Capítulo 20: Una misión exitosa

63 7 0
                                    



Jon y Paloma se encontraban a medio camino entre el portal y el Sótano de los Horrores. Jon había matado a Darío y a su patética criatura asesina. Entonces, el walkie talkie que llevaba Jon en el cinturón empezó a sonar.

—¿Qué ocurre? —Inquirió Jon.

—Soy el primo de Teresa. Tenéis que salir de ahí ya. La conexión entre los dos Universos se está perdiendo, y poco a poco os estáis quedando atrapados en el Sótano de los Horrores. —Dijo el primo de Teresa.

—Estamos llegando al portal. ¿Cuánto tiempo aguantará el portal? —Dijo Jon.

—Aproximadamente diez minutos. La materia negativa introducida en el portal no podrá sostenerlo durante mucho tiempo, y la gravedad hará que se tambalee, y los dos moriréis si no entráis en él antes de que se cierre. Lo peor puede ser si se cierra con vosotros dentro. —Dijo el primo de Teresa.

Entonces, Paloma y Jon se apresuraron más para entrar a tiempo en el portal, y entonces, finalmente lo lograron.

—A la de una, a la de dos y... ¡TRES! —Dijeron al unísono, antes de meterse en el portal.

Entonces, Jon se sintió como si estuviera viajando a través de una montaña rusa espaciotemporal, dado que estaba en un atajo en el tejido del espacio-tiempo. Finalmente, salieron del agujero de gusano.

—Me alegro de que estemos otra vez en este Universo. —Dijo Jon.

—No creo que tanto como yo. —Dijo Paloma—. Ese lugar era frío, oscuro y tétrico. Bueno, lo bueno es que, como estuve dormida, no me enteré de nada. No quisiera haber visto a ese monstruo. Por cierto, no me imaginaba que Darío estuviese tan loco.

—La gente es rara. —Dijo Jon—. Y Darío es la excepción que confirma la regla. Estaba obsesionado con la obtención de un mayor poder.

—Para lo que le sirvió... —Dijo Paloma.

—Sí. Tres tiros en la cabeza. —Dijo Jon.

Entonces, el capitán de los GEO se acercó a Jon.

—Has demostrado ser más valiente que cualquier hombre que conozca. Cualquiera se habría alejado pitando de aquel oscuro y mugriento lugar, pero tú superaste ese miedo para salvar a tu amiga. No he conocido nunca a nadie tan noble. —Dijo el capitán de los GEO.

Entonces, el capitán de los GEO se marchó con su equipo de policías especialmente armados hasta los dientes.

—Felicidades, mano, por ser el puto amo. —Dijo Mario.

—No ha sido mi victoria. Ha sido nuestra victoria. Todos hemos recuperado a Paloma y todos hemos eliminado a la amenaza del Sótano de los Horrores. —Dijo Jon.

Entonces, todos se retiraron de allí. Habían eliminado la amenaza procedente del Sótano de los Horrores y rescatado a su amiga. Era algo de lo que podían estar contentos.

Pero a Jon le seguía dando vueltas en la cabeza la idea de que las Sombras del Odio aún seguían causando problemas. No los habían vencido del todo, y ellos usarían cualquier arma física o sobrenatural que pudiesen para causarles los mayores problemas imaginables, incluso la tortura y la muerte.

Se fueron a sus respectivas casas, para descansar un poco de tanta violencia, al menos hasta que las Sombras del Odio volviesen a actuar.

Jon sentía que se avecinaba lo peor.




Sombras de Odio II: El Sótano de los HorroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora