Los ojos azabaches del pequeño observaban todo a su al rededor con curiosidad, olvidó el miedo y comenzó a ser divertido para él. Esos chicos que lo salvaron tenían un aura amable y de buenas personas por lo que se sentía protegido.
--- ¿De dónde eres? --- le preguntó el chico de lentes.
--- Japón --- respondió y los miró confundido tras sus miradas.
--- No parece --- dijo el moreno dubitativo --- por un momento creí que era un americano.
--- Sí, pero bueno ¿qué haces por aquí y solo?
--- Un señor malo me separó de mi mamá --- contestó frunciendo el ceño.
--- ¿Señor malo?
--- ¿Quiéres decir qué...? --- dijo él pelinegro y miró a su amigo --- un... secuestro.
--- ¿Cómo te apellidas?
--- Mi mamá dice que no debo decirle a extraños.
--- ¡Te salvamos la vida, mocoso!
--- Yo no lo pedí --- frunció el ceño haciéndo una mueca.
--- ¡Eres un...!
--- ¡Iwabe! --- rió el otro chico --- No le hagas nada...es un niño.
--- ¡Como sea! ¿qué haremos con él?
--- ¿Qué haremos? Pues ya lo trajimos al cuartel.
Y era cierto, las paredes de ese cuarto eran de un azul metálico y lucía muy misterioso para el pequeño quien no pudo evitar pasearse por la habitación.
Boruto se detuvo al sentir que chocó contra alguien, de inmediato se volteó para disculparse.
--- Lo lamento... --- susurró y miró hacía arriba a aquel sujeto que le resaltaban unas grandes cejas.
--- ¿Qué hace este niño aquí? --- preguntó revolviéndo sus cabellos.
--- Lo encontramos perdido, hay que reportarlo, todo indica que se trata de un secuestro.
--- Secuestro --- repitió y se colocó en cuclillas para estar a su altura.
--- Metal ¿qué haremos...?
--- ¿Cómo te llamas? Te me haces conocido --- dijo mirándolo fijamente, había algo en él que le decía que lo conocía, pero no recordaba.
--- No debo darle mis datos a extraños.
--- Tu mamá te educó bien, pero necesitamos tus datos para poder regresarte a casa --- le sonrió.
--- ¿Pueden llevarme con mi mamá?
Él asintió y lo pensó por varios segundos para luego negar.
--- Mi mamá me encontrará.
--- Este mocoso... --- Iwabe chasqueó la lengua.
--- No soy un mocoso.
Él moreno lo miró detenidamente, de pies a cabeza, sus ojos llegaron a esos cabellos dorados que estaban revueltos, uno por aquí y otro por allá, entonces no pudo evitar carcajearse.
--- Va, no eres un mocoso --- acarició sus cabellos --- eres un pollito --- rió a todo volúmen de nuevo.
Denki lo miró intentándo captar el porqué del llamarlo así y al ver a Iwabe revolviéndole el cabello lo entendió y continúo la risa molestándo así al pequeño rubio.
--- ¿Qué? --- preguntó retrocediéndo mientras se cubría su cabello.
Siempre se sintió extraño porque su madre tenía el cabello obscuro y la mayoría de las personas también. De los miles de conocidos que tenía, solo dos eran rubios.
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Podría morir y esperarte otra vida [3]✓
Romanceǫᴜᴇʀɪᴅᴏ ᴅɪᴀʀɪᴏ [ʟ ɪ ʙ ʀ ᴏ 3] 𝓟𝓸𝓭𝓻𝓲́𝓪 𝓶𝓸𝓻𝓲𝓻 𝔂 𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓪𝓻𝓽𝓮 𝓸𝓽𝓻𝓪 𝓿𝓲𝓭𝓪 "Su madre le había dicho que, en la vida existen tres amores. El primero, es tu primer amor, ese que con una mirada te atrapa. El segundo, es el amor impos...