Capítulo 13

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Los primeros rayos del sol se filtraban por la ventanas de los habitantes de Gravity Falls. En el bosque, la luz entraba tenue por la ventanas de la cabaña del misterio. Wendy comenzó a despertar poco a poco, aunque no se sentía cansada, su cuerpo apenas respondía a sus ordenes. Se sentía relajada al grado de querer seguir durmiendo un poco mas. Ella abrió los ojos y lo único que vio fue una línea de color carne bastante clara y algo ancha, sobre lo que parcia ser el pecho de alguien. Al principio se alarmo, pero luego sonrió al recordar donde y con quien estaba. Ella se movió ligeramente para poder apreciar lo que veía mejor. A diferencia de Stan, Ford no tenia pelo en pecho, pero por la ligera sobra en el, supuso que se afeitaba. Pudo ver con mas cuidado todas las cicatrices que tenia y si que eran muchas. Tenia una gigantesca en el pecho, parecía un zarpazo de garras afilada. A los lados tenia una que parecía una estrella de una 7 puntas, como si lo hubieran atravesado, junto a otra muy grande, larga. En el otro lado tenia otra que parecía de un zarpazo, pero era mas pequeña. Vio el brazo que sostenía la almohada, apenas podía ver el nacimiento de su hombro, pero vio una línea que se desaparecía bajo la almohada, parecía una quemadura. Luego vio el brazo que la abrazaba, veía tres líneas dispersas, pero bastante anchas, también noto que tenia dos tatuajes. Uno era del símbolo de Bill dentro del circulo con los símbolos, tenia una gran cruz por encima. El otro lucia como un la boca de un monstruo abierta con dientes afilados. Movió sus ojos a la muñeca, pudo ver esa marca oscura que se hacia mas intensa sobre el hueso, donde las cadenas de Bill habían estado, torturándolo. Finalmente miro su cuello, había una cicatriza gemela a la de su muñeca, solo que un poco mas grande. Ella deseaba borrar cada marca que habían dejado esas dolorosas experiencias.

Ella beso su cuello, donde estaba la marca. Ford, quien estaba comenzando a despertar con el movimiento, abrió los ojos al sentir los labios de Wendy sobre su cuello. El bajo la mirada para encontrar a una pelirroja con una sonrisa traviesa.

-Buenos días –Dijo el sonriendo, moviendo un flequillo rebelde en su rostro pera poder verla mejor.

-Buenos días a ti también – Dijo ella con una sonrisa boba.

-Si así de bien se siente despertarme contigo, creo que no te dejare ir de aquí – Dijo Ford acercándola hacia si mismo.

- Yo deseo lo mismo, pero no podemos –dijo ella apoyando sus manos en el pecho de el.

- Sabes, creo que la edad no será un problema en el futuro.

-Lo dices por tu experimento de rejuvenecimiento – Dijo ella con curiosidad.

-Si, aun no estabilizo la formula, por eso el efecto no dura mas de dos horas, pero ya estoy trabajando en eso.

-Tengo curiosidad ¿Por qué quieres hacerte mas joven?

-Bueno..... La razón original era para adminístramela y a Stanley.....Ambos hemos pasado por mucho y nos hemos perdido de tantas cosas, casi todo por mi culpa.....Deseo darnos esa oportunidad que la vida nos arrebato para vivirlo juntos, además, ahora tengo otra razón.....También deseo vivir al máximo la vida contigo, pero se que no podre darte el cien por ciento de mi......No así de viejo como estoy –Dijo el con seriedad, acariciando el rostro de ella.

-Yo apoyo la razón de querer pasar con tu hermano de todo lo que se perdieron..... Pero recuerda que yo se que significa estar contigo, no me importa si eres viejo o joven.....Seguirás siendo el mismo Ford, al que amo – Dijo ella mirándolo a los ojos.

-Oh Wendy, tu si sabes como ablandarme –Dijo el sonriendo, entonces la beso.

Ella correspondió y su lengua fue al encuentro con la de el. Sus brazos fuero al cuello de Ford, mientras que los de el la abrazaron por la cintura. El beso era fiero desde el principio, era un mensaje mutuo de que uno necesitaba del otro. Wendy subió una pierna sobre el costado de el, tratando de estar mas cerca de el. Ford sintió como su intruso impertinente estaba reaccionando a la osadía de ella despertaba. Pero aunque su mente gritaba que se detuviera, una de su manos fue hacia la pierna de ella, sosteniéndola, sintiendo el contacto con la piel suave. Ford entro en razón cuando sintió que sus dedos se comenzaban a escabullir por el suéter que ella usaba. Recordó que ella apenas tenia su suéter y su ropa interior encima, además de que la tela de su pantalón de piyama era fina como la seda. Si su intruso despertaba mas, estaría en peligro de entrar en contacto con una no muy cubierta Wendy. Y No quería probar su fuerza de voluntad, ya que no sabia si podría resistirse. Así que bajo la pierna de Wendy de su costado y se separo de ella.

Suspirando por los PinesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora