Epilogo

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Era un día tranquilo en Gravity Falls, el viento soplaba las hojas y el sol iluminaba con cálidos pero agradables rayos aquel dulce día de otoño. Parecía que nada podría perturbar la paz..... Pero la palabra clave es "parecía". Pues esa tarde aquel cálido pacífico y deleitable día, se vio completamente perturbado por un grito que rompió en viento con la fuerza de un rayo y no era precisamente de auxilio, más bien era ira. Toda criatura a menos de un kilómetro escucho con claridad como aquel hombre daba la negativa más grande y aterradora de su vida.

-¡NO,NO,NO! ¡¡¡NO!!! – Dijo un Stanford Pines completamente rojo de rabia.

-Papá.....- Dijo Estrella Pines, quien trataba de razonar con su padre.

-¡¡¡NO!!! – Dijo Ford aun con su negativa.

-Pero...

-¡¡¡NO!!! – Dijo Ford levantándose de su lugar, dándole la espalda a su hija.

-¡Ni siquiera lo conoces! – Dijo Ella levantándose de su asiento.

-¡No me interesa hacerlo porque ya dije que! ¡¡¡NOOO!!! –Dijo el aun si girarse.

-¡Es un gran chico! – Dijo ella aun sin rendirse.

-Hija, podrá ser un ángel bajado del cielo y mi respuesta seguirá siendo la misma – Dijo Ford sosteniéndose el puente de la nariz.

-¡Estas siendo injusto!

-Tal vez lo soy, pero también soy tu padre y mi trabajo no es ser siempre justo con ustedes.

-Esto va más allá de solo ser mi padre ¡Te comportas así porque me lleva tres años y medio!

-¡¿Y eso te parece poco?!

-Papá no es la gran cosa......

-Si tuvieras veinte años, pero tienes apenas trece años y un chico de casi diecisiete es muy viejo para ti.

-¿Por qué no me dejas a mi juzgar eso?

-¡No estas tienes la madurez de juzgar eso!

-¿Ósea que todo aquello de "Mis niñas genio" era solo una estúpida patraña? ¿O es que temes que finalmente tu juicio este errado? – Dijo Ella con audacia, tal vez mas de la necesario. Al oír esto, Ford se giró rápidamente con una mirada que asustaría al mismísimo diablo.

-Mucho cuidado jovencita..... Estas pisando hielo muy delgado, te sugiero que midas tus palabras, pues sabrás que no le permito a ninguno de ustedes que falten el respeto a nadie, especialmente a tu madre y a mi – Dijo Ford con un tono gélido, estaba furioso y ella lo sabía, pero no se retractaría de nada.

-¿Ahora te falto el respeto por decirte la verdad? ¡Tú no eres quien para hablar papá! ¿O se te olvida en las condiciones que ustedes estuvieron? ¡Esto solo te convierte un gran hipócrita! – Grito Ella sintiendo la ira desbordándose, pero un fuerte estruendo la cayo. Ford dio un gran golpe contra su mesa, su mirada era colérica, entonces ella supo que había cruzado la línea.... ¡Y en grande!

-Ve.... A.... Tu cuarto......- Dijo Ford Dijo Ford con una voz baja, aterradora. Este estaba apuntando hacia la puerta.

-No hemos....- Dijo Ella tratando de argumentar aun en aquel momento.

-¡Hemos terminado! ¡Ahora ve a su cuarto! ¡ESTAS CASTIGADA! – Dijo Ford apuntando hacia la puerta con los músculos tensos.

-¡No puedes....!

-¡Puedo y está hecho! ¡¡¡AHORA TU CUARTO!!! – Dijo Ford tratando de no retractarse ante la expresión quebradas y llorosa de su hija. Ella salió corriendo a la puerta.

Suspirando por los PinesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora