"Un hombre puede estar enamorado como un loco, pero no como un tonto" (Francois de La Rochefoucauld)
El pelinegro bajo del auto, estaba agotado físicamente como mental, después de hablar por varias horas con ese empresario, por fin logró disolver el compromiso, fue complicado ya que era su hija, se podía decir que su futuro esposo seria un afortunado, pero si que le costó mucho, aun así que importaba, lo hacia por la felicidad de su pequeña, recordó su mirada, era la misma que tenia Sakura cuando no la creían digna de un Uchiha, podía ver amor y dolor en su mirada, sabia que iba a ser difícil, pero nada era imposible.
Al poner un pie sobre las losas blancas de su hogar sintió el aura extraña, era demasiado fuera de lo común por lo que fue a la sala en donde para su sorpresa estaban todos, sin embargo, varias cosas lo desconcertaron.
¿por qué su madre y esposa lloraban?
¿por qué su padre estaba frente a la ventana con las manos en la cabeza?
¿por qué Itachi marcaba desesperadamente?
Miró a su hijo quien fue el único que se dio cuenta de su presencia, al instante el pequeño se tensó, heredó la mirada de su madre y no sabia disimular la tensión. Algo ocurrió.
— Que alguien me explique qué demonios está ocurriendo.
Sakura se levantó al instante y lo miró, el se preocupó mas al ver sus ojos jade envueltos en lágrimas, exigió con la mirada una explicación y ella solo sollozó, se acercó a el y se sintió desfallecer, no entendía nada. De la nada reaccionó.
Sarada
¿Dónde estaba?, fue lo primero que pensó, miró a su hermano quien lo veía con seriedad para luego desviar la mirada.
— ¿Dónde está Sarada? Necesito hablar con ella...
— Y yo necesito hablar contigo a solas — recalcó lo último, Fugaku.
— Vamos — dijo Mikoto tomando a Sakura del brazo y el pequeño tomó su mano, se sentía tan devastada e inútil, debió defender a su hija y por no hacerlo ahora no sabía nada de ella.
Fugaku miró a su hijo y este se sorprendió de inmediato — ¿acaso los asaltaron? — preguntó al ver el estado de su padre — ¿quién fue el tipo que te golpeo? ¿llamaron a la...?
— ¿crees que fue un hombre quien me golpeo? — preguntó y Sasuke se desconcertó.
— Es mas que obvio, un poco mas y te rompe la mandíbula — suspiró — sabes que no estás en condiciones...
— Fue tu hija.
Él se paralizó, parpadeó seguidamente y enarcó una ceja — ¿Sarada? — preguntó con ironía — déjate de bromas y dime dónde está mi hija.
— Se fue — dijo cabizbaja
— ¿Cómo que se fue?
— Salimos del local para ir a buscarla y no estaba, adivina donde la encontramos — lo miró seriamente — estaba en el departamento de ese chico.
Sasuke se tensó.
— Quien sabe que estaba haciendo tu hija — usó énfasis en lo ultimo — si su prometido hubiese estado ahí no iba a dejar en ridículo, tenia que ponerle un alto.
El pelinegro intentó asimilar lo que escuchaba, después de lo ultimo se irguió al reaccionar, todo indicaba una sola cosa.
— La golpeaste — afirmó a lo seco — es por eso que huyo.
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Podría morir y esperarte otra vida [3]✓
Romanceǫᴜᴇʀɪᴅᴏ ᴅɪᴀʀɪᴏ [ʟ ɪ ʙ ʀ ᴏ 3] 𝓟𝓸𝓭𝓻𝓲́𝓪 𝓶𝓸𝓻𝓲𝓻 𝔂 𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓪𝓻𝓽𝓮 𝓸𝓽𝓻𝓪 𝓿𝓲𝓭𝓪 "Su madre le había dicho que, en la vida existen tres amores. El primero, es tu primer amor, ese que con una mirada te atrapa. El segundo, es el amor impos...