Capítulo 14: Un secreto a voces

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Llegaron al instituto en el coche de la hermana de Paloma, y se despidieron de ella. Bajaron del vehículo. Era por la mañana, y el Sol lucía en lo alto del cielo, aunque aún no lo bastante alto.

—Vaya mierda. Me han secuestrado. —Dijo Jon.

—Pero al menos te has escapado tú solito. No hemos tenido que llamar a la policía. —Dijo Paloma.

Entonces, entraron, y en el interior de una de las clases de Primaria, se encontraba Marta con un ordenador. Cuando vio entrar a Jon por la puerta, le dio un abrazo.

—Creímos que te habían matado. —Dijo Marta.

—Ya ves que no. Me han pegado y eso, pero peor han acabado ellos. —Dijo Jon.

Alejandro Insúa y Rafa estaban a su lado.

—Jony, ¿te han intentado violar? —Dijo Rafa.

—No. Me los he cargado yo antes. —Dijo Jon.

Entonces, Marta le enseñó a Jon unos datos que había encontrado en su ordenador.

—Te van a sorprender estos sonidos, ya lo verás. —Dijo Marta.

Entonces, se pusieron a escucharlos. Eran gritos y voces de niños, para la sorpresa de Jon.

—Son psicofonías. ¿De dónde las has sacado? —Inquirió Jon.

—En el patio de atrás, hemos colocado un detector de sonidos extraños. Fue idea de Juanjo, no mía. Estuve unas horas comprobando los resultados del ordenador y vi que sonaba algo. Cuando lo encendí, vi unos picos de ondas muy fuertes y se oían voces diciendo ayúdame y otras cosas más. —Dijo Marta.

—Un momento, Marta. Esas ondas están en el rango de las ondas de radio. —Dijo Jon.

—¿Qué importa eso? —Inquirió Marta.

—Pues que estas ondas han sido transmitidas desde algo invisible, o aparentemente invisible para nosotros, pero que las ondas de mayor longitud de onda pueden seguir llegando. El detector no ha recogido sonidos del espacio procedentes de púlsares, cuásares u otros fenómenos astronómicos. Vienen de abajo, como de una especie de sótano. —Dijo Jon.

—Entonces, podría haberse quedado grabado en el sótano del que proceda. —Dijo Paloma.

—Eso serán los extraterrestres, que están dándonos por culo ya. —Dijo Rafa.

—¿Acaso se ha comunicado que el instituto SETI haya descubierto señales procedentes de otros planetas? Son ondas de radio o microondas, una de dos, aunque por lo que ha descubierto Marta, son ondas de radio. Si se tratase de microondas y fuesen en la línea de emisión del hidrógeno, se habría sospechado de vida extraterrestre o de pulsos estelares, pero las psicofonías dicen claramente que los sonidos proceden de algún lugar oculto en el instituto. —Dijo Jon.

—La criatura que habita en el Sótano de los Horrores podría ser sensible a las ondas de radio. —Dijo Paloma.

—Esto podría escucharse tarde o temprano en todas las zonas de telecomunicaciones. Marta, ¿hay algo en la línea de emisión del hidrógeno? —Inquirió Jon.

—Nada. Nada que indique que pueda tratarse de una forma de vida propiamente dicha. —Dijo Marta.

—Pero hay una cosa que no sabes, Marta. La zona de la que proceden los sonidos de radio no parece estar en esta dimensión. Por eso los mapas del instituto no pueden incluirla. El Inquisidor tenía conocimiento de dimensiones, que él consideraba el cielo y el infierno. Los sonidos que nos llegan proceden de partículas supersimétricas que nos llegan desde el otro lado, dado que pueden traspasar las dimensiones del espacio-tiempo. —Dijo Jon.

—¿Y cómo se come eso? —Inquirió Paloma.

—En física, se describe la supersimetría como una propiedad de las partículas fundamentales como los electrones, los fotones y los quarks que hace que tengan una compañera idéntica en dimensiones adicionales del espacio-tiempo. Se les llama spartículas. Unas cuantas han llegado a los detectores de Marta desde una dimensión superior del espacio-tiempo. Esto nos permite saber que el Sótano de los Horrores existe, pero no en nuestro espacio-tiempo tetradimensional. Un regalo de la teoría de cuerdas. —Dijo Jon.

—O sea, que nos están llegando partículas de otras dimensiones. —Dijo Juanjo, que también estaba allí.

—Así es. ¿Piensas decírselo al CERN? —Inquirió Jon.

—No, pero nuestra profesora estaría encantada de saberlo. —Dijo Juanjo.

—Pero sigo sin entender cómo un detector de baja energía ha podido captar partículas supersimétricas. Esto podría representar un avance en las hipótesis de gravedad cuántica, y que los físicos reformulasen todas sus ecuaciones. Los sonidos están captados en armónicos, cosa que cabría esperar de partículas que, a su nivel más fundamental, son cuerdas. —Dijo Jon.

—Pero no hay nada en los modelos de física más allá del modelo estándar que explique las psicofonías. —Dijo Juanjo.

—Eso lo ha causado la criatura. La criatura que hay acechando allí, y tal vez las víctimas que atrapó hace ya muchos años. —Dijo Jon.

—Pues esta noche, voy a traer un detector especial de partículas y vamos a inspeccionar la zona en la que el detector ha captado esas psicofonías. —Dijo Juanjo.

Mucho después de las clases, cayó la noche. Cayó la noche y los chicos empezaron a sondear el instituto en busca de fuentes extrañas de ondas de radio, supuestamente relacionadas con la supersimetría. Tal vez la criatura tuviese habilidades extradimensionales, pero eso era algo que aún no sabían.

Tenían que estar muy atentos.


Sombras de Odio II: El Sótano de los HorroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora