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-¿Te gustó la noche? -preguntó Samuel, mientras caminaban tomados de la mano hacia el apartamento.

-La mejor noche de cumpleaños -Guillermo acercó la mano de Samuel para dejarle un beso.

Samuel sonrió satisfecho al escucharlo, al principio estaba preocupado por si su sorpresa sería tan genial como todo lo que había hecho Guillermo, y él sabía que nada podría superar lo de Evan pero al menos había intentado que su día fuera lindo.
Habían llegado al apartamento antes de las 12, Carol le había informado como estaba Ofelia hasta que ella se durmió por lo que ahora sólo eran ellos dos.

-¿Crees que los chicos quieran venir mañana temprano? -preguntó Samuel una vez estuvieron dentro.

-Lo dudo, es sábado, odian despertar temprano un sábado -Guillermo río.

-Bien, creo que puedo seguir con la siguiente parte de la sorpresa -Samuel se acercó a espaldas de Guillermo y lo abrazó, dejando un beso en su cuello.

Guillermo sonrió luego de volver a sentir los labios del mayor, pero esta vez hacían un pequeño recorrido; pasando por su cuello, su mejilla, la comisura de sus labios y por último estos, delineando con su lengua para pedir acceso, cosa que Guillermo le dio sin problema alguno. El beso, aún  con la lucha de quien lideraba, era bastante dulce; tomándose su tiempo en cada detalle, cada sensación, y sobre todo el hermoso cosquilleo que sentían pasar.

-¿Vamos a la habitación? -preguntó Samuel una vez se separaron para respirar.

-Tenías planeado todo ¿No es así? -Guillermo le sonrió.

-Podría ser -Guillermo negó divertido, lo conocía- ¿Estuvo mal?

-Todo lo contrario -Guillermo se acercó para volver a unirlos.

Claro que Samuel había planeado que la noche terminará de esta manera, pero Guillermo no iba a negarse; el también lo deseaba.
Una vez volvieron a separarse Guillermo tomó la mano de Samuel y los guió hasta la habitación, cuando estuvieron dentro el mayor se sentó a la orilla de la cama, observando las acciones de Guillermo, las cuales fueron sentarse sobre su regazo para comenzar un beso nuevo.
Era de esperarse que apenas comenzado el beso ambos no pudieron mantener sus manos quietas, por lo que Guillermo pasaba sus manos por todo el cabello de Samuel, bajando a veces para tomarlo de la nuca y acercarlo un poco más, Samuel por su parte recorría toda su silueta, acariciando toda su espalda y la parte baja de esta, apretando de vez en cuando, causando leves jadeos entre los besos por parte de Guillermo.

Tuvieron un momento en donde los besos y caricias pararon, sólo para poder contemplarse entre ellos y adentrarse en esa burbuja que siempre formaban en estos momentos tan íntimos. Samuel tenía sus ojos puestos en Guillermo, apreciando cada rasgo de este y guardandolos en su memoria, mientras que el menor intentaba no morir de nervios al tener a Samuel observandole.
Samuel acarició la mejilla del contrario con su pulgar, logrando una linda sensación en Guillermo, quien retomó el beso causando también sedaciones en Samuel.
Durante el beso Guillermo comenzó a mover un poco sus caderas, en un intento de crear algo se fricción entre ellos, recibiendo como premio los reconfortantes jadeos por parte de Samuel; la ropa comenzaba a ser un estorbo.

En un movimiento rápido Guillermo se quitó la sudadera que traía puesta, siendo secundado con Samuel quien no tardó mucho en quitarse su camisa, volviendo a los besos lo más rápido que pudieron. 
Sus torsos descubiertos causaban la mejor de las sensaciones al estar en contacto mutuo, al igual que las caricias que ambos se daban, recorriendo todo lo que les era posible.

-Maldición -exclamó Guillermo algo molesto al no poder desabrochar el pantalón del mayor, causando una leve risa en este- no te burles...

-No lo hago cariño -Samuel le dio un casto beso antes de ayudarle en su tarea- tu turno, arriba.

Ofelia || WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora