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Todo estaba mal, y Guillermo no entendía porque. 
Samuel había estado evitandolo durante dos días seguidos al igual que Joey, quizás con Joey entendía la situación pues nunca espero aquella acción, pero Samuel, no sabía que error había cometido para tener que soportar esa incómoda sensación al estar solos.

-¿Hoy vuelven a la misma hora? -pregunto Melisa mientras le daba de comer a Ofelia.

-Yo no Mel -contestó Samuel extrañando un poco a Guillermo- pero regresare para hacerte compañía.

- Esta bien, los veré más tarde.

Ambos salieron del apartamento sin dirigirse la mirada o hablarse en el transcurso de el a la universidad. Y claro que ambos se estaban torturando al no poder tragarse el orgullo y hablar con el otro de una buena vez pero cada uno tenía sus razones para no querer hablar con el otro y arreglar todo de una buena vez. Gracias a que estaban tan atentos a sus pensamientos no notaron cuando ya estaban en ella yendo hasta su salón pues está primer hora la compartían.

Sami! -ambos se giraron al escuchar una voz, muy chillona para gusto de Guillermo- hola Guillermo - la chica no era más que su antigua acosadora, aún así Guillermo la saludo- ¿Listo para mas tarde?

-Claro que si Lizz -Guillermo no pudo evitar poner una cara algo confundida- yo iré por ti ¿Vale?

-Esta bien para mi -Lizz le sonrió- nos veremos en la siguiente hora, guardaré un lugar para ti.

Lizz se tomó la libertad de darle un beso en la mejilla mientras que a Guillermo sólo le dio una sonrisa para luego irse de nuevo con sus amigas. Samuel simplemente siguió su camino hacía su salón, en cambio Guillermo quería explicaciones. Nadie podía llegar de la nada y besar a Samuel, no a su mejor amigo.

-¿Qué fue eso?

-¿De qué hablas? -Samuel miró a Guillermo confundido, haciendo que Guillermo rodará los ojos.

-Porque de repente Lizz te habla tan...extraño.

-No me habla extraño.

-Si lo hace, ¿Qué es eso de Sami? Es un apodo es ridículo -Guillermo hizo un gesto de desagrado.

-No lo es para mi -contesto sin verlo- es lindo.

-¿Lindo? -Guillermo se sorprendió- ¿Hablas en serio?

Samuel estaba decidido a contestarle pero gracias a que Joey apareció de la nada no tuvo el tiempo de siquiera abrir la boca. Guillermo se sorprendió al ver a Joey, pensaba que nunca más le hablaría.

-Buenos días, Sam -saludo Joey- ¿Te importa que te lo quite unos minutos? Yo se que no, ¡Gracias!

Guillermo prácticamente fue arrastrado por Joey hasta el jardín más cercano y no dejo que se fuera por ningún motivo.

-Pero que te pasa Joey  -dijo Guillermo molesto. Ganándose un golpe en el brazo, bastante fuerte a decir verdad, de su parte- ¡Oye!

-Eso te lo mereces por jugar sucio -lo regaño.

-A que te...¡Auch! -Joey le había dado otro.

-Ese fue por besarme sin mi consentimiento.

-Joey yo no...¡Auch! -volvió a darle uno, sin dejarlo terminar de hablar

-Y este por ser muy tonto.

-¿¡Podrías dejar de pegarme y decirme que sucede!?

-Te los mereces, por ser muy tonto al besarme para causar celos.

-¿Causar celos? -Guillermo se sobo el brazo que había sido masacrado por Joey.

-Así es. Hay otras maneras ¿Sabías? Y si no pudiste al menos haberme dicho y lo hubiera hecho las creíble.

Ofelia || WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora