Amnesia de un psicópata

capitulo 59: El detective se enoja

- Espera un momento... Entonces fuiste tú quien le dio esos animales a Camil... ¿Y es verdad que por culpa del afrodisíaco tuviste sexo con tu mejor amiga?

Su rostro no mostraba otra cosa que sorpresa, y era de entender... Ya que ni yo me lo creería de no ser por que yo lo viví, ya que no me interesan esas cosas.

- Si... Ni yo lo quiero creer pero lo hice con ella. La verdad, y siendo honesto... No quería, por eso solo dejé que ella hiciera todo el trabajo.

- Entonces si no querías, ¿por qué lo hiciste?

En ese momento fue cuando algo me golpeó en la mente... ¿Por qué lo hice si no quería? Me llevé la mano derecha al rostro y pensé en eso sin conseguir respuesta alguna, al menos, no logré una clara y convincente.

- La verdad no tengo idea, supongo que mi parte biológica dijo "aprovecha de desquitarte y de paso la ayudas ya que no tendrás otra oportunidad"... supongo que solo fue un impulso o algo...

El detective se puso de pié y comenzó a caminar por la sala como buscando alguna respuesta, pero al parecer no llegó a nada dado que sacó un cigarro y lo encendió.

- No podrá adivinar detective... Ni yo se el por qué de las cosas sobre ese momento, pero si puedo decirle que, luego de eso no nos vimos en unas semanas ya que ella al despertar volvió a su casa y no hablamos.
También mencionar que durante una temporada, no hice de las mías... O al menos, no por gusto, ya que solo maté por salvar a mi gente.

Vi como seguía fumando y miraba el techo oscuro y sin mantención, pero no dijo nada por un tiempo hasta que se sentó frente a mí.

- Esos tipos que mataste eran mafiosos de una organización llamada Garra del diablo, mataste a unos pocos peones del grupo, pero no me creo que te dejaran tranquilo asi por que sí.

Me acomodé hacia atrás en la silla donde estaba sentado. Apoyé mis brazos en mi cuello y cabeza, pero no sé si se nota el hecho de que estaba pensando sobre el tema.

- Adam... ¿Estás bien?

Me sacó de mis pensamientos y reaccioné.

- Ah, perdón jefe... Solo estaba pensando sobre el tema...

- Y eso se debe a que...

- Ya que hicieron tanto daño a mi gente los busqué y los encontré, a todos y cada uno del grupo y sus jefes...

- Supongo que tu...

- Los maté uno por uno de la forma mas cruel, cruda y dolorosa posible.

El detective dio una quemada a su cigarro y se llevó la mano al rostro.

- ¿De qué se sorprende? A este punto se sabe que mataré a quien amenace a mi gente, y ellos los dañaron casi hasta matarlos.

Bajó su mano y dejó salir todo el humo con gesto indeciso en su pensamiento.
Estuvo pensando un tiempo, y por mi parte solo miraba su caminar en la sala que, curiosamente se estaba poniendo más y más helada.

- Disculpe...

Volvió en sí mismo y me miró.

- Fuiste tú quien los liquido a todos... Sabes que nunca logramos atraparlos y eran una amenaza para todo EEUU...

- Me da igual, yo solo queria venganza.

Se acercó a mí y lanzó su cigarro contra la pared para apoyar sus manos contra la mesa de una forma bastante brusca.

- No entiendes... Tu lograste detener y aniquilar una organización de asesinos abusivos que lograban corromper incluso a políticos de renombre y policías de alto rango.

Me levanté lentamente. Algo molesto lo miré.

- Esos malnacidos pusieron en riesgo a mis amigos, y eso es algo que jamás perdonaré. No me importa quienes eran o lo que hacían. Si no hubieran dañado a mi gente no hubiera hecho nada contra ellos.

Su rostro se volvió frío. Se notaba decepción en su rostro.

- Hubiera sido gratificante el saber que lo hiciste por una causa más noble y justa...

No pude evitar reír un poco. Me disculpe por la risa y lo miré un poco más serio.

- Espero disculpe mis crudas palabras... Pero soy una persona psicópata... No me interesa lo ético o noble... La justicia, para mí, es tan falsa como decir que el humano es inmortal. ¿Entiende cuán falso es para mí esos conceptos?

Me miraba como si buscara algún tipo de esperanza de que yo lo hiciera por un bien en favor de lo justo... Pero su rostro se oscurecio al notar el placer que sentía al decir mi pensamiento.

- Adam... ¿Tu ya no sientes nada por algo que no sea de tu interés?

Lo miré fijamente, pero no pensaba nada en especial... Simplemente giré mi cabeza de derecha a izquierda y viceversa un par de veces, cosa que afectó al jefe de alguna forma, ya que su boca se inclinó hacia abajo.

- Lamento que mi respuesta no sea de su agrado... Pero a todos nos enseñan que es mejor decir la verdad.

Su rostro cambió, ahora se había enojado y se acercó agresivamente.

- Lo dice el idiota que engañó a la policía, corrompió oficiales, asesinó gente inocente y manupuló a cada que pudo con tal de asesinar a placer.

Me levanté lentamente para no alarmar al detective... Lo encaré y le sonreí.

- Lo haría nuevamente sin dudarlo con tal de expresar mi arte y que otros puedan expresarse. 

Su rostro se puso rojo y no pudo contener su odio. Descargó su puño en mi rostro tirándome al piso. 
... (Debo admitir que fue doloroso ese golpe)

- ¿Era realmente necesario ese golpe?

Me acaricié la boca del dolor mientras lo miraba desde el piso. Pero el jefe no dijo nada, solo hizo un gesto y entraron unos guardias.

- ¿Y... Ellos nos harán compañía...?

El Jefe me miró molesto y apretó los puños.

- Creo que intentaré expresarme de la forma que tu "arte" lo dicta...

Lo último que vi después, fue un nudillo dirigiéndose a mi cara.
Al despertar estaba completamente adolorido... Mi torso estaba descubierto y lleno de golpes, pero no era algo que no pudiera aguantar. Lamentablemente mi pensamiento sobre como terminé de esa forma fue interrumpido por una voz.

- ¿Se siente bien?

Miré a mi derecha en busca del sonido. Era el detective que se limpiaba las manos llenas de sangre. Lo miré inexpresivamente como si no sintiera nada en lo absoluto.

- ¿Puede ser más claro?

Sentí algo que llenaba mi boca y tuve que escupir hacia la izquierda. Era sangre que salía en cantidad por tantos golpes que recibí.

- Eso te explica lo ocurrido... Espero.

- Supongo... Pero ahora tengo la duda del por qué.

El detective hizo un gesto y los guardias se fueron.

- Era necesario... Como entenderás, soy un ser humano y me puedo enojar. Tú tocaste un punto crítico que me llenó de ira y no tuve opción.

- Solamente no fue capaz de soportar el hecho de que yo sea tan egoísta y solo quiso desquitarse por lo fácil que se me hace matar sin escrúpulos.

Me miró seriamente.

- Esta bien... Usted gana... ¿Puedo seguir con mi historia? ¿O seguiré siendo su saco de box un rato más?

Se sentó y encendió un cigarro tranquilamente. Me miró y luego hizo un gesto con la mano en señal de seguir adelante.

- Continúa... Solo espero no enojarme de nuevo.

Escupí un poco más de sangre y me acomodé.

- Dudo que no se enoje... Esto se pone mejor.