One-Shots [MattEdd] Opp! Day C A N C E L A D A

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One-shot pedido por NAD-ien
Espero que te guste ;)

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Y para terminar con el especial uno con el que lloré mientras lo escribía, zykzy.

La muerte es algo serio. Suele suceder cuando uno menos se lo espera y de las formas que uno nunca desearía o esperaría. Podrían incluso ser graciosas, pero eso no quita el dolor que las personas apegadas al difunto sienten al momento de verlos desvanecerse tan rápido como llegaron al mundo.

¿Por qué estoy hablando de la muerte así?, ¿por qué ahora? Bueno, creo que para comprender del por qué lo hago haría falta mi presentación.

Mi nombre es Matthew Hargreaves. Soy un tipo normal de Inglaterra que vivía en una linda casa junto a otros dos chicos que son mis mejores amigos y mi querido Edward. Él es el chico más especial que alguna vez haya conocido, y no lo digo sólo por el evidente hecho de que es mi pareja, sino porque es nada más que la verdad.

Él siempre tuvo una actitud muy extraña, pero eso mismo era lo que me atrapó completamente.
Desde que lo conozco he estado a su lado en todo momento, sean buenos o malos siempre me podían ver a su lado, apoyándole sin pensar.
Él había hecho de todo por mí, así que era lo mínimo que yo podía hacer.

Ahora, seguro se preguntarán ¿qué tiene que ver todo esto con lo que al principio estaba hablando? Bueno, como alguno se habrá de imaginar ya él es la razón por la cual hablo de esto.
Él está muerto, y todo por algo que las personas no saben que es el proceso más duro y horrible que alguien puede pasar.

Sé que el dolor que yo siento no es nada, y lo recalco, no es nada comparado con el dolor que él tuvo que pasar durante todo lo que su vida duró.

Imagina eso, estar enfermo desde que naces y crecer con la idea y el conocimiento de que en cualquier momento vas a morir. Con el pensamiento de que no verás crecer a las personas a las que amas, de que posiblemente nunca logres formar una familia propia; pensar en el dolor que le harás pasar a todo aquel que llegue a amarte y no poder hacer nada para evitarlo.

Si, debe ser horrible crecer pensando y teniendo aquello presente.

Y sin embargo, él nunca se mostró como alguien débil, como alguien que necesitara que le ayude con sus cosas. Sabía que él no quería ser percibido como un estorbo o una carga, quería ser capaz de hacer todo por su cuenta sin olvidar que, tarde o temprano, su hora llegaría.
Vivió tanto como pudo; se consiguió una casa propia, hizo despegar su carrera como dibujante, hizo amigos que siempre estuvieron con él hasta el final y a una persona que lo amó hasta su último suspiro. A alguien que le decía, incluso cuando se le notaba demacrado, que era hermoso justo como era, que era muy valiente por enfrentar todo con una sonrisa, alguna especia de superhéroe por hacer sonreír a todos con sus ocurrencias para que no notaran lo mucho que todo le dolía.

Recuerdo sus primeras quimioterapias. Yo estuve con él.
Tenía miedo de perder su cabello, aunque esto no sucedió éste eventualmente se le cayó con el tiempo y dejó de crecer. Comenzó a adelgazar de un modo preocupante, pero todo esto era normal. O al menos eso decía para mantenerme calmo.

Lo siguiente no fue mucho mejor, sus fuerzas desaparecieron poco a poco, llegó un momento en el que, una vez mientras íbamos al cine, perdió las fuerzas de repente y fue internado de repente.

Lo que sentí al verlo caer así no se puede describir con palabras. Plantea una situación así: estar con la persona que adoras más que a tu vida en una tarde donde sólo tenían planeado divertirse y, de repente, verlo caer al suelo con la nariz sangrándole y sin responder a tus llamados desesperados. Tener que llamar a una ambulancia y llorar por no saber qué más hacer; ver cómo lo llevan de emergencia entre el tráfico habitual de la tarde y no dejarte saber qué le sucede hasta dentro de varias horas después.

Ese día fue el último en el que le vi sonreír.

Luego de eso me quedé en casa, esperando por alguna llamada que me diera noticias de él, las que fueran, no me importaba, sólo quería saber de él.
Y fue entonces, cuando escuché la voz temblorosa de Tord que entendí que él se había ido para siempre, y no podía hacer nada.

Es curioso, pensé que lo peor sería verlo morir, pero al momento de tener sus cenizas en mis manos entendí que había un dolor peor que el que había sentido en aquel instante.
Tenerlo en manos y sin embargo no poder tocarlo, seguía conmigo pero ahora jamás lo volvería a ver. Nunca más podría decirle lo mucho que él significaba para mí porque, más que ser su pareja siempre fui su mejor amigo. Siempre estuve a su lado, siempre pensé en su bienestar, siempre quise lo mejor para él. Y sin embargo aquí estoy, llorando sin control por su partida, teniendo pensamientos egoístas queriendo verlo otra vez.
Si su tiempo se terminó debería respetarlo y seguir adelante, pero no puedo. Hay un enorme dolor que me impide continuar, algo que no me deja olvidarlo.

Porque duele, y mucho; me duele tanto pensar en lo que no pude decirle, en todo lo que no pude expresarle, todos esos abrazos y besos que me hubiese encantado darle. Tanto cariño que tenía para él y sólo para él se quedarán como sus cenizas, guardadas y refugiadas por mis dolorosas memorias que no hacen nada más que lastimarte más y más cada vez que recuerdo su voz, su nombre, su sonrisa. El cariño con el que siempre me trató, los pequeños detalles que tenía conmigo, aquellas dulces palabras que le avergonzaba decirme en público.

Si, mi pequeño y dulce ángel partió, y no había nada que se pudiera hacer para evitarlo.

Lo único que queda cuando alguien se va es recordarlo con todo el amor que le tenías, guardar todo lo que sentiste por aquella persona y tratar de seguir.
Intentar olvidar no es algo que te ayude con el dolor, lo sé.
Dolerá por algún tiempo, es verdad, pero todo ese dolor eventualmente se hará menos pesado de llevar y entonces y sólo entonces podrás volver a sonreír sin dolor, sin hacerle sentir mal por haberse ido de este mundo sin avisar. Quizá un día puedas verlo, esperándote con una sonrisa como tú le esperaste y le viste siempre, hasta el final.

Porque al final de todo, no hay nada que puedas hacer para cambiarlo.

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Ah, esto me lastima.
Bueno, no quiero seguir hablando de esto o voy a llorar. En fin, sé que esto ya no cuenta como especial de San Solterín pero en Japón está el Día Blanco so... ¡Feliz Día Blanco! :D

Ahora si, los pedidos serán re-abiertos oficialmente, PERO hay unas cositas que cambié con respecto a la manera de pedirlos así que si pudieras echarles una miradita estaría genial :"^)

En fin, todo por mi parte, lamento la tardanza con esto, pero es mejor tarde que nunca (que en mi caso si podría haber sucedido, ah)
¡Adiós!