EL RESCATE

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Tras el rapto de Harry, el amo del mundo mágico había desplegado en cuestión de minutos absolutamente a todo ser mágico en su búsqueda. Al llevar un collar de sumisión le debería ser fácil encontrar el rastro que deja su magia por estar vinculada a la suya, el problema estaba en que debido al embarazo, este tenía su núcleo mágico inestable y si a ello se le añadía que el de la criatura era poderoso pero igualmente inestable, una localización exacta era imposible, por lo que solo tenían idea de que se encontraba en algún punto de Liverpool, así que hasta allí se movilizaron los mortífagos junto a su líder máximo. La orden era simple: rescatar a la reina y exterminar a los secuestradores sin piedad

Mientras tanto Harry miraba sorprendido a la mujer que estaba frente a él, quién le regalaba una sonrisa sincera, pero a la vez de quien tiene la convicción de haber recuperado algo que la haría vencedora. No cabía duda, era una digna representante de la casa de las serpientes. Andrómeda Tonks destilaba sed de venganza por cada poro de su piel. Venganza por la muerte cruel e innecesaria de su hija y hermana.
Antes de la caída del ministerio, su hermana, Narcisa Malfoy, había desparecido misteriosamente. El esposo de esta había hecho una escueta búsqueda de la señora Malfoy y se había resignado dócilmente cuando el cuerpo torturado de esta apareció en una cabaña de un bosque de Albania. Cuando ella le reprochó no ahondar en saber lo que le había sucedido a la su hermana, Lucius le dijo que no se metiera en cosas que le podría costar más de lo que ella podría imaginarse.

Después del regreso del Señor Tenebroso y la traición de Severus Snape a la Orden del fénix, no sabía en quien podía confiar y en quien no, solo sabía que si rescataba a Harry Potter de la esclavitud a la que estaba sometido podrían detener esa locura. Por ello, la misma noche que el ministerio cayo, ella había salido del país rumbo a España. Allí había hecho algunos contactos y reclutado gente, luego habían regresado a Londres y estudiado los movimientos del héroe del mundo mágico. En ese tempo se había percatado de que no dejaban solo al pelinegro ni a sol ni a sombra, por lo que tendría que descubrir la manera de entrar a la mansión Riddel sin ser descubierta, de eso había pasado semanas y comenzaba a desesperar. No sabía cómo hacer el rescate sin arriesgar a nadie de su grupo. El mundo mágico dependía de ello. Pero no daba crédito a lo que ocurría frente a sus ojos cuando ese día había visto a Harry salir por su propio pie del lugar acompañado de Sirius Black y la serpiente del lord, Nagini.

Todo este tiempo había esperado encontrar a un esclavo furioso intentando escapar de ese lugar a cualquier precio sin medir las consecuencias, sin embargo había encontrado a un joven que se veía cómodo con su situación en la que se encontraba, es más parecía una adolescente muggle que se escapa de casa para ir a ver el centro comercial que acaba de abrir en el centro de la ciudad. No entendía que sucedía.

- Harry - volvió a escuchar y por fin logro identificar a Rubeus Hagrid quien lo abrazaba con desesperación - ya estas a salvo. No te preocupes
- ¡Hagrid, ten cuidado! Vas a estrangular al chico - dijo otra voz -. Muchacho que bueno verte
- Profesor Slughorn - entonces Harry fue consiente quien lo abrazaba - ¡Hagrid! ¡Están bien! - dijo abrazandose a este
- No te preocupes por nada, - dijo Slughorn - ya está en marcha el plan para... - Harry se tocó el collar - aún no hemos podido quitártelo pero ya estamos trabajando en ello. Ahora bebe esto - dijo entregándole una pócima
- ¿Qué es? - pregunto Harry intrigado
- Una pócima abortiva - dijo Slughorn - esta misma noche estarás libre de esa cosa que llevas dentro - Harry en un acto reflejo tira la pócima
- ¡Harry! - dijo Hagrid sorprendido
- ¡Es mi bebé! ¡No lo voy a lastimar! - grito y los vidrio de la habitación empezaron a temblar
- Harry, tranquilízate - dijo Andrómeda intentando acercarse al joven - Haz estado bajo mucha presión y han confundido tu mente, pero en cuanto...
- ¿Confundir mi mente? - dijo Harry alzando la voz - ¿Sabes lo que es intentar hacer o decir algo y que resulte exactamente lo contrario, y estar consciente de ello? ¡QUIERO IRME DE AQUÍ AHORA! - grito - ¡QUIERO IRME A MI CASA!
- Estas en casa - dijo Hagrid sorprendido
- No. Ya no. Ahora mi casa es la mansión Riddel y mi lugar junto a Tom
- ¿Tom? - dijo Andrómeda sorprendida
- Tom Riddel o Lord Voldemort como prefieras... - Dijo Harry poniéndose de pie
- No digas su nombre - suplico Hagrid
- ...el padre de mi hijo, mi pareja - continuo ignorando lo dicho por su amigo
- Harry, déjanos ayudarte - dijo Slughorn
- No pueden ayudarme profesor, porque simplemente no necesito ayuda - susurro Harry - ¡Yo quiero esto! ¡Quiero un hogar, una familia junto a Tom! Me rindo frente a Lord Voldemort, profesor. Él gano
- ¿Y los demás? - también Andrómeda alza la voz
- ¿Y yo? - dijo Harry encarándola - te recuerdo que fui yo el que perdió su familia siendo un bebe. Fui yo quien fue abandonado en una casa donde jamás lo quisieron. No los demás
- Muchos sacrificamos todo por mantenerte vivo - reprocho la mujer
- Solamente para que pase mi niñez y adolescencia arriesgando mi vida por ustedes, mientras dormían tranquilos en sus camas sin ningún tipo de remordimientos - dijo Harry con la voz aún más alta, mientras los vidrios explotaban y las cosas comenzaban a girar a su alrededor - ¡Déjame irme ahora!
- ¿Qué estás haciendo? - dijo el profesor sorprendido
- ¿Cómo puedes hacer eso si no tienes varita? - dijo Hagrid
- ¡Déjenme irme ahora! - exigió al mismo tiempo que los vidrios explotaban -. Soy la reina del Reino Unido Mágico y no tienen ningún derecho de retenerme contra mi voluntad
- No eres más que un mocoso... - dijo Andrómeda tomándolo del brazo pero inmediatamente salió despedida hacia atrás
- ¡No me vuelvas a tocar! - exigió Harry
- Y mucho menos si es para lastimar a mi hijo - siseo una voz peligrosamente al lado de Harry
- ¡Tom! - dijo Harry emocionado, pero enseguida cambio el tono a uno molesto - ¿Por qué demoraste tanto?
- ¿Estás bien? - dijo este mientras lo abrazaba
- ¡Quiero irme inmediatamente! - dijo Harry enterrando la cabeza en el pecho del lord
- Antes - dijo el señor tenebroso con una voz sedosa - debo poner un precedente para que todos entiendan que eres intocable. Tú y mi hijo
- Harry... - susurro Hagrid buscando la piedad del muchacho
- ¡Pelea Harry! - grito Slughorn - ¡Tú puedes vencerlo nuevamente!
- Por favor Tom, no - suplico el joven de lentes -. Son mis amigos.
- Intentaron lastimarte y matar a mi hijo - siseo el señor oscuro
- ¡Es una monstruosidad que no debe existir! - dijo Andrómeda con voz furiosa -. ¡Va contra las leyes de Merlín!
- Ahora las leyes las dicto yo - siseo el lord.

En ese instante una maldición paso sobre la cabeza de Harry pero no alcanzo al Señor Tenebroso. Este devolvió el hechizo sin alcanzar a nadie desatando así una batalla sin cuartel. Harry sintió como alguien lo abrazaba y se aparecía en la mansión Snape, donde al instante otros brazos lo rodeaban y lo estrechaban contra un pecho

- Avísale a Lupin que ya está a salvo - dijo Severus haciendo sentarse a Harry en el sofá -. Voy a revisarlo
- ¡No! ¡Quiero regresar! - exigió Harry a gritos intentando ponerse de pie
- Harry tranquilízate - le dijo Sirius - todo va estar bien
- ¡No lo entiendes Sirius, los van a masacrar a todos! - grito Harry desesperado empezando a llorar
- Mi lady... - dijo Severus
- Por favor - le agarra las manos suplicando - son mis amigos. No quiero que Tom los mate -dijo llorando y varis
- Hare todo lo que pueda - dijo Severus - pero primero quiero revisarla por favor

Mientras en la casa donde estuvo secuestrado por un par de hora Harry Potter la batalla fue intensa hasta que llegaron más mortífagos rodeando completamente a los secuestradores. La orden era clara: Matar a los rebeldes.
Una hora después el Lord llego a su mansión y fue directo a su habitación. Allí estaban Severus, Sirius y Remus cuidando del sueño de Harry. Se pusieron de pie e hicieron una venia en cuanto este entro a su habitación seguido por las tres mascotas de la casa

- Mi lord - dijo Sirius nervioso - yo sé que... Perdóneme
- ¿Cómo está? - dijo el señor tenebroso sentándose al lado de su pareja y tomándole suavemente la mano para besarla
- Lo sede para que descansara - dijo Severus nervioso por posible represalias contra su pareja
- ¿Y tú como estas? - le dijo mirando Sirius
- Yo... no sé cómo disculparme - dijo Sirius con lágrimas en los ojos - No lo supe proteger y casi...
- Un casi no va acabar con tu ahijado, te lo aseguro - interrumpió el lord -. Nagini me conto que la idea de la fuga...
- Perdóneme, señor - suplico Sirius nuevamente con lágrimas en los ojos - yo no debí dejar que saliera
- ¡Ja! - dijo el lord con ironía - Como si alguien pudiera detenerlo cuando algo se le mete a la cabeza - continuo, luego exhalo - Gracias por acompañarlo al callejón. Yo... ¿Me harías un favor Sirius?
- Lo que desee será una orden para mí, mi señor - dijo este haciendo una nueva venia
- En realidad, quiero que ambos me lo hagan - tanto Remus como Sirius lo miraron curiosos - ¿Sirius, Remus pueden... pasar más tiempo aquí en la mansión? - Sirius y Severus se miraron sorprendidos - Ordenare que les pongan custodios para que esto no vuelva a pasar esto. Es que con el embarazo de Harry esta un tanto inestable y tal vez...si...
- Acepto - dijo Sirius sin pensar ni un segundo, después bajo la cabeza con las mejillas encendidas. - Disculpe mi señ... - dijo Sirius mirando a Severus
- Si eso te hace feliz - dijo Severus entrelazando su mano a la suya - por mi esta perfecto, además te aburres mucho en casa - concluyó besándole el dorso de la mano
- Yo hablare con Lucius - dijo el lord a Remus - si estás de acuerdo claro
- Será un honor acompañar a mi señora en esta etapa - dijo Remus haciendo una inclinación
- No me llamen así, por favor - susurro Harry despertando - ustedes dos no. Son lo más cercano que tengo a mis padres
- Es que... - dijo Remus mirándose con Sirius de manera nerviosa
- La reina les está pidiendo algo - interrumpió el lord - por favor concédanselo. No quiero más vidrios rotos - Los tres rieron mientras Harry se ponía rojo por la vergüenza - ¿Cómo te sientes?
- Bien - dijo el joven respirando hondo - ¿Qué paso con...?
- Harry pusieron en riesgo tu vida y debían ser castigados - dijo Tom temiendo la reacción del joven
- Lo entiendo. Lo siento por ellos, pero debían pagarlo - dijo Harry con voz sombría -. No te preocupes. Prometo no levantarme en armas - dijo sonriendo
- Los dejo conversar - dijo el lord y beso la mejilla de la Harry - Por cierto ya llegaron las cosas que compraste para el bebe. Están allí - dijo señalando a un rincón de la habitación -. Permiso - dijo encaminándose a la salía
- Tom - dijo Harry y este volcó a verlo desde la puerta - gracias

Este asintió una vez con la cabeza, llamo a su mascota y salió seguida de esta. Se enfilo a su despacho, tenía temas pendientes del reino que atender, y necesitaba la mayor frialdad posible, sin embargo aún en su cabeza escuchaba la voz de Harry diciéndole: "Lo entiendo. Lo siento por ellos, pero debían pagarlo. No te preocupes. Prometo no levantarme en armas" Harry en verdad quería formar parte de esto. Su actitud lo había dejado claro. ¡Por Merlín que lograría tener su amor!

¿Tú? ¡No puede ser!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora