"Cuando te veo a los ojos es un espectáculo que no puedo describir"
—Erick.
Silencio.
—Erick.
Silencio.
—Erick.
Silencio.
—Eriiiick.
—¡Deja de molestarme estúpido!
—... Erickin.
—Christopher —rodó los ojos tratando de evitar el deseo de golpear a su amigo —, por milésima vez, no voy a ser el psicólogo de Joel.
—Por favor, Erick —suplicó —, desde que llegó Joel nunca lo oí reír de una forma tan sincera —no recibió respuesta —. Si quieres te bajo el número de pacientes.
—Primero: Sabes que es malo escuchar conversaciones ajenas. Segundo: Él se estaba riendo de mí.
—Estaba buscándote —se excusó —, además es mejor que se ría de ti a estar todo el día amargado.
—No soy psicólogo. No sé cómo...
—No hay que ser un experto para saber que sólo tienes que escuchar. Es todo lo que Joel necesita, ser escuchado.
—No lo voy a hacer, lo siento —respondió seguro —. Ahora tengo otro paciente...
—¡Hola! —exclamó Erick con felicidad sobresaltando al chico en la camilla.
—¿Y Christian? —cuestionó mirando con desprecio.
—Christopher —corrigió riendo —, desde hoy seré tu psicólogo —fingió una sonrisa mientras cerraba la puerta detrás de él —. ¡Yeiii!
—Qué asco.
Se miraron en silencio; Joel continúo mirando la pared vacía, mientras Erick sólo podía apretar fuertemente los puños y aguantar las ganas de golpear a Chris, éste lo amenazó: "Si no ayudas a Joel, haré que te despidan" Realmente Erick creyó esas palabras, conoce a Christopher desde la universidad y es capaz de hacerlo sin importarle que fuese su amigo.
—¿Y?
—Oh... —Erick sacudió la cabeza —, no sé, simplemente háblame de ti.
—Okay — sonrió —, me llamo Joel.
Otro mal comienzo —Entonces —dijo Erick haciendo una pausa mientras escribía algunas cosas importantes, según Chris debía empezar con eso. Tomó asiento frente a Joel —, ¿Cómo te sientes?
—Bien.
—Si estuvieras bien, no estarías aquí.
—No tengo casa, ¿Quieres que duerma en la calle?
Erick rodó los ojos y frotó su frente. Era muy temprano para pasar malos ratos. Miró a Joel en silencio, fue incómodo, pero logro acostumbrarse. Se fijó en su perfil y cuán tiempo duraban sus pestañas.
—Tienes bonitas pestañas.
Éste lo miró como si fuera una especie de criatura extraña —¿Gracias?
—Así que... —aclaró su garganta, el ambiente se había vuelto incomodo —, ¿Cómo vas?
—No hago nada interesante, principalmente estoy deprimido.
—¿Cuánto tiempo has estado deprimido?
—Desde los 16.
Anotó en su cuaderno: Depresión C. Posiblemente anemia.
—¿Cómo comenzó esto?
—Cuando... Cuando alguien me grito que no servía para nada.
—Si te dijera ahora que no vales nada, ¿Qué harías?
—Nada —su respuesta logró sorprenderle, Erick esperaba algún insulto o al menos sus típicas miradas de desprecio.
—¿Cómo te deshacías de todo el dolor?
—En un principio me golpeaba... Luego comencé a fumar. Los cigarrillos eran mis únicos amigos.
—¿Por qué?
—Porque me consolaban en cualquier situación.
—¿Los usabas cuando eras feliz?
—¿Cuándo soy feliz?
—¿Tuviste algún amigo de carne y hueso?
—Sí —sonrió ante un vago recuerdo —. Era la única persona para mí, pero resulto ser como todos. Un día llegué a la escuela y simplemente nunca volvió a hablarme. Debí imaginarlo —torció una sonrisa tirada a mueca —, a quién le gustaría pasar tiempo con alguien como yo.
Erick escuchaba con atención su relato. Muy dentro de él sintió lastima y el anhelo de poder abrazarlo. Joel ha estado deprimido por la mitad de su vida, y él sinceramente no le deseaba eso a ningún ser humano. El moreno mantenía sus facciones frías, mordió su labio inferior entonces Erick dejo aún lado los papeles y acarició su brazo.
—No estés triste. Mira... —dudo en continuar, perdería su dignidad y respeto, sin embargo, abrió la boca —¿Qué le dijo el ganso a la gansa?... Venganza.
Y Joel soltó una leve risita.
—¡Te hice reír!
—Tu estúpido chiste me hizo reír.
—Gracias —sonrió con orgullo —, eres la primera persona a quien se lo cuento... Quise contárselo a Chris, pero...
—Maldito gordo —escuchó murmurar, sin embargo, continúo con su terapia.
—¿Cuándo estás feliz?
Joel frunció el ceño —Ya me preguntaste eso.
—Algo deberá hacerte feliz —no respondió —. Vamos dime, quizá pueda hacer algo. ¿Cuándo estás feliz? —repitió.
—Cuando a Christopher le sale algo mal.
Erick sonrió, después de todo ser un intento de psicólogo no era tan malo. A pesar del carácter sarcástico de aquel joven, deseaba volver a repetir aquella sesión.
![](https://img.wattpad.com/cover/138852264-288-k965450.jpg)