capitulo 26: Pequeña... charla

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Bueno... Habían pasado unas semanas desde el golpe y mi secuestro (que se volvió mi juego personal), luego de eso último volví a casa y como imaginé... Am se enojó conmigo... y mucho. En fin... a los 2 días se calmó... y asi el tiempo pasó volando sin que volvieramos a hacer un golpe o pequeños juegos... nuestra vida de estudiantes continuaba de forma aburrida... hasta que apareció aquella persona en el salón de clases...

- Señor West... y-yo... !v-vengo a saldar mi deuda con usted!

Así es... esas mismas palabras salieron de su boca en mitad del salón de clases mientras todos estaban en silencio... por lo que todas las miradas de mis compañeros y del profesor se enfocaron en una persona... en mi.

- Hola... Camil...

Me llevé la mano derecha a la cabeza... No pensé que de verdad vendría a mí por eso...

- Señor Adam, usted me salvó la vida... estoy en deuda con usted, por lo que mi vida le pertenece.

- ...

Ok... eso fue algo que no esperaba ni en el caso más extremo... o extraño...

- Eh... Camil... ¿qué se supone que quieres decir?

- Que mi vida te pertenece... por eso...

- Ok suficiente, la gente se hará una idea equivocada. salgamos a hablarlo más tranquilamente.

Me levante de mi puesto apresuradamente y la tome del brazo para sacarla rápidamente del salón... aunque un escalosfrío recorrió toda mi espalda... todos me miraban y no era simple sorpresa... asi que me detuve en la puerta, me di media vuelta para explicarlo y así no sufrir tanto al volver.

- No empiecen con rumores... saben que trabajo ayudando a la policía y esto paso por que en un caso salvé a esta mujer de un gran felino... la jefa le metio en la cabeza esta absurda idea de que me debe la vida... asi que por favor cálmense.

Intentando irme el profesor me detuvo tosiendo para explicar que se entendía... amablemente me disculpe y me dirigí hacia afuera con Camil... quien mientras caminaba me miraba hasta que abrí la puerta de salida del edificio.

- Bien, nadie molesta. ¿qué se supone que haces? ¿acaso no entendiste que no necesitas ofrecerme la vida por eso?

Hablé molesto, era obvio... por su culpa saldrán rumores que no me dejarán tranquilo en semanas o meses aún cuando el profesor me dijo que me calmara...

- Lo siento... pero la jefa Aguilar dijo...

- Sé lo que dijo... estuve ahí ese día,  pero no era necesario que aparecieras frente a todos y decirlo tan libremente. ¿tienes ideas de cuantos rumores apareceran de mi por esto?

- Lo siento...

- Te retaría más... pero parece que entiendes...

Yo ya me estaba alistando para irme... Comencé a caminar hasta que su voz me detuvo.

- Pero... Adam... yo ya me decidí...

Su voz era débil... estaba tímida por algo... y me pregunto que habrá sido lo que le dijo la jefa para llegar de la Camil que conocí, fría y fuerte a la vista... a ser la que es ahora...

- Oye... ¿de qué estás hablando?

- Te serviré solo a ti Adam... sin importar nada... seré tu juguete si así lo deseas...

- Oh... eso me hace feliz... me hace sentir importante... pero también me confunde... ya que es algo extraño de escuchar...

No lo malpiensen... no pasará nada pervertido, pero... si es verdad de que le veo utilidad como marioneta de mis juegos... con esa mentalidad que tiene será simple el manipularla para mis fines y crear buenas coartadas.

- Sabes... no me creo el hecho de que estés completamente rendida ante mí... ¿te parece si lo hablamos en mi casa? de verdad es incomodo aquí...

No era mentira... era realmente incomodo hablar sobre postrarse ante alguien en un lugar público... y en especial si es una mujer que se entrega a un hombre...

- Mi señor... ¿le molesta éste lugar?

Estabamos en mitad de la escalera en la entrada principal de la universidad... asi que era terrible... cualquiera podía vernos...

- Camil, vamos a mi casa, allí hablaremos de todo, fin de la charla aquí.

La tomé de la mano y la llevé caminando a mi casa... por suerte no había nadie en el lugar ya que estaban en clases y Manu en sus asuntos...

- Tranquila... no me enojaré contigo por esto... al menos no ahora.

Llegamos a mi casa... abriendo la puerta encontré una nota que era de Am... "te dejé alimento sano en la cocina" es curioso... no pensé que de verdad lo haría... en fin...

- Sientete como en casa... ¿quieres té? ¿café? ¿jugo?

- Café... por favor.

Pasamos la tarde hablando... Camil demostró su decisión de ser seguidora mía un 100%... le dije que le haría pruebas para ver si sería capaz de todo por mí. (soy desconfiado... que esperaban)

- Camil... te daré una tarea, y debes cumplir al pié de la letra... Tomarás informes importantes de la jefa Aguilar y los sustituirás por unos falsos que prepararé yo.

- Entiendo amo... pero... ¿qué pasará con la investigación?

- La arruinaremos. Punto.

Ella miraba hacia abajo... Sabía que lo que pedía era algo malo, pero no dijo nada en contra... Tomó su tasa de café, dio unos sorbos y se levantó.

- Lo haré si usted lo desea amo...

- Bien. Luego de que todo esté listo hablaremos de nuevo.

Continuamos hablando por un buen tiempo... le dije que se fuera a casa a pensar bien todo... y por mi lado me dirigí a mi cuarto a escribir nuevos informes policiales... los que Camil debía sustituir... esa noche fue muy... muy... larga.

- Mmm... es incómodo que se refiera a mí como amo... debo decirle que mejor me llame Adam...

Pues sí... estuve toda la noche escribiendo informes falsos para la misión de Camil... los hice lo más parecidos a los reales, a diferencia de pequeños detalles que arruinarán la investigación... al terminar me fui a dormir para entregar el informe y emitir mis ordenes.

Amnesia de un psicópata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora