Cuando llegó la hora del almuerzo, mi ayudante y yo nos pusimos en marcha.
Al llegar al restaurante, fuimos las primeras en llegar. Estábamos acomodándonos en nuestros asientos, cuando llegaron dos chicas. Después de las presentaciones, comenzamos la reunión para acordar los términos de los contratos
De vuelta en el trabajo, mientras trabajaba en la organización del próximo desfile para la temporada primavera-verano, mi secretaria me envió los contratos que debían ser firmados con los horarios en los que deberían venir.
Cuando llegó la hora de irme, me despedí de mi secretaria y mi ayudante y me encaminé hacia la salida.
-Hasta mañana chicas.
-Hasta mañana Maite. -Saludan las dos a la vez.
El tráfico era igual de insoportable que hoy a la mañana, sin duda todos o casi todos volvíamos a nuestros hogares.
Cuando llegué a casa, pasé directamente al cuarto, dejando mis cosas sobre mi cama. Tomé varias cajas que me habían quedado de la mudanza anterior y empecé a guardar todo lo que tenía sobre la cómoda. En las demás, guardé la mayoría de mi ropa dejando solamente la indispensable para toda la semana.Al terminar de empacar, tomé la toalla que estaba sobre el respaldar de la silla frente a mi escritorio y me entré a bañar.
Me terminé de vestir justo cuando sonó el timbre. Caminé hasta la entrada y abrí sin preguntar quien era ya que al ver la hora sabía que era Estefan.
-Deberías preguntar quien es antes de abrir. -Me reprendió Estefan como si fuera una niña pequeña a lo que rodé los ojos.
-Pero eres tú, así que pasa. -Le digo abrazándolo y dándole un beso en los labios.
-Traje comida china. -Dice levantando una de sus manos la cual sostenía una bolsa llena de paquetes.Después de cerrar la puerta de entrada, me dirigí a la cocina donde Estefan ya estaba preparando las cosas. Después de poner los platos y los cubiertos, nos pusimos a degustar lo que mi novio había comprado.
-No doy más. -Digo tomando con los palillos el último bocado de fideos de una de las cajas.
-Somos dos cariño. -Dice él dejando su caja vasía con los palillos sobre la mesa.
-¿Café? -digo poniéndome de pie mientras tomo las cajas vacía
-Me encantaría. -Dice poniéndose de pie siguiéndome detrás, mientras yo lavaba los vasos, él ponía a hacer el café.-¿Te quedas conmigo? -Digo girándome hacía él mientras me apoyo en la mesada
-Si quieres amor, no quiero invadirte. -Dice Estefan dándome un beso en la frente. Amo lo considerado qué ha sido conmigo todo este tiempo.
-Si, quiero que te quedes, ayer me costó mucho dormirme. -Digo incorporándose y saliendo de la cocina.Cuando el café estuvo listo, ambos nos sentamos en el sillón de la sala y después poner Escuadrón suicida en la tele, la comenzamos a ver.
-Creo que encontré una nueva forma de llamarte. -Digo conteniendo la risa.
-¿A si? ¿Cómo? -pregunta él con una ceja levantada.
-"Pudin" -Respondo con una sonrisa.
-¡¿Qué?! No, no definitivamente no. -Dice riendo.
-Si, es perfecto. -Digo acomodándome mejor en mi lugar.
-¿Perfecto? -pregunta incredulo- Es de todo menos perfecto.
-Si, imagina, que estas en una reunión y cuando termina, entro y te saludo diciendo "¡Hola Pudin!" -Esta vez no logro contenerme y largo las carcajadas.
-Lindo voy a quedar ante mis socios si me llamas así. -Responde riendo nerviosamente.
-¿Vamos a dormir Pudin? -Digo tomando las tazas y levantándome de mi asiento.
-Vamos.Después de pegarse un baño, se vistió tan solo con los boxees, ya que no había planeado quedarse esta noche conmigo y se acostó a mi lado, mirándonos cara a cara. Pusimos la alarma temprano, ya que Estefan debía levantarse temprano para poder ir a casa a cambiarse.
Una vez que nos acomodamos, apagamos la luz de noche y nos acurrucamos para dormir.
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Contrato con una mortal.® Parte II✔
Roman d'amourDecidí dejar atrás a Estefan, todo lo que pasó y avanzar. Es hora de comenzar de nuevo aunque lo extrañe, aunque el dolor sigue presente. ¿Qué pasará cuando el destino se encargue de cruzarlos otra vez? ¿Maite se arriesgará a que las heridas se v...