Hermione no podía creer lo que tenia en sus manos. Era una carta del mismísimo ministro de magia donde les pedía una reunión con carácter de urgencia en el atrio del ministerio esa misma mañana con todos los sobrevivientes de la guerra. No detallaba los motivos pero ella sabia que si Kingsley Shacklebolt mandaba la lechuza personalmente era algo vital. Aunque, pensándolo bien, no le debería extrañar. Ella como fiscal general de Wizengamot estaba colaborando en el rastreo y captura de los últimos mortifagos suelto. Era increíble como habían salido de sus escondites las últimas semanas. Y lo mas increíble era que no les importaba gritar sus afinidades a los cuatro vientos y mas. Si ella no estuviera segura de que Voldemort murió hace años a manos del propio Harry, diría que estaba reagrupando a sus seguidores.
Ron la abrazo por la espalda y le beso el cuello mientras ella sonreía.
- No tienes idea cuanto te amo.
Hermione se giro sin romper el abrazo y lo beso. No estaban casados pero no les hacia falta.
* * *
La madriguera era un hervidero. Todos los Weasley estaban ahí. Solo faltaba Ron que vivía con Hermione en Londres, quienes seguramente vendrían almorzar mas tarde, y Giny, que estaba de vacaciones con Harry.
Los gemelos se iban a tomar un par de semanas del trabajo, según sus palabras, para recobrar la inspiración, pues estaban completamente seguros que se necesitarían muchos juegos artificiales en la inminente boda de Harry con su única hermanita. Percy ya había llegado y no paraba de hablar de la nueva ley que él promovía contra las adopciones de niños por parte de los gays.
Bill y Fleur le contaban a Arthur sobre como estaba quedando la decoración su nueva casa . Charlie leía los reportes que esa mañana le habían llegado sobre los dragones que debería llevar a Rumania la siguiente semana para proteger la nueva sucursal de Gringotts en la capital de ese país.
De pronto una parvada de lechuzas entraron ululando para dejar una carta a cada habitante de la madriguera con el sello del ministerio, convocándolos a una reunión de emergencia ese mismo día en el ministerio.* * *
Tras la guerra y. su graduación de Hogwarts, Neville y Luna se habían hecho muy cercano tanto así que mucho creían que tenían una relación. Nada mas falso. Si bien eran grandes amigos, Luna veía en Neville el hermano que nunca tuvo y estaba feliz por su amigo, ya que aunque nadie lo sabia, él estaba profundamente enamorado de su pareja y era correspondido. Muestra de ello era que Augusta, abuela de Neville, conocía a esa persona y les había dado su bendición.
Su amena conversación fue interrumpida cuando tres lechuzas entraron por ventana, cada una con una carta, donde se instaba a acudir con carácter de urgencia a una reunión de sobrevivientes de la guerra.* * *
La casa número doce de Grimmauld Place solía ser un lugar tranquilo a pesar de que en ella viviese un hombre lobo llamado Remus Lupin. Un respetado profesor de defensas contra las artes oscuras, que amaba el silencio y la meditación. Pero todo ello cambiaba cuando el legitimo dueño del lugar y mejor amigo, el excéntrico auror Sirius Black, estaba dentro de ella. Sirius era extrovertido y jovial, un bromista consumado que poco o nada le importaba el que dirán. Un verdadero galán de pies a cabeza. Aunque lo único realmente sagrado para Sirius era el amor que compartía con Remus, aunque tuviesen que mantenerlo en silencio debido a la aversión que sentían hacia los homosexuales, sin contar los prejuicios contra los hombres lobos.
Esa mañana, Remus leía en la sala la carta que había llegado del ministerio donde eran convocados de emergencia los sobrevivientes de la guerra, cuando de pronto sintió una explosión sobre su cabeza y al intentar protestar solo conseguía decir: “soy propiedad del inigualable Sirius Black”. Miro furioso a su pareja quien con una depredadora sonrisa se acercaba para devorar sus labios, mientras se deshacía de la estorbosa ropa.
* * *
Desde la ventana del despacho del lord, Harry veía en silencio como cientos de lechuzas iban y venían con cartas. Algo le decía que nada bueno pasaría, pero ya nada podía hacer. Era solo un peón mas dentro del juego del mago mas peligroso de todos los tiempos.
Escucho la puerta y unos labio acariciar suavemente su cuello. Cerro los ojos ante la caricia y hecho la cabeza mientras sonreía.
- Hoy regresaremos a Londres – dijo el lord mientras le acariciaba los muslos y restregaba lentamente su miembro en el trasero del joven. Quien dejo escapar una risa tonta.
El lord deposito otro beso en esa tersa piel y se dirigió a la puerta. Cuando iba salir, escucho la suave voz de su amante que lo llamaba:
- Tom…¿me harás el amor antes de irnos? - El lord lo miro detenidamente - Por favor – suplico el azabache y el señor oscuro sonrió de manera maliciosa - .
- Ven acá – le dijo el mayor abriendo los brazos.Harry corrió y de un salto se abalanzo sobre él, aferrando su brazos alrededor de su cuello y con sus pierna rodeando su cintura. Voldemort lanzo una carcajada y dándole una sonora palmada en el trasero lo llamo travieso, mientras enfilaba a su recamara, de la que no saldrían en un par de horas.
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¿Tú? ¡No puede ser!
Fiksi PenggemarHarry hizo una vida junto a Giny, o eso creyo él. Voldemort regreso, solo que ahora ya no lo quiere muerto, sino a su lado, como su reina. ¿El niño que vivio y vencio podra escapar esta vez de su destino?