capitulo 46: Un día normal con Amelia

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Dejé que la noche pasara, mientras estaba en la hoguera con Am, comenzamos a mirar hacia los nuevos vecinos, luego de ver más o menos quienes estaban y donde, nos fuimos a dormir cada uno en su tienda. En la mañana estaba todo tranquilo... Desperté con un olor familiar...

- ¿Es que esta niña no duerme que tiene todo listo a estas horas?

Miré mi celular...

- ¿¡08:46 am!? Esta niña tiene un problema...

Me llevé la mano a mi rostro... No podía creer que Am estuviera despierta desde tan temprano haciendo cosas... Y de hecho, tampoco se lo aguantaría en estos días de camping, por lo que me vestí con lo que sea para no verme raro o indecente al salir y, efectivamente ahí estaba... Cocinando en una parrilla del lugar...

- Am... ¿Sabes que hora es?

Ella estaba con un delantal con diseño de hojas de otoño... Le quedaba bien con su cabello rojo... Pero aún así, no eran horas de usarlo.

- ¡¿Adam?!

Llegó a saltar del susto que le dí... 

- ¿Qué haces despierto?

La miré seriamente...

- Mira quien habla... Deberías estar durmiendo un poco más.

Ella se quedó con una cara de pena...

- Quería hacerte una sorpresa... Lo siento Adam.

- Ya... Tranquila.

La tomé de la mano y la abracé.

- Vamos a dormir... Que tenemos unas horas para dormir tranquilos.

Estaba medio dormido y no me di cuenta pero terminamos durmiendo en mi tienda... Aunque los dos nos dormimos altiro por la hora. Por suerte fui el primero en despertar... Si hubiera despertado Am primero me mataba... En fin, al final salí y terminé de cocinar lo que estaba preparando ella.

- Un poco de carne al jugo y arroz... Que rico se ve... Supongo que le pondré algo de ensalada...

Fui hasta el auto y saqué verduras, las cuales preparé rápidamente.

- Bueno... El almuerzo está listo... Solo tendremos que calentar la carne antes de comer.

Prendí la fogata para poner una tetera con agua al fuego... Pero antes de seguir fui interrumpido por un señor que había llegado al lugar junto a los demás.

- Disculpe joven... Por algún casual ¿tiene fósforos o encendedor? no tenemos como encender nuestra leña...

Miré de donde venía el señor... Estaba con su familia... Una mujer mayor que al parecer era la esposa... una joven de unos 20 y algo... y un chico de no más  de 15... Volví a mirar mis asuntos y busqué en mi bolsillo.

- Espere un momento, veré si tengo un encendedor.

Busqué un momento hasta que encontré al fin mi encendedor de camping y se lo entregué.

- Gracias joven, se lo traeré en unos minutos.

El señor estaba agradecido... Su rostro era simple, cara chata y amable... Y no sé por qué, pero recordé a mi padre...

- No... No se preocupe, quédese el encendedor, tengo otro por ahí.

- Muchas gracias joven... Por favor, si necesita algo no dude en decirme.

El señor se fue donde su familia... Pero me quedé pensando... Recordando...

- Se parece a tu padre... Debo suponer que a él y su familia no los tocarás... ¿Verdad?

La tetera estaba hirviendo desde hace unos momentos y con cuidado la tomé de donde estaba... La dejé en la mesa y luego preparé el té.

- No solo me recuerda a mi padre... Me recuerda a mis padres y a nosotros cuando eramos niños... Solíamos venir seguido a campings... Y no, no los dañaremos.

Ella solo se quedo mirándome... Luego de unos momentos me ayudó a preparar el pan del desayuno, pero al terminar de hacer eso ella me abrazó.

- Yo igual los extraño... Pero nos tenemos el uno al otro.

Después de esas palabras se sentó a desayunar y no hablamos por un tiempo... Al menos hasta que decidimos ir a bañarnos a un rio al lado de donde estabamos.

- Adam iré al rio primero, ¿me traes una toalla para después?

- Claro.

Estaba de espaldas... Y al mirar Am ya no estaba.

- Bueno... Esa chica siempre fue animada...

Fui a su carpa y saqué su toalla, luego de eso saqué la mía de la carpa y fui a buscar a mi compañera... Cosa que, conociéndola... No sería nada fácil.

- ¿Dónde está esa chica...?

Comencé a mirar a mi alrededor... El rio no era grande pero si suficientemente ondo como para que alguien se esconda dentro... Y conociéndola...

- De seguro quiere jugar a las escondidas de nuevo...

Un sonido extraño apareció serca de mi, seguido de un olor muy familiar...

- Ya eres predecible y fácil de localizar... Am...

Me giré rápidamente y vi como Am se avalanzaba sobre mí para empujarme al rio.

- Vamos Am... Puedes hacer algo mejor que eso.

La tomé del brazo y esquivandola, la mande al rio a ella sola, seguido de muchas risas mías. Luego al mirar donde estaba, logré verla salir del agua molesta por que su broma no le funcionó.

- Tu haces trampa Adam, no es justo.

Detuve mi risa para mirarla y extenderle la mano.

- Te conozco de toda la vida, obviamente sé que broma querrás hacer contra mí, en especial en lugares como éste.

Ella agarró mi mano, pero como sabía que ella querría tirarme al agua con ella, la afirmé y rápidamente de un tirón la saqué del agua.

- Te lo dije... Te conozco.

Ella se quedó sentada en el pasto de brazos cruzados, pero solo me limité a lanzarle la toalla y reir un buen tiempo hasta que salté al rio. El agua estaba muy refrescante por lo que disfruté casi todo el día junto a Amelia hasta que el sol se ocultó.

- Adam... ¿No crees que es hora de comer?

Al escuchar eso nuestros estomagos comenzaron a sonar, y por la hora, estabamos justificados...

- Menos mal tenemos alimentos listos...

Luego de volver al campamento que teníamos, recuerdo claramente que Am puso al fuego unas brochetas con trozos de carne con cebolla... Por mi parte recuerdo que hice unas papas fritas en un sartén.

- Oye Am ¿Te parece si saco algo para beber?

- Me encantaría beber algo... ¿Qué tenemos como opción?

- Tenemos cerveza... Vodka... bebida... Una botella con jugo... Vino...

Miré un poco la comida que haríamos.

- Am... Tú querrás vino, ¿Verdad?

Ella me miró sonriendo mientras yo sacaba la botella de vino y para mí una cerveza fría.

- Adam... Sé que trajiste nuestros juguetes... ¿Cuándo podremos jugar con esta gente?

Comencé a reír un poco... Ella me había atrapado mucho antes de lo que esperaba, por lo que la miré como siempre mientras tomaba un sorbo de cerveza.

- Comenzaremos esta noche, iremos con mascarillas de gas y lanzaremos bombas somníferas para evitar todo problema posible, no sin antes piratear las cámaras de seguridad del lugar.

Ella sonreía al escucharme...

- Sabes que no tocaremos a esa familia, ¿no?

Me miraba amablemente... La verdad no sé en qué pensaba... Pero me abrazó feliz.

- Lo sé, no te preocupes por eso.

Amnesia de un psicópata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora