Ofelia || Wigetta

•●25●•

-¿Te tienes que ir ya? -Guillermo estaba nervioso, Y lo último que quería era que Joey lo dejara sólo ahora; sólo con sus padres, hermana, Ofelia y Samuel.

- Lo siento Guille -Joey acarició la mejilla de Guillermo, sin otra intención más que calmarlo...Y ver la reacción de Samuel- pero tengo que ir donde mis padres.

-¿Ellos no pueden esperar? -Joey río un poco.

-Lo siento pero ellos tienen más prioridad está vez -Guillermo le sonrió apenado al ver que se había puesto como la principal atención de Joey- intentaré venir en la tarde ¿Esta bien?

-Bien, te veo después -Joey se despidió de los tres antes de salir del apartamento.

-¿En verdad necesitas que Joey este aquí? - el tono de voz de Samuel era distinto pero Guillermo no le dio importancia- Yo estoy aquí.

- Si pero tu... eres... -Ahora Guillemo no sabía si era apropiado seguir diciéndole amigo- y Joey... -Guillermo estaba seguro de lo que Joey era para él pero los nervios no lo dejaban hablar claro- ambos sois importantes.

-¿Joey lo es? -esta vez hablo con un tono dolido, cosa que si noto.

-¡No me refiero a eso! -Guillermo se sentó alado de Samuel pero este lo ignoraba- Sam, sabes que no hay nadie además de Ofelia más importante que tú.

-Claro, lo sé -Samuel no lo miraba, aunque no estaba enojado, era por su propio bien sino quería hablar de más.

-Samu -Guillermo se acercó más a él, intentando alegrarlo- te has vuelto más importante desde que me ayudaste con Ofelia. Nadie te quita ese lugar.

Samuel sonrió, cediendo a mirar a Guillermo. Ambos estaban demasiado cerca pero ninguno se sentía incómodo, tampoco lo veían extraño; aunque les faltaran tan sólo centímetros para ser uno.
Quizás el final hubiera sido diferente de no ser por un suspiro de ternura, haciendo que los dos se alejen al instante.

-Tranquilos, no deben de alejarse por mi culpa -Carol, la hermana no tan pequeña de Guillermo, apareció en la sala. Dándose cuenta que Joey no había cerrado bien la puerta.

-¡Carol! -Guillermo se levantó del sofá para abrazar a su hermana, llevaba meses sin verla en persona. Los mensajes y videollamadas no son igual- pero mira cuanto has crecido.

-No tenéis que exagerar, sigo siendo una enana -Carol le sonrió- Hola Samu...O bueno, nuevo cuñado.

-Hola Carol -Samuel le sonrió sin molestarse, debían de comenzar a acostumbrarse.

-¿Dónde está mi sobrina?

-Carol - la regaño su madre- ten paciencia por favor.

-Hola mamá, papá -Guillermo les sonrió a sus padres una vez entraron.

-Hola cariño -su madre le dio un beso en la mejilla al igual que a Samuel.

-¿Ahora si puedo conocerla? -Guillermo río al ver la emoción de su hermana.

-Esta en la cuna -Guillermo se acercó a ella, Carol lo siguió y se puso al otro lado- aún está dormida pero pronto será su hora de comer.

-¡Pero que mona que es! -Carol intentó no gritar tanto- ¿Cómo se llama?

-Ofelia -dijo Samuel acercándose a Guillermo, este se sonrojo al sentir la mano de Samuel en su cintura.

-Es un lindo nombre. ¿cierto mamá?

-Claro que si cariño, ahora dejadla dormir que por vuestra culpa se despertará de mal humor -su madre y padre también se acercaron a verla, aunque ella además de verla quería que su hija la dejara dormir.