Capitulo 32

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Los siguientes días se tornaron un poco agitados para la familia Pines. Comenzando la misma noche del rescate, pues fue un estresante trabajo explicar a la policía porque había tantas personas desnudas y amaradas en los frentes de su hogar. Por suerte Stan había inventado una gran mentira creíble, pues dijo que todos aquellos eran personas de alguna clase de culto morboso que había estado practicando una orgia sangrienta en las cercanías de la cabaña y ellos los neutralizaron con los aparatos de su hermano, pues ellos podrían representar un peligro para su familia. Ellos también explicaron que la falta de memoria de esos individuos se podría deber a drogas alucinógenas muy fuerte, lo cual explicaría el porque su cuerpo presentaba una temperatura extraña. Se llevaron a todos para ser arrestados y enjuiciado por sus aparentes crímenes. Dando finalmente por terminado aquel horrendo capitulo de sus vidas. Luego fue llamar a el varonil Dan y darle aviso del rescate de su hija. Este llego al poco tiempo de la llamada, y abrazo a su hija llorando, para sorpresa de todos. Este quiso llevársela a un hospital, pero Ford se negó, argumentando que debía tenerla en observación pues ella podría tener su sangre contaminada con la maldición de los hombres lobos. Dan pensó en discutir y llevársela por la fuerza, pero solo suspiro, pues sabia que ellos la cuidarían bien. Claro esta, este iría a verla todos los días. Stan sabia que todo aquello era una mentira, pues su hermano había escaneado a Wendy y ella salió limpia de cualquier gen mutante de lobo. Pero no dijo nada, sabia que Ford necesitaba tenerla cerca y cuidarla, para poder recuperar un poco su sanidad y tranquilidad mental. Ford tuvo que usar casi todo el ungüento en sus heridas y la de su familia, lo cual solo dejo un poco para las heridas mas graves de Wendy. Las demás tendrían que sanar solas en lo que este hacia mas ungüento. Pero hacer nada, ya era un tarea titánica para el.

Con el gen artificial de lobo aun en su sangre, descubrió que casi no tenia control en su fuerza, pues había partido vario tubos de ensayo, con apenas tomarlo entre sus dedos. Lo bueno fue que por lo menos pudo controlar ese aspecto, pero sus uñas también eran un problemas, había rayado varias tubos vasos e incluso algunas teclas de su ordenador, tuvo que comprar otro teclado. Pero lo mas problemático fue su temperamento, pues ahora tenia un casi inexistente control de su temperamento. Se desesperaba con mucha facilidad y también era mas propenso a la ira, pero había un gran esfuerzo para controlarse, pues cada vez que perdía el control, sus ojos volvían a ser dorados. Además sentía como con cada gruñido de frustración que daba o si apretaba la mandíbula, los colmillos crecían en su boca y sus uñas se hacían mas largas, tuvo que limárselas bastante esos días. Trataba de que nadie se diera cuenta de su estado, pues no quería alarmar a nadie. Además tenia que concentrarse en cuidar a Wendy, siempre entraba cuando ella estaba dormida, y si estaba despierta trataba de no estar solo. Ford sabia que tarde o temprano tendría que enfrentar a Wendy, que tendrían que poner las cosas claras, pero el sabia que podría ser el final de todo. Todo había sido por su culpa, si el hubiera podido poner todo en orden y no haber actuado como un patán el día que pelearon, Duke no hubiera podido tener esa ventana para capturarla. Además este aun tenia parte de sus poderes de lobos y provocar una discusión seria asustar a Wendy con su temperamento como controlable. También estaba lo que mas temía, la ruptura definitiva, el sabia que eso era lo mejor, pero nunca había sentido tanto dolor o miedo ante una posibilidad. Ella lo hacia sentir tan vivo, feliz y deseoso de un nuevo día. Para el, Wendy se había convertido un rayo de esperanza que iluminaba la fría y oscura soledad en su interior. Es cierto que el tenia a su familia y amigos, pero ella llenaba una soledad que no sabia que existía hasta que ella ilumino todo, ella era la parte que lo completaba. Perderla seria estar incompleto otra vez, sentirse solo de nuevo, temía a ello, no, le aterrorizaba. Otra cosa que también había notado de sus aun latentes poderes era lo muy sensible que era su nariz, especialmente hacia Wendy. Podía sentir todo los cambios que había su cuerpo, especialmente una esencia muy particular que ella emitía. Era un olor intoxicarte, como una droga que lo llamaba con fuerza, de forma agresiva. Casi siempre que iba a atenderla iba con una mascarilla, pues ese olor causaba cosas muy incomodas en su cuerpo. Aun su instinto salvaje estaba latente dentro de su mente, gritando por salir y reclamarla como suya. Pero Ford se mantenía firme, se alejaba por el bien de su amada.

Suspirando por los PinesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora