Estaba llegando a casa y pude ver que Am estaba en la puerta. Al verme solo corrió a abrazarme.
- Hola Am... ¿Todo bien?
- Solo... Cállate... Y deja que me quede un tiempo así...
La abracé y le concedi su perdido. Pero no tuvo mucho tiempo, ya que escuchamos la sirena de una patrulla que se acercaba.
- Mejor entremos... No queremos levantar sospechas raras o algo por el estilo...
La tomé de la mano y entramos, encendí la televisión y nos sentamos en el sillón.
- Tranquila, no estoy molesto ni nada, no te sientas mal.
- Pero te traté muy mal...
Sonreí mientras recordaba algo del pasado.
- Vamos... No es la primera (Ni la última) vez que te enojas conmigo.
Ambos nos miramos un momento seriamente y comenzamos a reír.
Seguimos hablando tranquilamente hasta que escuchamos un ruido afuera, por lo que miré seriamente los ojos de Am.
- Si la policía viene a la casa tendremos que hacer un show como la otra vez...
Pude ver que Am miró al suelo al escucharme decir eso, pero no alcanzamos a decir otra palabra después de eso por que se escucharon golpes en la puerta, y momentos después, que la abrían de golpe.
Teníamos los ojos cerrados pero sentimos unas luces en las caras y al mirar estaba la jefa Aguilar y Camil apuntándonos con armas y luces.- A-Adam...
Camil no pudo seguir hablando al ver que Am estaba sobre mí mientras nos besabamos (fingiendo un romance o algo así) y al bajar el arma se fue corriendo.
La jefa nos miró y luego se apoyó contra la pared.- Adam... ¿Otra vez? Hiciste que Camil se fuera...
Dejé de besar a Am apenas pude y me levanté para hablar mientras me arreglaba la ropa.
- Disculpe jefa... Pero tanto la primera vez como ahora, entró a la fuerza sin siquiera pensar que soy adolescente viviendo prácticamente con una chica y que se pueden dar estos casos... ¿De quién es la culpa? ¿De quien entra a la fuerza a una casa o de quienes disfrutan momentos íntimos en su propia casa?
Ella miró a otro lado.
- No es mi culpa que Camil se preocupara por ti en el momento en el que desapareciste.
Miré a Am.
- Ve a tu cuarto, voy en unos minutos.
Volví a mirar a la jefa.
- Por favor... Tome asiento.
Ambos nos sentamos.
- Mire... No estoy interesado en el amor ni nada, Am lo sabe y solo es para satisfacer necesidad biológica. Lo peor que puede hacer Camil es sentir algo por mí.
- Entiendo... Pero te pido que hables con ella de esto, puede sentirse muy mal si no lo sabe viniendo de ti.
- Lo sé, pero también le ayudará que su jefa y amiga la acompañe sabiendo la situación. Además, no esperé que viniera siendo que tiene un conejo y un perro, ambos pequeños.
- Los dejó durmiendo y abrigados, pero en fin, mejor me voy a ver como está ella... Disfruta tu noche Adam... Con permiso.
Ella se levantó y se fue a la puerta.
- Mañana vendrá alguien para arreglarte la puerta...
Luego de eso se fue sin decir más. Por lo que, luego de todo el mal entendido y problema, fui a ver como estaba Am.
- ¿Am...?
Golpee la puerta esperando respuesta, pero solo logré escuchar un frasco de vidrio romperse contra el suelo.
- ¿¡Am?! ¿Estás bien?
Golpee con fuerza la puerta pero no abría, pero al cabo de unos minutos de preocupación pude ver que se abría la puerta. Am estaba saliendo y en su brazo había una aguja.
- Adam... Ayúdame... No... Mi cuerpo...
La tomé en brazos y la recoste en la cama y le tomé la temperatura.
- Estás hirviendo... ¿Qué te hiciste?
Miré su brazo y tenía la marca de una inyección reciente, por lo que comencé a buscar lo que usó en ella misma.
Caminando sonó un crujido, el cual al revisar, era un frasco que por suerte, se podía ver la etiqueta.- Afrodisíaco a base de concentrado de... ¿ginseng? Y no alcanzo a leer lo que dice después...
- Adam... Por favor...
- Es broma... ¿No? Tu sabes que yo no...
- Lo siento... Es solo... Por esta ocasión... Hasta que... Baje el efecto...
La miré un momento y en mi mente maldecí a todo aquel que descubriera el afrodisíaco. Luego me fijé que la pasaba mal y con sus suplicas no me quedó otra opción mas que desvestirla y apegarme a ella hasta tener relaciones íntimas... Aunque siendo sincero... Fue ella quien me quitó la ropa e hizo todo... Ya que yo no tenía ninguna intención de hacerlo (aunque no niego que llegué a disfrutarlo casi al final).
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Amnesia de un psicópata
Mystery / ThrillerAdam West es un hombre de 28 años el cual comienza a recordar su pasado olvidado por un accidente. En sus memorias tratará de recordar quien es, como era y el por qué llego al punto en el que está.