capitulo 8: comienzan los engaños

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Aquella policia había caído en mi juego, confiaba en mí, claramente es credula y con poca experiencia ya que no dudo en aceptar mi ayuda. Las piezas estaban en el tablero, ella jugó a mi favor, era mi turno de mover, pero... ¿en donde puede ser? Quería divertirme, y se me había ocurrido como pasarla bien con mi nuevo juguete. Al día siguiente antes de ir a clases me junté con Amelia y Marco, les conté sobre la señorita Aguilar.

- Adam, ¿estás seguro? ella puede descubrirnos y si eso pasa iremos a prisión, lo sabes.

- Si, lo se, pero ella es demasiado credula, calló en mi red en menos de 2 minutos, simple.

- Adam... Amelia puede tener razón... estás jugando mucho en esta partida.

- Lo se, pero me gusta el dicho: "ten serca a tus amigos, y más aún a tus enemigos".

- Adam... es demasiado peligroso, lo sabes. si nos atrapan Marco, tu y yo estaremos en problemas.

Lo sabía, de verdad sabía todos los riesgos que corríamos, pero era demasiado emocionante el jugar con una policia, engañarla en su propio campo sería lo mejor.

- Chicos lo sé, pero si consigo su confianza imaginen como burlaremos a la policia, lograríamos jugar con la gente a nuestro antojo sin miedo, engañaría a la policia con trucos y estaríamos a salvo.

- Am... tiene razón, ¿qué piensas?

- Puede ser un gran medio para evitar problemas... pero insisto en que es peligroso. Adam, eres nuestro lider, tu decides.

Los dos se quedaron mirandome, pensaba mucho si seguir con esto o no, hasta que al final me decidí.

- Confíen en mi, no dejare que les hagan algo, en cualquier caso solo me atraparán a mi.

- Está bien Adam.

- Entedido.

Mi grupo aceptó mi decición y quede feliz en ese momento, pero no debía demostrarlo mucho ya que en unas cuantas horas tendría que ver a la policia. 

- Vamos a clases... necesito distraerme antes de ver a la señorita Aguilar.

Ya ibamos de camino al salon y vimos que un grupo de policias entraba donde el director, era lógico que era para llamarme y no tener problemas con asistencia o algo así. Efectivamente era lo que pensaba, unas horas después, la policia entro en el salon y solicitaron que me integre en el equipo, obviamente todos se sorprendieron pero no dijeron nada, por lo que fue más fácil tomar mis cosas y retirarme tranquilamente.

- Caballeros... ya que me sacaron del salon... ¿me diran lo que ocurre? y el ¿por qué la señorita Aguilar no me retiró?

- Joven West, no tenemos autoridad para responder su primera pregunta, y con respecto a su segunda pregunta solo podemos decir que ella está ocupada con papeleo por ti.

- Entonces significa que aceptaron que yo ayude en la investigación, pero lo que no se es que si seré ayudante directo o infiltrado.

- Interesante el niño que encontro la jefa... niño, si sabes eso ¿que prefieres?

- Claramente prefiero ayudar directamente, los casos son faciles para mi cuando veo el lugar y el crimen.

- Se entiende claramente... mira, llegamos, entra y veras a la jefa, adiós chico, esperamos que seas útil.

- Por supuesto señor.

Si... claro que ayudare... pero no a ustedes. Solo podía pensar en como disfrutaría jugar y manipular a los agentes de policia.

- Al fin llegaste Adam, te estaba esperando.

La señorita Aguilar estaba sentada en la silla de profesores, miraba unos papeles y luego se dirigió hacia mi, me miraba raro, como si tuviera algo en la cara, al cabo de unos momentos se calmó y se levantó. Era curioso... el día anterior que la ví parecía fría pero ahora parecía... mujer, algo así como ver a una mujer que normalmente esta tapada hasta el rostro, verla en vestido y sonriendo. Tranquilidad que no me enamore, no saquen conclusiones raras.

Amnesia de un psicópata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora