capitulo 37: Detective, tenemos carta.

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- Espera un momento Adam, ¿Me estás diciendo que todo eso pasó sin que nadie se diera cuenta y que aparte de eso, parte del personal de la policía te encubría para tus juegos?

El detective estaba sorprendido y su rostro estaba pálido... Supongo que lo que hice es algo que nunca se pudo lograr antes... Creo.

- Pues... Eso es correcto... Debería saber que las palabras tienen mucho poder si se saben usar correctamente, ya sea en el momento correcto y con las personas indicadas. Si no fuera así ¿Cómo cree usted que logré manipular a la jefa Aguilar y a todos los demás a mi antojo?

El policía frente a mí, se apoyó en la silla mientras se relajaba y suspiraba, de la misma forma que se tapaba los ojos con la mano izquierda.

- Supongo que tienes razón... Es realmente sencillo si se tiene el don de la palabra... Pero necesito que me sigas contando Adam, el por qué de las cosas, cuál fue la muerte que lamentaste, quienes se incluyeron a la historia, quienes fueron corrompidos por ti, cuantas personas mataste y por qué.

Suspiré, ya que estaba intentando recordar pero sé que aún faltan cosas por contar antes de decir lo que el detective me pide...

- Señor... Aún no es momento de contar todo, faltan cosas que debe saber para entender la verdad y no mal entender los hechos, pero lo que si puedo hacer es contarle sobre la muerte que lamenté.

Él se levantó de su asiento apoyando sus manos en la mesa, su rostro era serio y me miró en silencio.

- Dime lo que debes decirme.

Nos llegamos a distraer de toda esa tención en el aire, ya que de la nada volvió a aparecer el chico novato, que para nuestra sorpresa llegó con una carta.

- Chico, ¿Qué haces aquí? yo no te llamé.

El chico, algo incomodo entrego la carta al detective, quien comenzó a leerla de inmediato quitando su atención de mí, pero no fue todo lo que pasó, ya que el novato me entrego una carta pequeña mientras tenía una cara de horror, no le presté atención hasta que vi algo curioso, respecto a la carta leí que decía: "Adam, soy Amelia, espero que estés bien, recuerda el plan, por favor, todos estamos bien y en el lugar que conocemos, recuerdalo, KBM, es lo que debes recordar... Además debo decirtelo... ¡Eres un idiota! pero... Eres nuestro idiota... Hasta siempre." Además de eso pude ver que el final de la hoja tenía la firma de Amelia y de todos los demás.

- Con permiso jefe... Ahora me ire a seguir con mis deberes.

Una lágrima brotó de mi ojo derecho... muchas cosas volvieron a mi mente, por lo que algunas partes, las cuales estaban en blanco, podían ser contadas al fin.

- Adam... ¿Estás bien? estas llorando... 

Rápidamente me sequé las lágrimas. Fingí rascar mis ojos y miré al detective, quien al parecer, también había terminado de leer su carta.

- Lo siento... Solo bostezaba un poco... Tengo algo de sueño pero supongo que se me pasará pronto.

Obviamente había escondido la carta en caso de emergencia... y para no levantar sospechas me senté en mi silla donde antes estaba esposado.

- En fin... Jefe, ¿Qué fue lo que le entregaron?

De su bolsillo sacó una carta, la cual dejó sobre la mesa.

- ¿Por qué no lo compruebas tu mismo?

Miré el papel desde mi silla y luego al detective. Pero antes de tomar su carta, dejé la mía sobre la mesa.

- Seamos justos, yo veo su carta, y usted la mía. ¿Le parece eso bien, detective?

Su rostro lo decía todo... Estaba sorprendido al ver que yo tenía una carta... Y al parecer el que yo la enseñara sin miedo lo dejó sin habla.

- Oye... ¿En qué momento...?

No entendí al primer momento por lo que incliné la cabeza hacia la derecha... Pero al segunto lo capté.

- Ah... Sobre la carta... Me la entregó el novato... Pero no piense mal de él, no es de mi gente... Siendo sincero, si el no lo hacía el probablemente moriría luego de unos minutos, ya que tenía uno de mis juguetes bomba... Su contenido era suficientemente destructivo para matarlo a él y al menos a 3 personas a su alrededor... No le convenía ni a él ni a los funcionarios. Véalo de ese modo.

Su rostro estaba blanco... ¿Dije algo malo de nuevo?

- No esperaba esto... Pero... ¿Por qué me la enseñas? ¿No sería mejor guardarla sin que lo note?

Me levanté tranquilo, me acerqué al detective y puse mi mano en su hombro.

- Vamos jefe... Usted es una buena persona, honesto con su gente y hace su trabajo sin miedo, uno de los pocos que pueden ser llamados "hombres incorrompibles"... ¿Por qué no confiar en usted, quien fue capaz de confiar información personal de su familia conmigo?

Volví a tomar mi carta y se la dejé en las manos del detective, quien al mirarme detenidamente asintió y me entregó su carta.

- Agradezco esa confianza, Adam.

Sonreí amablemente.

- Es mutuo el sentimiento.

Me volví a sentar, luego hubo un silencio tranquilo de lectura, su carta era un comunicado de su esposa, quien afirmaba que estaba bien y que me mandaba amablemente sus saludos por el buen cuidado que le dio mi equipo en el atentado.

- Su mujer es una mujer encantadora... Le felicito por eso.

Logré ver una sonrisa que salía de su rostro.

- Gracias Adam, pero dejando eso de lado... ¿Qué es KBM?

Yo lo sabía, pero no quería decirlo... Y aunque me sienta mal hacerle esto al detective... Tendría que mentirle.

- Lo siento jefe... Pero no lo sé, mi memoria aún me falla mucho.

Respiré profundamente para relajarme... Gracias a eso pude cambiar de tema.

- Jefe, creo que es mejor continuar con la historia... Pero mejor prepare su mente a una imagen fuerte... Si ya se acostumbró por relatos anteriores, pues, será mejor que compre algunas palomitas.

Amnesia de un psicópata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora