Capítulo 15: Oculto a plena luz

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Juanjo sacó su detector de partículas supersimétricas (a saber de dónde lo habría sacado). Se colocó delante de las paredes del patio de atrás, y sacó un extraño tubo que parecía conectado con el interior de las paredes.

—En un momento han llegado ocho partículas. —Dijo Juanjo.

—Un número anormalmente grande para detectar algo en física de partículas. —Dijo Jon.

Entonces, el número de partículas detectadas en el contador de partículas de Juanjo fue ascendiendo, hasta llegar a ciento sesenta y cinco. 

—Un número elevado. —Dijo Jon.

Entonces, algo se abrió al final del patio de atrás. Era como una especie de portal.

—¿Es esto acaso Stranger Things? —Inquirió Paloma.

—Esto es más extraño todavía. —Dijo Jon.

Pero lo más extraño fue lo que salió de él. Una criatura con seis ojos, cuatro brazos y dos piernas, que mediría unos tres metros de altura. La criatura sacó unos largos tentáculos.

—El Demogorgon. —Dijo Paloma.

—Eso no existe. Este puto bicho es real. —Dijo Jon.

Entonces, la criatura atrapó a Marta con uno de sus largos tentáculos.

—O la liberamos o ese cabrón la asfixiará. —Dijo Patricia.

Entonces, Jon sacó una pistola y disparó en el brazo a la criatura, haciendo que perdiese fuerza y soltando a Marta. La criatura, acto seguido, se dirigió hacia Jon y empezó a intentar atacarle, pero Alejandro Insúa llegó en ese momento montado en su moto.

—Mira lo que me han instalado. —Dijo Alejandro.

Entonces, Alejandro mostró una torreta que le habían instalado en el lateral de la moto. Alejandro empezó a disparar a la criatura hasta que la mató. La criatura explotó en una violenta explosión de sangre verde.

—Sangre verde. Qué asco. —Dijo Paloma.

—Sí. La verdad es que sí. —Dijo Jon.

—Cómo se ha asustado esa maricona cuando he llegado. —Dijo Alejandro.

—Bueno. Parece ser que sabemos más o menos qué es lo que está produciendo los asesinatos. —Dijo Jon—. Solamente tenemos que encontrar el Sótano de los Horrores.

Entonces, salieron del patio de atrás, listos para iniciar un nuevo plan, con el que seguramente podrían combatir a lo que hubiese en el Sótano de los Horrores.

—El Sótano de los Horrores, según nuestros cálculos, se encuentra en otra dimensión. Una dimensión que, al parecer, se encuentra en el mismo espacio que ocupa el instituto, pero que necesitaremos localizar un portal para abrirla. Lo que no me explico es cómo aquellos niños lograron entrar. —Dijo Jon.

—Sea como sea, habrá mucha sangre. —Dijo Marta.

—Por desgracia sí. —Dijo Jon.

Entonces, una extraña mujer apareció en la zona.

—Hola, chicos. ¿Necesitáis algo? —Preguntó.

—¿Eres una puta? —Dijo Marcos.

—Oye, chico. Ten un poco más de respeto. —Dijo la mujer.

—Entonces, ¿qué haces aquí a altas horas de la noche? —Dijo Marcos.

—Buscar algo de compañía. Soy una cazadora, al igual que vosotros. —Dijo la mujer—. Mi nombre es Teresa.

—Pues yo soy Jon, también cazador de monstruos. Estamos planeando la forma de entrar en el Sótano de los Horrores. —Dijo Jon.

—Esto no es nada que se deba tomar a broma. También sé lo de los asesinatos. Por eso estoy aquí. Hace cinco años mi primo Julián desapareció misteriosamente sin dejar rastro, y estoy segura de que puede encontrarse en el Sótano de los Horrores. —Dijo Teresa.

—Pues más nos vale darnos prisa, porque si no lo hacemos esos cabrones de las Sombras del Odio seguirán alimentando a su criatura con la carne de los alumnos de este instituto. —Dijo Juanjo.

—Pues debemos darnos prisa. —Dijo Jon.

Entonces, salieron de allí.

—Os llevaré a mi guarida. —Dijo Teresa.

—¿Y dónde está eso? —Inquirió Mario.

—En mi casa.



Sombras de Odio II: El Sótano de los HorroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora