Deberiamos volver. -Digo poniéndome de pie.

-Si, vamos.

-¿De que hablaban? -Dice Estefan acercándose con Devora.

-De que gracias a ella tú y yo arreglamos nuestras diferencias.

-A, eso. Si, ella sola lo puede haber logrado. -Dice Estefan, pasándome un brazo por la cintura y dándome un beso en mi sien.

-Creo que alguien necesitaba que lo entendiera y lo hiciera comprender. -Al decir esto mi novio me acercó un poco más hacia sí.

-Estefan, realmente no la dejes ir de nuevo, -dice Fernando imitando la acción de Estefan con Devora- o mamá te matará.

Los cuatro reímos.

-Hablando en serio, ella vale oro. Me dolería tenerte que golpear tu hermoso rostro por comportarte como un patán.

-Creerme que aprendí la lección y gracias por todos tus consejos.

-¿Consejos? -pregunto mirando a uno y a otro.

-Si, durante los meses que ustedes estuvieron separados, Estefan iba cada día a casa llorando que te extrañaba.

-Eso es mentira cariño, no le creas.

-"¡Fernando! La extraño, no puedo vivir sin ella." "¿Qué haré si ella no me quiere ver más?" "¡Estefan! Estoy feliz de que ella haya vuelto conmigo." -Se burlaba Fernando con voz chillona.

-Por favor amor, no le hagas caso. -Dice poniendo cara de gato con botas.

No pude evitar reir- Ya me lo imagino. -Respondo riendo.

-Por suerte recapacité y ahora somos todos una familia unida.

Mientras conversábamos mi móvil comenzó a sonar.

-Con permiso. -Digo y me retiro un poco para poder hablar.

-Ma. -Digo contestando.

-¡Hola hija! ¿Cómo están?

-Bien ¿Y ustedes? -Respondo alegre.

-Bien, les mandan saludos tu padre y tu hermana.

-Gracias, saludos a ellos también.

-Llamaba para avisarte que mañana iremos a visitarlos ¿Ya te mudaste?

-Si ma. Ahora le aviso a Estefan. Los extraño.

-Y nosotros a ti hija.

Cuando corté volví a donde estaban todos.

-Cariño, mañana vendrán mis padres y mi hermana a almorzar, por que no les avisas a los tuyos y almorzamos todos juntos, obviamente ustedes también están invitados.

-Sería buena idea y una buena oportunidad de presentarse entre ellos.

-Creo que si. -Respondo con una sonrisa.

-Ahí lo llevo.

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Hola bellas, espero que estén bien, perdón por la tardanza, estos días no me he sentido muy bien, como ya avisé estaré subiendo cuando me sienta en condiciones, tranquilas que no voy a desaparecer del todo, solo les voy a pedir que tengan paciencia.
             Gracias por leer, votar y comentar. Eli

Contrato con una mortal.® Parte II✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora