Embarazo

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A lo largo de su vida en el mundo mágico, Hermione había estado infinidad de veces en la casa numero doce de Grimmauld Place, es mas, en su edad escolar y tras el primer regreso del señor oscuro, ella había vivido allí junto a Sirius, a Harry, los Weasley…, junto a Ron. Como lo extrañaba. Cuanta falta le hacían sus ocurrencias. Como cuando Ron protesto durante meses porque tuvieron que limpiar el lugar de las plagas, teniendo que soportar día y noche los gritos de Walburga Black sobre los traidores de sangre. 

Sin embargo ahora todo era silencio. El viejo cuadro la observaba en completo silencio deleitándose con el trato de prostituta de bar que recibía. Era realmente humillante y las reglas de la casa eran una clara muestra de ello. Se debía levantar a las seis de la mañana y sin vestir ninguna prenda ir a la cocina para supervisar que los elfos preparasen el desayuno como a Bella le gustaba. Luego subir y despertar a su ama practicándole sexo oral. A medida que despertaba su libido también lo hacía, pero antes de llegar al clímax salían de la cama para ir al baño donde una tina con agua y flores ya estaba preparada. Bella entraba en ella para que Hermione le lavase cada parte del cuerpo con esmero y delicadeza, obviamente ahí terminaban lo que habían empezado en la cama Al salir la vestía y bajaban al comedor. Hermione tenia terminantemente prohibido vestirse en casa, ya que debía estar lista para brindarle placer a su ama. La cual en el momento menos pensado cruzaba la chimenea desde su oficina solamente para acariciarla y darle un beso obsceno junto a un par de nalgadas. Sus noches eran un infierno, ya que cada caricia parecía no hacer otra cosa que aumentar su obsesión por ella.

Aunque las cosas habían cambiado hacia un par de días. Mientras estaba en la cocina controlando que se preparase el te de la manera correcta, sintió como todo su mundo giraba y se debió agarrar al mesón par no caer. Le pidió a los elfos domésticos no decir nada. No quería pasar por otra humillación frente a un médico que viera en las condiciones que vivía. 
Pero sus planes fueron alterados cuando al día siguiente, durante un almuerzo, Bella la había sentado en su regazo para que compartieran los alimentos como era habitual y en mitad de este, Hermione había salido disparada al baño para devolver todo lo que tenia en el estomago. Eso le había pasado un par de veces antes que Bella hubiese llamado al medimago de la vez anterior. 

Al llegar este, nuevamente la había examinado, ordenando que se acostara de espalda y abriese las piernas. Cuando lo hizo el médico, había introducido sus dedos por su vagina sin ningún tipo de delicadeza, después había lanzado unos hechizos sobre su vientre. 

- Muchas felicidades mi señora su esclava esta embarazada – dijo el medimago – tiene un mes de gestación 
- ¿Qué dijo? – susurro Hermione sorprendida 
- El hechizo funciono correctamente, pero para evitar accidentes lo sellare
- ¿Qué hechizo? – pregunto Hermione un tanto histérica.
- ¿Recuerdas el día que llegaste por primera vez a la mansión? Bueno cuando Philips te examino, tambien te lanzo un hechizo para que te pudieras embarazar de mi con el simple hecho de que nuestros fluidos se intercambien – dijo Bella con simpleza
- Eso es imposible – dijo la muchacha –. Estas mintiendo. Este hijo de Ron 
- ¿Existe alguna posibilidad de saber el tiempo del bebe? – pregunto Bella
- Si señora. – el medimago lanzo nuevamente un hechizo sobre el vientre de su paciente y sobre este apareció una pequeña pantalla en que se vio claramente el tiempo del embarazo: “cuatro semanas” 

Las lágrimas de Hermione empezaron a salir de sus ojos sin que él se pudiera contener. Iba a darle un hijo a ese monstruo que la había violado. No. Eso era imposible. Debía haber un error y se descubriría cuando diera a luz un hermoso bebe pecoso y pelirrojo

* * *

Augusta Longbotoon ya no podía más. Desde lo que había ocurrido en el ministerio vivía con una mescla de sentimientos que pronto la harían colapsar. Cuando Neville había llevado a ese muchacho a su casa y luego presentado como su novio, en verdad ella había dado gracias a Merlín, porque los veía enamorados y con tantos planes. Si existía alguien que merecía toda la felicidad ese era su nieto, ya bastante había sufrido teniendo que visitar de vez en cuando a unos padres que no lo reconocían.

¿Tú? ¡No puede ser!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora