Contigo

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Miraba como esos cabellos dorados eran sacudidos por la fuerte brisa de esa mañana, como esos ojos tan azules no se despegaban del asfalto.

No se había dado cuenta de lo bello que era ese hombre, pero ahora que tenía la oportunidad de observarlo... notó los finos rasgos varoniles que tenía, se parecía a su padre, pero esas delicadas facciones las heredó de su madre. Su nariz respingada, su tez ligeramente bronceada que iba bien acompañada con sus cabellos dorados...

En sus ojos se reflejó la nostalgia al recordar a ese chico, su primer amor inocente, ya habían pasado tantos años, el solo imaginar cómo podría ser...

— ¿Le llevo a su casa? 

Volvió a la tierra al escuchar su voz gruesa.

— No — lo miró y al instante desvió la mirada - no puedo ir aún.

— Yo les explicaré lo que...

— Se supone que estoy en mis clases de piano — le interrumpió

El la miró de reojo — ¿a eso iba? — ella asintió — bueno, la llevaré a la hora que se supone que termina ¿A qué hora es?

— Las ocho de la noche.

— ¿Qué? — preguntó exaltando mirándola y luego volviendo al camino —pues ¿cuántas horas dura su clase?

— Dos por instrumento.

— ¿instrumento?

— Si, igual practico el violín, Chelo, el arpa...

— Espera...ya, ya entendí — dijo sorprendido — en verdad me humilla señorita, yo solo se tocar la flauta — rió y ella sonrió.

— Yo no sé tocarla.

— ¿no? — la miró sorprendido — no es complicado — regresó su mirada a el camino y recordó que ni siquiera sabía a donde conducía — ¿Qué hará entonces?

Ella lo pensó por un momento, no podía regresar porque serían muchas explicaciones y tampoco quería causarle más problemas a él.

— ¿Esta Himawari? — su amiga era la única solución, bueno eso creyó hasta que el negó.

— Fue a visitar a una tía en un pueblo.

Miró la ventana intentando pensar, sus otras amigas estarán ocupadas igual y su único amigo ha de estar en su colegio. Centró su mirada en el cuándo el auto se detuvo, miro el al rededor y es que el lugar era extraño, tenía un aspecto caluroso y no había casas al rededor, solo árboles, nunca había estado ahí.

— ¿En dónde estamos? — preguntó irguiéndose en su asiento.

— En la deriva

Ella enarcó una ceja esperando una explicación — ¿Cómo?

Boruto se recostó en el asiento soltando un pesado suspiro y la miró - Me quedé sin gas — Acabo de recordar que antes de arroyarla estaba por ir cargar gas — se encogió de hombros.

— ¿Qué pasará? 

El la miró, lucía tan inocente — estamos en la deriva por lo que... -— abrió la puerta y salió para abrirle la de ella — iremos a un pueblo cercano por gas y comida — le extendió la mano para ayudarle a bajar — ya es medio día, no puedo dejarla sin comer — le sonrió.

Ella tomó su mano y bajo, sus botas chocaron con la grava, era un lugar totalmente extraño para ella, se tuvo que sujetar de el para no resbalarse, pues además de que tenía tacón, su pierna aún le dolía.

— No entiendo el por qué el tacón en una dama — comentó caminando mientras el sol del mediodía deslumbraba su rostro.

— Para ser honesta — lo miró — ni yo lo sé.

El rió con sutileza — es una chica bastante extraña.

— ¿Lo tomo como cumplido?

— Como usted desee — la miró — My lady

Sus mejillas se ruborizaron y desvió la mirada, odiaba sentirse de tal manera con un sujeto como el, si algo ya tenía claro es que no es un chico normal.

A penas llegaron al pueblo el buscaba con la mirada algún puesto o algo en donde ir, Sarada tenía las mejillas sonrojadas y lo que menos quería es que le dé una insolación por el intenso astro que tenían sobre ellos.

Ella se dejó guiar por el a un local que lucía bastante fresco, tenía un gran tejado que daba la oportunidad de tener mesas al aire libre.

Boruto jaló una silla y le indicó con la mano que se sentará a lo que ella obedeció. Los nervios de Sarada subieron al sentir sus cálidos dedos tocar su rostro.

— Esta roja señorita — dijo confundido — ¿acaso le dio insolación? Discúlpeme — dijo preocupado.

— No... — miró la mesa como si fuese lo más interesante del mundo — es normal.

El le creyó, ya que su tono de piel era bastante claro como el de su madre, y con mucho esfuerzo o por unos rayos del sol, solía quedar roja.

— ¿Qué desea pedir, mi señor? 

Sarada frunció ligeramente el ceño por el comentario y aún más al ver la sonrisa galante que ese estúpido rubio puso.

— Un té frío para beber y respecto a la comida, sírvanme su mejor plato — le sonrió con delicadeza ocasionando un sonrojo en la camarera — pida lo que guste

Ella se sobresalto cuando sus ojos se clavaron en los suyos — el mismo té con algo ligero — miró la mesa de nuevo.

— Tiene que cuidar la figura — dijo mirándola después de que la chica tomó su orden y se fue.

— Solo no tengo tanta hambre — lo desafió con la mirada

— Ya veo — carraspeó la garganta — entonces es una tragona señorita, soltó una delicada carcajada al verla sonrojarse, ella iba a protestar, pero la chica volvió de nuevo con su pedido.

— Provecho — dijo haciendo una pequeña reverencia

— Gracias — contestaron ambos al unísono.

El la 0bservaba disimuladamente y notó que hizo una mueca al llevarse un trozo de tomate a la boca.

—¿No le gustan los tomates?

— No mucho — lo miró y se desconcertó porque no le quitaba la mirada de encima.

—En estos momentos parece uno — estalló a carcajadas y ella frunció el ceño aún más avergonzada, su tío le solía llamar "tomatito" porque cuando se coloraba parecía uno — pero... — tomó un trozo de tomate de su plato con el trinchante —  me encantan.

Sintió que sus mejillas hirvieron al ver como con elegancia le dio un mordisco a ese trozo, sus ojos azules no se despegaban de ella mientras mordía el tenedor de plata con esos dientes perfectamente alineados.

Algo en ella se encendió en ese momento y a él le encantaba

Ambos se dieron cuenta, pero hicieron como si no sintieran nada, era imposible ya que por alguna razón que ni ellos sabían, ambos se atraían y deseaban.





Espero les haya gustado....solo pido calma, quizá se desarrolle algo lento, pero es para que no se vea forzado. 

para los que son Fans de otras parejas no se preocupen poco a poco a parecerán y a los Inohima les traigo  buenas, ya que será una pareja fundamental acá, ya verán porque en unos capítulos más. Mitsuchou quizá, lo más probable...ahora Shikadai, insisto en que me digan con quien emparejarlo para que lea de esa pareja y pueda escribir de ella.

Ahora si me despido, bye UwU

Podría morir y esperarte otra vida [3]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora